Al fin del mundo: el
viaje científico que busca salvar la fauna antártica
Con la expedición, motorizada por Greenpeace, se busca crear
un santuario en el Mar de Weddell para reducir el impacto de la pesca
indiscriminada; explorar la vida bajo el agua es otra de las metas Crédito:
Christian Åslund / Greenpeace
Víctor Pombinho Soares
MAR DE WEDDELL, a bordo del Arctic Sunrise.- La creación del
área protegida más grande del mundo, un santuario marino de 1,8 millones de
kilómetros cuadrados en el Mar de Weddell de la Antártida, es el objetivo de la
nueva campaña de Greenpeace . Este santuario protegerá a pingüinos, ballenas y
otros mamíferos de la zona de la pesca desenfrenada de krill, un crustáceo no
más grande que un dedo meñique que asegura la supervivencia de las especies de
la Antártida.
Frente a esta amenaza, la ONG ambientalista pide a los gobiernos
miembros de la Comisión del Océano Antártico -entre los que se encuentran la
Argentina y Chile- que voten a favor de la creación del santuario en esta
región, y emprendió una expedición a la Antártida, de la que participa LA
NACION, en el rompehielos Arctic Sunrise para recabar datos científicos con un
minisubmarino tripulado. El actor español ganador de un Oscar Javier Bardem ,
es la cara visible de la campaña, que empezó en Punta Arenas (Chile) y aún
continúa en las heladas aguas de la Antártida.
Con el minisubmarino, que lleva el Artic Sunrise, explorarán
la rica fauna marina de la AntártidaCon el minisubmarino, que lleva el Artic
Sunrise, explorarán la rica fauna marina de la Antártida Crédito: Christian
Åslund / Greenpeace
"Me preocupa el tema de la fatiga con el cambio
climático. Ayer mismo hablaban del Ártico y de la rapidez con que se están
deshaciendo los glaciares allí. Es mucho más de lo que asumían hace unos
años", señala Bardem, que, ayer descendió en un submarino al lecho del
mar.
El santuario en el Mar de Weddell fue propuesto por la Unión
Europea. Por su parte, la Argentina y Chile presentaron otro proyecto para
crear un santuario en el Estrecho de Gerlache, del lado occidental de la
península antártica. En tanto, Greenpeace abogará por la aprobación de los dos
en octubre en la reunión de la comisión, porque la zona del Mar de Weddell es
más grande, pero en el Estrecho de Gerlache hay mucha pesca. Lo que se busca,
según la doctora alemana en biología marina Sandra Schottner, es generar un
"efecto dominó" para proteger toda la región. Ya existe un santuario
en el Mar de Ross, al sur de Nueva Zelanda.
Ya en cubierta, Bardem se fundió en un abrazo con su hermano
Carlos, con quien está filmando un documental sobre la situación de la Antártida
y el ÁrticoYa en cubierta, Bardem se fundió en un abrazo con su hermano Carlos,
con quien está filmando un documental sobre la situación de la Antártida y el
Ártico Crédito: Christian Åslund / Greenpeace
Las decisiones se toman por consenso, por lo que todos los
países miembros deberían estar de acuerdo durante la próxima reunión de la
organización internacional. Pese a esto, la politóloga sueca Frida Bengtsson,
líder de la misión, confía en que el santuario será una realidad. Lo mismo
opina el biólogo marino estadounidense John Hocevar, uno de los tripulantes del
minisubmarino. El especialista cuenta que Noruega se opone firmemente al
proyecto y que tal vez lo hagan China y Rusia, países que, según señala, tienen
fuertes intereses económicos en la región. Si el acuerdo no prospera, afirma
Hocevar con convicción, "Greenpeace seguirá luchando".
Capitán frío
FOTO La dra. Susanne Lockhart y el biólogo marino John
Hocevar bucearon en un submarino fuera de la isla KaiserLa dra. Susanne
Lockhart y el biólogo marino John Hocevar bucearon en un submarino fuera de la
isla Kaiser Crédito: Christian Åslund / Greenpeace
El tucumano Daniel Rizzotti, de 51 años era el único
argentino del barco Arctic Sunrise hasta la llegada de LA NACION. Hincha de
Boca nacido en la ciudad de Yerba Buena, Daniel es el experto en hielo que
asesora al capitán sobre cuál es la ruta más conveniente para navegar. Con una
sonrisa, indica que de la Antártida le sorprende su belleza y su biodiversidad.
Según él, la fauna de este lugar está en peligro. "Si
les sacamos el krill, que es lo primero en la cadena alimenticia, los pingüinos
van a migrar. Son colonias que van a desaparecer. Las ballenas también se
alimentan del krill y las orcas de pingüinos y lobos marinos. Por eso es
importante crear estas áreas protegidas", afirma Rizzotti. El santuario
que Greenpeace busca crear en el Mar de Weddell sería un refugio para la fauna
marina, y equivale a la superficie de la Patagonia argentina.
La expedición a la Antártida permitió que, por primera vez,
científicos visiten el fondo del Mar de Weddell y obtengan imágenes únicas.
Para eso se usó un minisubmarino de Greenpeace, en el que apenas caben dos
personas, un tripulante y un científico.
La doctora australiana Susanne Lockhart, especialista en
ecosistemas marinos, es una de las científicas que bajó en el minisubmarino.
Aclara que no llegó hasta donde pretendían por cuestiones climáticas, pero que
estuvieron cerca. Ella descendió hasta los 410 metros de profundidad de un mar
con una temperatura bajo cero, llevando las fotos de sus cuatro hijos en el
celular.
La expedición a la Antártida permitió que, por primera vez,
científicos visiten el fondo del Mar de Weddell y obtengan imágenes únicas La
expedición a la Antártida permitió que, por primera vez, científicos visiten el
fondo del Mar de Weddell y obtengan imágenes únicas Crédito: Christian Åslund /
Greenpeace
"Vi un lugar lleno de vida, 100% cubierto de una gran
diversidad. Fue realmente interesante hablar con gente que trabaja en lo mismo
en áreas más tropicales ya que no podían creer los animales que hay",
cuenta Lockhart. "Vi corales, estrellas de mar, lirios de mar, esponjas de
diferentes colores, naranja, rosa, muy lindas. Es mucho más colorido en el
fondo del mar que en la superficie de la Antártida. No es todo blanco y
gris", afirma la experta, que dice que su vida está en manos del
tripulante que la acompaña, John.
La vida a bordo
En el Arctic Sunrise hay tripulantes de España, Dinamarca,
Gran Bretaña, Bélgica, Francia, Finlandia, Suecia, Alemania, Irlanda, Bulgaria,
Italia, Australia, Nueva Zelanda, los Estados Unidos, Canadá, la Argentina,
Brasil, India, Sudáfrica y Filipinas. Son 36 personas absolutamente diversas
que, en general, dialogan en inglés. Si bien existe una jerarquía, el trato es
horizontal: cada uno debe lavar sus platos y hacer tareas domésticas para que
todo esté en orden. Los camarotes tienen una cama marinera donde duermen dos
personas. Los invitados se alojan con un tripulante, que usa la cama de abajo
para acudir
Bardem se subió a un minisubmarino para conocer el fondo del
mar, mientras filma un documental sobre la AntártidaBardem se subió a un
minisubmarino para conocer el fondo del mar, mientras filma un documental sobre
la Antártida Crédito: Christian Åslund / Greenpeace
La cocina la manejan la francesa Laurence Nicoud y el indio
Walter Rodrigues. La comida es riquísima y la cocinera dice que su trabajo es
muy importante, porque "la tripulación realiza tareas muy duras y dos
veces al día quiere comer bien". Ella hace ocho platos diferentes
(incluyendo entradas, ensaladas y postres) por la mañana, que se sirven al
mediodía. Por la noche se come lo mismo.
Los tripulantes tienen un gimnasio para ejercitarse. Allí se
puede ver por la noche a la segunda oficial finlandesa Karin Bjork pedaleando
durante una hora, levantando pesas y haciendo remo. Si uno se levanta temprano,
también puede espiar al fotógrafo y videasta brasileño Fabio Ramos Nascimento
meditando en una colchoneta. Ramos Nascimento estuvo en el Amazonas y en
Somalía, cubriendo algunas situaciones terribles. Dice que la meditación lo
ayuda a sacarse imágenes horribles de la cabeza. Por suerte, su próximo
proyecto tiene que ver con mariposas.
Por: Víctor Pombinho Soares – TOMADO DE LA NACIONDE AR
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