Los jóvenes enfrentan al gobierno contra mina de oro en
Rumania
Mundo - Europa
Los jóvenes pedimos un cambio radical, total, de 180° en la
forma de actuar de las Organizaciones de la Sociedad Civil, que ya no nos
representan.
Hasta hoy fue esto y hemos llegado a esto.
No lo queremos mas.
Debemos dejar de participar, dejarlos solos en sus
reuniones, escribiendo documentos que solo ellos leen y entienden, inventando
Siglas, viajando con sus valijas repletas de preocupación por un Planeta que
nos dejan destruido. La realidad pasa por otro lado. No sabemos por donde pero
seguro que por el camino que ellos recorrieron, no y no podemos permitirnos
repetir sus errores.
El domingo, 15.000 manifestantes reclamaron la retirada de
un proyecto de ley que autoriza la explotación de la mayor mina de oro de
Europa en la pintoresca localidad de Rosia Montana, en Transilvania. Desde hace
una semana, miles de jóvenes rumanos se manifiestan cada tarde contra la
concesón de una mina de oro a un compañía canadiense y han logrado que el
Gobierno anuncie la marcha atrás en el proyecto.
Fuente: Gara
«Tras la primavera árabe y el verano turco, el otoño
rumano», proclama una banderola en la plaza de la Universidad de Bucarest, que
fue hace años, escenario de protestas contra Nicolae Ceausescu en 1989.
Con edades entre 18 y 35 años, estudiantes, ingenieros,
artistas... «entre los manifestantes se encuentra la élite de la nueva
generación, de gente más implicada en la vida pública», asegura el sociólogo
Mircea Kivu.
Un magma que incluye a sensibilidades distintas,
«ecologistas, anarquistas, gentes de derecha, libertarios... unidos por su
rechazo a los partidos y todos los que permitieron llegar a esto arrogándose su
representación», añade.
«Tras 1989 y la manifestaciones en la calle la gente se
desanimó porque percibió que no servía para cambiar las cosas. Durante años ha
reinado la apatía pero estos jóvenes aportan un nuevo optimismo», insiste.
El domingo, 15.000 manifestantes reclamaron la retirada de
un proyecto de ley que autoriza la explotación de la mayor mina de oro de
Europa en la pintoresca localidad de Rosia Montana, en Transilvania. Como en
Turquía, un problema medioambiental desemboca en una protesta general contra la
clase política, su falta de transparencia y la corrupción, y en este caso
incapaz o nada decidida a hacer progresar el nivel de vida en el segundo país
más pobre de Europa.
«Comparadas con los cientos de miles en Francia o Portugal
parecen pocos, pero en Rumanía, donde la apatía civil es axfisiante, es un gran
paso adelante», señala Victoria Stoiciu, de la Fundación Friefrich Ebert. «Los
políticos pensaban que no reaccionaríamos nunca. Se equivocaban», insiste. Los
jóvenes nos hemos cansado y lo venimos demostrando aunque no quieran verlo.
El primer ministro, Victor Ponta, anunció el rechazo al
proyecto de ley para permitir la extracción de oro. Pero los manifestantes no
se fían y aseguran que seguirán vigilantes.
TOMADO DE ENVIO DE Taller de Educación Ambiental No Formal
Mayu Sumaj Córdoba
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