Varias cuencas del
Tunari corren el riesgo de deslizarse en 7 municipios
Cochabamba
Otros sectores. Al menos 18 ríos de la cordillera del Tunari
y el río Chokaya en Quillacollo registran desprendimientos. En Cercado, el
Pintu Mayu y el Serqueta están en las mismas condiciones | Los Tiempos
Laura Manzaneda
De las 39 cuencas que
se encuentran en la serranía del Parque Tunari y que corresponden a los
municipios de la región metropolitana (Sacaba, Cercado, Tiquipaya, Quillacollo,
Colcapirhua, Vinto y Sipe Sipe), 18 corren el riesgo de deslizarse como ocurrió
con la cuenca Taquiña, indicó el exdirector del Parque Nacional Tunari (PNT),
Carlos Espinoza.
Al igual que Taquiña, en las inmediaciones de los ríos
Serqueta Mayu, Cantarrana, Aranjuez, Phajcha Mayu, Pintu Mayo (Ticti Mayu),
Pasaje Mayu, Lok’ostani de las cuenca Andrada y
Tirani, en Cercado, se reportaron incendios y existen asentamientos
ilegales sobre el límite urbanizable de
la cota 2.750 del Parque Tunari.
En los últimos años, en la naciente del río Ticti Mayu se
registraron desprendimientos, por lo que también hay riesgo de deslizamiento de
la plataforma.
En 2012, en la cuenca
del río Pintu Mayu se registró un pequeño desprendimiento, explicó otro experto
que prefirió no identificarse.
El sector de la empresa Semapa, por donde baja el río Jana
Mayu, también corre riesgo, porque en ese lugar hubo incendios y no hay vegetación para sostener la tierra.
La urbanización Santa Cecilia, en Cercado, está en medio de los ríos Pintu Mayu y Jana Mayu.
“Eso es bastante peligroso, pero tenemos que hacer algo, esa comunidad no puede
estar ahí, no tienen derecho propietario y ya hay una sentencia para que
salgan”, dijo.
Pero en la zona urbana en Cercado, por debajo de la cota
tampoco se respetaron las franjas de seguridad, debido a que los ríos que nacen
en la cordillera Tunari y llegan a ocupar hasta 50 metros de ancho fueron
reducidos a torrenteras de cuatro y dos metros de ancho por los asentamientos
urbanos.
Ni las personas ni las autoridades respetan las franjas de
seguridad, que debería ser de 100 metros
a cada lado de máxima crecida del afluente,
pero en algunas cosas las viviendas están a 20 metros de los afluentes.
Pero los ríos Serqueta Mayu, Cantarrana y Aranjuez tienen un
ancho de hasta 40 metros en la cordillera, se reducen a torrenteras de dos
metros en el área urbana de Cercado.
En la década de los 80, la ex Corporación de Desarrollo de
Cochabamba (Cordeco) realizó varios trabajos en el río Pintu Mayu (Ticti Mayu)
debido a que causaba diferentes inundaciones en la zona.
“Ticti”, en quechua
significa mazamorra.
En ese entonces, ex Cordeco determinó que las viviendas
debían respetar una franja de seguridad de 190 metros a cada lado del río Ticti
Mayu. Actualmente, está franja se respeta hasta la segunda Circunvalación.
Desde ahí en adelante la misma va disminuyendo hasta convertirse en un canal de
dos metros, que baja por la avenida Perú.
En los años 80, ese caudal era tan grande que alimentaba la
laguna de Coña Coña y llegaba hasta el río Rocha con gran fuerza.
“En realidad al parque todas las Alcaldías meten la mano, la
Alcaldía de Sacaba recién hace dos semanas ha regularizado tierras dentro de lo
que son las franjas de seguridad, de servidumbre ecológica. Después el INRA
entrega saneamientos a los loteadores que se hacen pasar por agricultores y
después fraccionan la tierra y a eso hay que se sumar los incendios”, afirmó
Espinoza.
Explicó que en la Ley 262 de Congelamiento de Fondos y otros
Activos de Personas Vinculadas con Acciones de Terrorismo y Financiamiento del
Terrorismo no se puede hacer nada y que debe salir una nueva normativa más para
prevenir y conservar el Parque Tunari.
EN LAS CUENCAS
Piden acciones de prevención
El antropólogo Augusto Delgado indicó que se deben tomar
acciones de prevención en varias cuencas. “El factor principal de la atención
de riesgo es la prevención, no la atención del desastre. La lógica que tienen
los municipios es atender el desastre La prevención implica una inversión
estratégica”, dijo.
“Quién asume la responsabilidad de los daños, ahora estamos
atendiendo la emergencia, pero quién responde el patrimonio de esas personas.
Si hay documentos que te están advirtiendo que esto iba a pasar, son documentos
técnicos con diagnósticos, donde participa la UMSS”, acotó.
OPINIÓN
“Se debe planificar el uso del territorio”
Carmen Ledo Directora
de Ceplag-UMSS
Debería haber un encuentro con las diferentes
autoridades para pensar en una planificación integral de uso del territorio,
preservando la Madre Tierra, que tiene estas reacciones por falta de prevención
y planificación.
Las franjas de seguridad son zonas donde constantemente se
debería estar haciendo acciones de prevención, verificar si no hay riesgo de
estos deslizamientos. Lamentablemente, parece que esto no está sucediendo y se
ve que muchas casas están casi al medio de las torrenteras, entonces dónde están las autoridades que
deben planificar.
Necesita con urgencia
que las autoridades se pongan la mano al pecho y dejen de seguir aceptando
asentamientos en zonas de riesgo.
MÁS DATOS
Viviendas debían estar a 100 m del río
El director del Parque Tunari, Héctor Bejarano, indicó que
los viviendas de las zonas de Villa
Satélite, Chili Marca, Villa Belén
tenían que estar a 100 metros de la máxima crecida del río Taquiña,
porque era zona de alto riesgo. En las franjas de seguridad de los ríos
no deben construirse viviendas.
Varias cuencas cuentan con diagnósticos de riesgo y se sabe
que en cualquier momento puede haber deslizamientos. “Entonces, porque no se
están tomando las medidas adecuadas, no sólo poner gaviones sino también se
deben hacer trabajos de bioingeniería, reforestar adecuadamente, no improvisada”, dijo el antropólogo Augusto
Delgado.
La vegetación seca en la los borde de la torrentera
Cantarrana, en Cercado.
Jos{e Rocha
La situación también es crítica en otros municipios
En Quillacollo, la cuenca San Miguel está en riesgo debido a
que las nacientes del río Chocaya registran, desde hace dos años, un
desprendimiento más grande que en el
Taquiña.
Funcionarios del Sernap indicaron que comunicaron
oportunamente del riesgo a la Alcaldía Quillacollo. En ese mismo municipio los
ríos Pisui, Chi¡jlawiri, Chocaya, Qhollpa mayu están en la misma situación.
En Vinto están los ríos Llave Mayu, Pairumani, Wallikea; en
Sacaba Phajcha Mayu, Khara Khara, Lok’osti Mayu, Samakuya, Spanani, Accumani,
Chungara, Wara Wara, Molle Mayu y Abarca Mayu; en Tiquipaya el Taquiña, Greda
Mayu, Chuta Khawa, K´hora y Angela Mayu.
Todas estos afluentes nacen en la cordillera del Parque
Tunari y la totalidad ha perdido cobertura vegetal a causa de los constantes
incendios.
Sólo en 2016 más de 4.000 hectáreas de bosque se consumieron
en el Tunari en más de 50 incendios.
A los incendios hay que añadir la construcción de caminos,
extensión de tierras agrícolas y de pastoreo en la reserva y los asentamientos
humanos que se consolidan en el Parque Nacional, ante la pasividad de las
autoridades.
La Ley 348 de Gobiernos Autónomos Municipales determina que
los ríos, quebradas, torrenteras, torrentes, riachuelos, lechos y taludes hasta
su coronamiento son bienes municipales, por lo que corresponde a los municipios
evitar construcciones en esos predios y a 30 metros a cada lado de su eje de
máxima crecida.
Todos estos afluentes
desembocan en el río Rocha.
foto El canal en el que se convierte el río Pintu Mayu, antes de
su llegada al río Rocha.
Daniel James
Advirtieron del riesgo a vecinos y autoridades
El Centro de Levantamientos Aeroespaciales y Aplicaciones de
Sistemas de Información Geográfica para el Desarrollo Sostenible de los
Recursos Naturales (CLAS) de la UMSS y
otras instituciones advirtieron oportunamente a la Alcaldía de Tiquipaya y a
los vecinos que tienen sus viviendas en la zona donde llegó la mazamorra,
indicó en un medio televisivo el antropólogo Augusto Delgado.
“Cuando dábamos talleres en 2010 con los vecinos muchos de
los que viven en el río Taquiña se reían porque decían que este río nunca trae
mucha agua, ‘no pasa nada’. Pero instituciones como el CLAS, han entregado
documentos técnicos”, sostuvo Delgado.
Explicó que del 2009 al 2011 se realizó un plan de
ordenamiento urbano de los distritos de la cordillera del Parque Tunari sobre
todo del 3, y de las áreas urbanas 4, 5 y 6.
Ya en 2010 se identificó que había mucha erosión de tierras
por monocultivos, incendios y malos manejos que estaban debilitando toda la
cobertura vegetal que contenían los abanicos aluviales.
La inoportuna atención a este tipo de fenómenos derivó en la
tragedia de Tiquipaya.
DIFERENTES OPINIONES
"Con la mazamorra ahí ya nada se puede hacer, estamos
en una indefensión total. Debía haberse prevenido, evaluar si había riesgo, si
lo había debía generarse obras que impidan de que una riada seda los atajados
para que la situación sea menos dramática”.
Carmen Ledo
Directora del Ceplag
"Nosotros estamos viendo el tema de las cuencas, vamos
a poner más atención a los estudios para impedir que se sucedan estos
desastres, de manera que es un trabajo permanente. Primero, vamos a encausar el
río Taquiña.
Iván Canelas Gobernador
Tomado de los tiempos de Bolivia
No hay comentarios:
Publicar un comentario