El riesgo de una hambruna acecha a Yemen
La mirada perdida de un chico en brazos de su madre en el
hospital de Sanaa
La mirada perdida de un chico en brazos de su madre en el
hospital de Sanaa. Foto: Reuters / Khaled Abdullah
SANAA.- Las salas de cuidados intensivos en los hospitales
de Yemen están repletas de niños demacrados, conectados a monitores y al suero,
víctimas de la escasez de alimentos por la guerra civil. Pero la situación
podría empeorar aún más a causa de una reorganización del banco central que
preocupa a los importadores de alimentos.
Los barcos con ayuda tienen virtualmente bloqueado su acceso
a los puertos de Yemen debido a un cerco impuesto por la coalición liderada por
Arabia Saudita que en la guerra civil que ya lleva 18 meses defiende al
presidente en el exilio que vive en la capital saudita. Mientras tanto, más de
la mitad de los 28 millones de habitantes del país ya sufren escasez de
alimentos, según las Naciones Unidas.
Edición Fotográfica: Alfredo Sánchez
Un pasillo de la unidad de cuidados intensivos del hospital
de Sanaa. Foto: Reuters / Abduljabbar Zeyad
El presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, el único reconocido por
la comunidad internacional, que vive en la capital saudita, ordenó el mes
pasado que la sede del banco central del país se traslade de la capital Sanaa,
controlada por los rebeldes hutíes en el norte, al sureño puerto de Adén, bajo
control de su gobierno. También nombró a un nuevo director, un miembro de su
gabinete, que ha dicho además que el banco ya no tiene dinero.
Fuentes comerciales relacionadas con la importación de
alimentos al país más pobre de la península árabe dicen que esta decisión los
dejará financieramente expuestos y que harán aún más difícil el
aprovisionamiento.
Diplomáticos y funcionarios encargados de administrar la ayuda
humanitaria creen que la crisis que rodea al banco central afectará
negativamente a la población.
"La politización del banco central y los intentos de
las partes en el conflicto de utilizarlo como una herramienta para herirse el
uno al otro amenazan con empujar a los más pobres al abismo", dijo Richard
Stanforth, asesor de política humanitaria de la ONG Oxfam.
"Todo va en contra de millones de personas al borde de
la inanición", agregó.
En tanto, ya se pueden ver los efectos que está teniendo la
escasez de alimentos. En la unidad de emergencia pediátrica del hospital
Thawra, en el puerto de Hodaida, abundan los pacientes en desnutrición extrema
con una piel flácida que se les pega a sus huesos, y que apenas se mueven en
sus camas. Los pasillos y salas de espera están llenas de padres que buscan
ayuda para sus hijos hambrientos y moribundos.
Salem Issa, de 6 años, descansa sus extremidades flacas como
un palillo sobre una cama de hospital mientras su madre cuida de él.
"Tengo un hijo enfermo, solía darle de comer galletas, pero ahora está
enfermo y no quiere comer," dijo la mujer.
Una enfermera señaló que la sala atendía alrededor de 10 a
20 pacientes en abril, pero ahora ya sobrepasa los 120 pacientes por mes.
En julio se informó que los importadores estaban teniendo
serias dificultades para poder comprar alimentos en el extranjero debido a que
los bancos de Yemen les habían congelado 260 millones de dólares de sus fondos
y las entidades financieras occidentales les habían cortado las líneas de
crédito.
Desde entonces, los importadores tuvieron que financiar por
su cuenta cada envío.
Ahora la decisión de mover el banco central, el último
bastión imparcial del sistema financiero del país, que ha ayudado a mantener a
flote la economía en tiempos de guerra; es visto como un golpe muy duro para
los proveedores que prevén aún más caos en el futuro. Las divisas extranjeras
ya son escasas y nadie tiene confianza en el nuevo director.
Todo esto seguramente conducirá a nuevas interrupciones en
el suministro de alimentos y más dificultades para los yemenitas que enfrentan
una hambruna inminente, según las fuentes comerciales.
"Hemos comenzado a cancelar nuestros contratos a
futuro. Para el comercio es prácticamente imposible funcionar si no hay un
sistema financiero en su lugar. No hay una cobertura del banco central en la
que podamos confiar" dijo una fuente.
"Esto deja totalmente abandonado a cualquiera que esté
importando un cargamento", agregó la fuente, que pidió no ser identificada
debido a la deteriorada situación de seguridad y el miedo a las represalias.
Algunos reportes indican que al menos nueve buques que
transportan algunos suministros como trigo y azúcar están en camino a los
puertos yemenitas de Hodaida y Salif, pero la fuente dijo que había
preocupación para los envíos de fines de octubre y noviembre.
Una segunda fuente comercial también activa en Yemen
confirmó que las dificultades son cada vez mayores.
"Los bancos occidentales no están dispuestos a procesar
los pagos y todo el sistema se está congelando. Es una lucha cada vez mayor
para hacer cualquier transacción comercial", dijo la segunda fuente.
"Para obtener divisas hay que hacerlo a través del
contrabando de dinero. Yemen es como un país de contrabandistas ahora. Esto es
inaceptable", agregó.
Una mujer, junto a su hijo, tras pesarlo en la unidad de
cuidados intensivos del hospital de Sanaa
El viejo banco central que aún funciona en la capital Sanaa
utiliza las escasas reservas de divisas para garantizar los envíos que ya están
en camino, en un país que importa el 90% de sus alimentos.
Pero al presidente Hadi no le parece bien que el banco pague
el salario a sus enemigos en el ejército y al movimiento rebelde de los huti,
que está alineados con Irán.
Así, mientras continúa la lucha en el campo de batalla con
el apoyo de Arabia Saudita con el fin de socavar el poder de los hutíes, Hadi
desestimó la designación de Mohamed Bin Humam como director del banco, y nombró
en su reemplazo al ministro de Finanzas Monasser Al Quaiti, además de decretar
el traslado del banco a Aden.
Fue una decisión repentina que despertó sospechas entre los
importadores.
"El director Humam gozaba de la confianza de todas las
partes en tanto era claramente independiente y trabajaba en los mejores
intereses de Yemen. Esto es un paso atrás y ninguno de los operadores
comerciales tiene confianza en Al-Quaiti o en el banco en Aden", dijo la
primera fuente.
El nuevo director designado dijo la semana pasada al diario
saudita Asharq al-Awsat que había heredado un banco sin dinero, pero se
comprometió a mantenerlo independiente.
Ibrahim Mahmoud, del Fondo de Desarrollo Social de Yemen,
dijo que sólo una mejora en el sistema financiero del país y un esfuerzo de
ayuda de emergencia podría detener la hambruna.
"Si no hay una intervención directa e inmediata por
parte de las organizaciones comunitarias y estatales internacionales, el país
podría verse amenazado por el hambre y una catástrofe humanitaria", dijo.
Aunque el traslado del banco central parece destinado a
debilitar a los hutíes, varios funcionarios yemenitas y diplomáticos dijeron
que el grupo tiene sus propios recursos financieros.
Los hutíes se pueden ver debilitados por la pérdida de unos
100 millones de dólares en salarios a sus combatientes, como sugiere el nuevo
director del banco, pero el cierre de la sede de Sanaa perjudicará más a la
gente común que ya sufre de un colapso en la economía debido a la guerra.
"El riesgo real es dejar a un millón de yemenitas sin
sueldo. Puede haber un efecto a largo plazo sobre los hutíes, pero el efecto
inmediato será sobre la gente común que trata de llevar un plato de comida a su
mesa", dijo el analista económico yemenita Amal Nasser .
Una niña lleva alzada a su hermana en un campo de refugiados
cerca de Sanaa, la capital yemenita
Una niña lleva alzada a su hermana en un campo de refugiados
cerca de Sanaa, la capital yemenita. Foto: Reuters / Khaled Abdullah
Agencia Reuters tomado de la nación de ar , ver mas en: http://www.lanacion.com.ar/1944560-fontfontel-riesgo-de-una-hambruna-acecha-a-yemenfontfont
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