Declaración OLCA
CLAUSURA TOTAL Y DEFINITIVA DEL PROYECTO PASCUA LAMA:
EL PODER DE LA CONVICCIÓN Y LA PORFIA
Durante más de 17 años la comunidad del Valle del Huasco le
insistió al mundo que el proyecto binacional Pascua Lama era un despropósito,
era inviable; contra los estudios, estadísticas y lobby a todo nivel de la
entonces mayor minera de oro del planeta. Hoy la autoridad lo reconoce y se
clausura definitivamente la faena minera que nunca debió haber sido aprobado e
iniciada su construcción.
Desde las primeras reuniones de participación ciudadana en
que los arrieros dijeron que en la zona que querían hacer el proyecto estaban
los glaciares y nada de eso hablaban los estudios, se desató, en condiciones de
brutal asimetría, y ante el descrédito del sentido común impuesto que establece
que nada se puede hacer contra una minera transnacional, uno de los conflictos
socioambientales más relevantes de nuestro país: el caso Pascua Lama.
Como OLCA acompañamos el proceso desde sus inicios, fuimos
testigos de todas las estrategias de división, cooptación, intervención,
hostigamiento, desprestigio, servilismo funcionario (incluido el financiamiento
de las campañas de alcaldes y diputados de parte de Barrick), retroceso estatal
para que la minera se hiciera indispensable en el cotidiano local (becas,
ambulancias, Junji, Prodesal, por nombrar algunos ejemplos), todas cuestiones
que a su debido tiempo se fueron denunciando y neutralizando en sus alcances,
pero que produjeron procesos de desgaste, cansancio, vulnerabilidad de hondos
impactos en el territorio.
Sin embargo, el carácter colectivo del proceso de defensa,
permitió que cuando algunos se replegaran, surgieran otros y otras que fueran
tomando el relevo e implementando las estrategias que más se ajustaban a las
nuevas capacidades, pero siempre con la voz de doña Tina de fondo que hablaba
de la necesidad de proteger los bancos perpetuos, el amor a la tranquilidad y a
la vida que enseñaron los abuelos, y la certeza de que un proyecto de esta
naturaleza solo podía ser aprobado mediante corrupción y violación de derechos
humanos y eso había que demostrarlo para que se restableciera el respeto y el
estado de derecho en este valle transversal de la región de Atacama, que entre
otras funciones ecosistémicas imprescindibles, ayude a frenar el avance de la
desertificación.
Los científicos pagados por la empresa, porque así lo
estable el sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en Chile, no supieron
escuchar a la naturaleza, y entonces ella habló más fuerte, como la comunidad
del Valle sabe que a veces sucede, y se sucedieron aluviones que arrasaron con
todo valle abajo, y aquí lo que no había querido ser atendido, tuvo que
considerarse. 5 años de investigación en los que se acumularon más de 30 denuncias comunitarias de violación de la
Resolución de Calificación Ambiental RCA, dieron como resultado este fallo hoy
en la Superintendencia de Medio Ambiente: Clausura Definitiva del proyecto
Pascua Lama.
Si se hubiera oído desde un comienzo a los arrieros, a las
campesinas, a las voces locales, toda la división, el daño, la pérdida
patrimonial, la afectación ecosistémica, no se hubiera producido, pero gracias
a la convicción y la porfía del territorio, y las múltiples muestras de
solidaridad en todo Chile y desde muchos otros lugares del mundo, hoy se cuenta
con un fallo histórico, que reivindica la voz local como fuente imprescindible,
e impele a las comunidades a creer en sus saberes y capacidades y defenderlos,
pese a la asimetría reinante.
Para que esta resolución fuera posible, tuvieron que
converger cientos de miles de voluntades, desde el primer correo electrónico
que alertó de la situación, las diversas intervenciones callejeras, las marchas
y carnavales, las misas, los procesos rigurosos de fiscalización comunitaria,
la difusión por todos los medios, las tesis, documentales, libros, creaciones,
las campañas internacionales, las denuncias que provocaron el bloqueo de
financiamientos al proyecto, las denuncias a los servicios con competencia
ambiental, los procesos judiciales, el trabajo de funcionarios probos, pero
sobre todo, la existencia de una comunidad que ama tanto su territorio y su
forma de vida, que logró movilizar todas estas voluntades en defensa del bien
común.
La lucha sigue, sin duda, el extractivismo minero galopa
sobre nuestra cordillera con botas de siete leguas, pero digan lo que digan,
mientras existan comunidades dispuestas a valorarse a sí mismas y a defender
ese valor ante cualquier precio, el poder de la vida seguirá gestando maravillas
en nuestro suelo, y contará con la
solidaridad y apoyo de muchas comunidades de Chile y el mundo. Gracias Valle
del Huasco.
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales –
OLCA
Fono Contacto: Lucio Cuenca Berger +56 9 9240 27 06
Comunicaciones OLCA
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
Alonso Ovalle 1618 A, Santiago, Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario