Las perspectivas para los cultivos de invierno en el
litoral son buenas luego de las últimas lluvias
Aunque falta todavía la etapa final de los cultivos de
invierno, las perspectivas son buenas para lograr en la presente zafra altos
rendimientos, teniendo en cuenta que las precipitaciones de la semana se
precisaban para el campo en general y los cultivos de cebada, trigo y colza
canola en especial, “y ni qué hablar para la futura siembra de verano, ya que
estamos prácticamente encima de la siembra y el agua era necesaria y le ha
venido muy bien”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simeán.
El gerente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), filial Paysandú, explicó que a esto se suman las temperaturas bajas que se dan preferentemente a la noche y madrugada, que ayuda para la no aparición de hongos, “y no tendrá la explosión que podría verificarse si las lluvias venían acompañadas de altas temperaturas”.
Agregó que la situación hoy “es buena, porque en general los cultivos estaban bien, todos entrando a la etapa de llenada de grano, una etapa clave para el rendimiento, y esta agua es fundamental”. Entiende que la fase crítica de floración, “que puede estar asociada con algún problema de calidad, prácticamente había pasado y entrábamos a la etapa de llenado de grano, por lo que esto asegura agua para el perfil para enfrentar sin mayores problemas el ciclo. De esta manera los potenciales de rendimiento esperados se deberían de completar”, dijo el profesional sanducero.
Respecto a los inconvenientes sanitarios que se han constatado en algunas chacras del sur de la provincia de Entre Ríos y al norte de la de Buenos Aires, Simeán indicó que “eso felizmente no ha ocurrido por esta zona. En algún caso se debió hacer alguna aplicación de fungicidas, pero dentro de lo normal”.
VERANO La zafra de verano “viene muy bien, porque las reservas se hicieron con mucha anticipación, por el miedo que había en cuanto a la disponibilidad de semillas. Las lluvias hicieron que el ánimo mejore y comenzaron a levantarse los pedidos, y los insumos que estaban facturados y en reserva. Con esta agua se ve más cerca la fecha de siembra y comienzan a hacerse las previsiones”, precisó.
En tanto indicó que las expectativas por soja “son muy buenas”, aunque en sorgo se estará “un poco por debajo en el área que el año pasado, pero igual hay una buena intención de siembra”. Apuntó que en la zafra de verano se va a comenzar con la soja y el sorgo quedará para el área de segunda y se va a sembrar a mediados de noviembre”.
ANTECEDENTES Para manejar estabilidad o una baja, habría que definir la superficie de la campaña anterior. Para la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) fue de 1.100.000 hectáreas, para los privados se ubicó entre 1.250.000 y 1.300.000 hectáreas. Seis veces más que el trigo, el segundo cultivo en área de Uruguay.
Tomando un área de 1.200.000 hectáreas y un rendimiento promedio de 2.400 kilos por hectárea, se alcanzaría una producción del orden de 2.900.000 toneladas. Esto es alrededor de medio millón de toneladas más que la campaña anterior.
Si se toma un valor FOB de U$S 375 a U$S 385 por tonelada con un saldo exportable de 2.800.000 toneladas se tendría un ingreso del orden de U$S 1.050 millones, alrededor de 20% más que en la campaña 2015/2016.
TEMPRANO La soja se empezará a sembrar temprano, sobre todo en las chacras de primera. “Las limitantes que teníamos eran la falta de agua, y estas lluvias dejan los campos en condiciones y cuando levante el tiempo, se empezará a sembrar, seguramente a fines de octubre”, puntualizó Simeán.
Considera que la actividad será “lentamente pero en forma sostenida, que es lo que se percibe de la conversación diaria con los productores”. Aclaró que se están haciendo “los últimos ajustes, lo que ha determinado que quede alguna disponibilidad de semilla, y es bueno que se conozca porque hace algunos días no quedaba prácticamente más semilla en el mercado. Hoy los productores han ajustado las áreas, las densidades de siembra con base en la propia germinación de alguna semilla propia que les quedaba, por lo que disponemos de algún remanente de semilla”.
MERCADOS Para Luis Simeán, el mercado “está estable con alguna tendencia a consolidar los precios. Los productores han ido fijando ventas a futuro, en algunos casos fijando precio directamente y en otros fijando las primas que hoy andan en el entorno de menos U$S 12 en referencia a Chicago”. Aclaró que son primas bajas, que ha determinado que “los productores vayan tomando posición”.
Expresó que mercado está “firme”. Si bien la cosecha americana “viene muy bien, la demanda sigue muy sostenida y parece que estamos frente a precios estables en lo referido a la soja”.
En el caso del sorgo la referencia es de U$S 150 de base que puso ALUR, que le permite al productor que tiene que incluir alguna gramínea en la rotación hacer la cuenta con números arriba de la mesa. No son los precios de dos o tres años, pero sí un mercado bastante estable para la zafra de verano”.
Respecto a lo de invierno, la situación “es diferente”, sostuvo el técnico. “Sí había una recuperación del precio de la cebada, que ha hecho que los productores en estos últimos días fijaran precios. Es una recuperación de 6 a 7 dólares, que hoy se ubica en el entorno de U$S 176 a U$S 178 aproximadamente”, acotó.
Aclaró que “continúa muy deprimido el trigo, verificándose consultas de los productores, pero con un precio trancado. Hoy la cooperativa analiza qué hacer en cuanto a la política de almacenaje, para aquellos productores que después de la cosecha deseen esperar alguna posibilidad de recuperación del precio”.
CLIMA Las últimas proyecciones sobre el evento Niña aumentaron su probabilidad, especialmente para el último trimestre del año que arrojaría para Uruguay precipitaciones por debajo del promedio y temperaturas por encima de la media histórica. Para los meses de verano la probabilidad es menor que para la primavera y eso se acentúa cuanto más se acerca al otoño en 2017.
Los pronósticos sobre el evento Niña que seguiría al episodio de El Niño han sido volátiles. Sobre abril-mayo las proyecciones sobre un eventual efecto de La Niña para la primavera estadounidense ayudaron al rebote de los precios de la soja y el maíz en conjunto con la menor producción sudamericana para ambos granos.
Según el último reporte del Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos, junto al Instituto de Investigación del Clima de la Universidad de Columbia, para el trimestre octubre-diciembre la probabilidad de un episodio Niña era de 65%, bajando a 44% para enero-marzo.
En los dos últimos informes aumentó la probabilidad respecto al reporte de comienzos de setiembre en el que había un 40% de posibilidad de un evento Niña para octubre-diciembre y de 30% para enero-marzo. Mientras que en el último informe del local Grupo de Análisis de Tendencias Climáticas se manejó una alta probabilidad de precipitaciones por debajo del promedio para octubre-diciembre. TOMADO E EL TELEGRAFO DE UY
El gerente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), filial Paysandú, explicó que a esto se suman las temperaturas bajas que se dan preferentemente a la noche y madrugada, que ayuda para la no aparición de hongos, “y no tendrá la explosión que podría verificarse si las lluvias venían acompañadas de altas temperaturas”.
Agregó que la situación hoy “es buena, porque en general los cultivos estaban bien, todos entrando a la etapa de llenada de grano, una etapa clave para el rendimiento, y esta agua es fundamental”. Entiende que la fase crítica de floración, “que puede estar asociada con algún problema de calidad, prácticamente había pasado y entrábamos a la etapa de llenado de grano, por lo que esto asegura agua para el perfil para enfrentar sin mayores problemas el ciclo. De esta manera los potenciales de rendimiento esperados se deberían de completar”, dijo el profesional sanducero.
Respecto a los inconvenientes sanitarios que se han constatado en algunas chacras del sur de la provincia de Entre Ríos y al norte de la de Buenos Aires, Simeán indicó que “eso felizmente no ha ocurrido por esta zona. En algún caso se debió hacer alguna aplicación de fungicidas, pero dentro de lo normal”.
VERANO La zafra de verano “viene muy bien, porque las reservas se hicieron con mucha anticipación, por el miedo que había en cuanto a la disponibilidad de semillas. Las lluvias hicieron que el ánimo mejore y comenzaron a levantarse los pedidos, y los insumos que estaban facturados y en reserva. Con esta agua se ve más cerca la fecha de siembra y comienzan a hacerse las previsiones”, precisó.
En tanto indicó que las expectativas por soja “son muy buenas”, aunque en sorgo se estará “un poco por debajo en el área que el año pasado, pero igual hay una buena intención de siembra”. Apuntó que en la zafra de verano se va a comenzar con la soja y el sorgo quedará para el área de segunda y se va a sembrar a mediados de noviembre”.
ANTECEDENTES Para manejar estabilidad o una baja, habría que definir la superficie de la campaña anterior. Para la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) fue de 1.100.000 hectáreas, para los privados se ubicó entre 1.250.000 y 1.300.000 hectáreas. Seis veces más que el trigo, el segundo cultivo en área de Uruguay.
Tomando un área de 1.200.000 hectáreas y un rendimiento promedio de 2.400 kilos por hectárea, se alcanzaría una producción del orden de 2.900.000 toneladas. Esto es alrededor de medio millón de toneladas más que la campaña anterior.
Si se toma un valor FOB de U$S 375 a U$S 385 por tonelada con un saldo exportable de 2.800.000 toneladas se tendría un ingreso del orden de U$S 1.050 millones, alrededor de 20% más que en la campaña 2015/2016.
TEMPRANO La soja se empezará a sembrar temprano, sobre todo en las chacras de primera. “Las limitantes que teníamos eran la falta de agua, y estas lluvias dejan los campos en condiciones y cuando levante el tiempo, se empezará a sembrar, seguramente a fines de octubre”, puntualizó Simeán.
Considera que la actividad será “lentamente pero en forma sostenida, que es lo que se percibe de la conversación diaria con los productores”. Aclaró que se están haciendo “los últimos ajustes, lo que ha determinado que quede alguna disponibilidad de semilla, y es bueno que se conozca porque hace algunos días no quedaba prácticamente más semilla en el mercado. Hoy los productores han ajustado las áreas, las densidades de siembra con base en la propia germinación de alguna semilla propia que les quedaba, por lo que disponemos de algún remanente de semilla”.
MERCADOS Para Luis Simeán, el mercado “está estable con alguna tendencia a consolidar los precios. Los productores han ido fijando ventas a futuro, en algunos casos fijando precio directamente y en otros fijando las primas que hoy andan en el entorno de menos U$S 12 en referencia a Chicago”. Aclaró que son primas bajas, que ha determinado que “los productores vayan tomando posición”.
Expresó que mercado está “firme”. Si bien la cosecha americana “viene muy bien, la demanda sigue muy sostenida y parece que estamos frente a precios estables en lo referido a la soja”.
En el caso del sorgo la referencia es de U$S 150 de base que puso ALUR, que le permite al productor que tiene que incluir alguna gramínea en la rotación hacer la cuenta con números arriba de la mesa. No son los precios de dos o tres años, pero sí un mercado bastante estable para la zafra de verano”.
Respecto a lo de invierno, la situación “es diferente”, sostuvo el técnico. “Sí había una recuperación del precio de la cebada, que ha hecho que los productores en estos últimos días fijaran precios. Es una recuperación de 6 a 7 dólares, que hoy se ubica en el entorno de U$S 176 a U$S 178 aproximadamente”, acotó.
Aclaró que “continúa muy deprimido el trigo, verificándose consultas de los productores, pero con un precio trancado. Hoy la cooperativa analiza qué hacer en cuanto a la política de almacenaje, para aquellos productores que después de la cosecha deseen esperar alguna posibilidad de recuperación del precio”.
CLIMA Las últimas proyecciones sobre el evento Niña aumentaron su probabilidad, especialmente para el último trimestre del año que arrojaría para Uruguay precipitaciones por debajo del promedio y temperaturas por encima de la media histórica. Para los meses de verano la probabilidad es menor que para la primavera y eso se acentúa cuanto más se acerca al otoño en 2017.
Los pronósticos sobre el evento Niña que seguiría al episodio de El Niño han sido volátiles. Sobre abril-mayo las proyecciones sobre un eventual efecto de La Niña para la primavera estadounidense ayudaron al rebote de los precios de la soja y el maíz en conjunto con la menor producción sudamericana para ambos granos.
Según el último reporte del Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos, junto al Instituto de Investigación del Clima de la Universidad de Columbia, para el trimestre octubre-diciembre la probabilidad de un episodio Niña era de 65%, bajando a 44% para enero-marzo.
En los dos últimos informes aumentó la probabilidad respecto al reporte de comienzos de setiembre en el que había un 40% de posibilidad de un evento Niña para octubre-diciembre y de 30% para enero-marzo. Mientras que en el último informe del local Grupo de Análisis de Tendencias Climáticas se manejó una alta probabilidad de precipitaciones por debajo del promedio para octubre-diciembre. TOMADO E EL TELEGRAFO DE UY
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