En Colombia más de 80
mil familias esperan sus desaparecidos
El Plan Cementerio busca intervenir los camposantos del país
en los que se conservan los restos de personas desaparecidas por causa del
conflicto armado colombiano. FOTO Róbinson Sáenz
En Colombia más de 80 mil familias esperan sus desaparecidos
Buscar los desaparecidos que ha dejado el conflicto armado
en Colombia es el compromiso pactado en el Acuerdo de paz, cuyo reto a futuro
es claro: saber qué pasó con 82.998 personas que según el Centro de Memoria
Histórica no volvieron a casa por culpa de grupos armados. Según la entidad, el
universo de personas perdidas aumentó en 22.368 casos.
¿Quién se los llevó? ¿Por qué no vuelven? son las preguntas
de los familiares víctimas y que según Teresita Gaviria, directora de las
Madres de la Candelaria (un grupo de 882 mujeres que desde hace 19 años buscan
a los que nunca regresaron), es una tarea inconclusa del Estado colombiano.
“El compromiso de ellos (el Estado) es de darnos
acompañamiento y salir a buscarlos. Ha faltado compromiso porque hasta la
palabra desaparición quieren ‘desaparecerla’ llamando las cosas como no son. No
podemos permitir que esto suceda”, dijo Gaviria.
Una práctica atroz
En el informe del Centro de Memoria Histórica se reseñó que
de los 82.998 casos de desaparición forzada en el país ocurridos entre 1958 y
2017, solo se conocen los autores de 42.471 hechos. De estos, 26.475 fueron
perpetrados por paramilitares; 10.360 fueron cometidos por guerrillas, 2.764
por grupos posdesmovilización (bandas criminales); 2.484 por agentes estatales
y 388 fueron ejecutados por el Estado y grupos paramilitares.
En el informe, Andrés Suárez, coordinador del Observatorio
del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, dejó claro que se amplió el
rango de búsqueda de información, lo que permitió obtener el nuevo registro.
“Estamos muy cerca de llegar al universo completo de
víctimas de desaparición forzada, el margen de subregistro se ha reducido muchísimo.
Puede haber uno con los actores que aún siguen en armas, como es el caso de los
Grupos Armados Posdesmovilizacion (GAP); que no sepa lo que ellos han hecho
porque aún están en el territorio intimidando y amenazando”, enfatizó Suárez.
Los retos estatales
El pasado 20 de febrero se posesionó Luz Marina Monzón como
la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
En entrevista con Colprensa, Monzón aseveró que para buscar
a los desaparecidos es necesario el apoyo y el desembolso de los recursos
económicos, además, 14 personas se encargarán del diseño de las tareas
institucionales.
“Garantizar la participación de las víctimas en la búsqueda
de sus seres queridos es una prioridad. Pero también garantizar un enfoque
territorial es un desafío grande porque no es fácil diseñar cómo la unidad va a
estar en los territorios y cómo va a permitir que las víctimas participen en
las búsquedas”, señaló.
Para las víctimas, la desaparición forzada es uno de los
delitos atroces usados por los grupos armados para imponer el control y sembrar
el terror, pero la búsqueda de sus seres queridos significaría el fin de su
sufrimiento prolongado.
¿CÓMO FUNCIONA? LAS PUBLICACIONES DE LA DESAPARICIÓN
El Centro Nacional de Memoria Histórica ha investigado este
delito y la ha plasmado en seis publicaciones. La primera en 2013 bajo el
título ‘Normas y dimensiones de la desaparición forzada’; la segunda (2014),
titulada ‘Huellas y rostros de la desaparición forzada’; El tercero (2014), fue
llamado ‘Entre la incertidumbre y el dolor’; el cuarto se llamó ‘Balance de la
acción del estado colombiano frente a la desaparición forzada de personas’; el
quinto (2015) se nombró “Textos corporales de la verdad”, y el sexto (2016)
‘Hasta encontrarlos. El drama de la desaparición forzada en Colombia’.
JAVIER ALEXÁNDER MACÍAS Amo el periodismo, y más si se hace
a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado
de la Universidad de Antioquia. Tomado de el colombiano
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