Alerta: Los vecinos de la zona llamaron a Emergencias para prevenir mayores daños.
Un nuevo deslizamiento se produjo en la zona Bajo San Isidro, en el plan 40, al sureste de la ciudad.
Al momento no se reportaron víctimas ni daños materiales de consideración.
El hecho se registró ayer cerca de las 18.00. De acuerdo con un testigo, una pequeña parte de un cerro que se encuentra en el lugar se vino abajo. La tierra y las piedras que cayeron afectaron una de las vías, pero sin inhabilitar el tránsito.
Según Jorge Sotez, gerente técnico de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), las causas de este deslizamiento tienen que ver con la construcción de un muro de contención en la zona y no con el deterioro de la tubería que distribuye agua en ese barrio, “que es muy antigua”, como sugirieron algunos vecinos de Bajo San Isidro. “(La tubería) está en buen estado pese al tiempo”, apuntó el funcionario.
Sotez dijo que en la zona se realizan trabajos desde hace unas semanas, concretamente análisis de aguas, y no se verificó situaciones que representaran riesgo para los vecinos asentados allí.
PREVENCIÓN. Con el fin de garantizar la seguridad de los habitantes de Bajo San Isidro, EPSAS disminuirá la presión de agua de una de sus cámaras, lo que no significa, sin embargo, que cortará el suministro del líquido en la zona; éste se distribuirá con normalidad, según dijo.
Por su parte, Luis Lugones, de la Dirección General de Riesgos, afirmó que se realizan monitoreos en la zona afectada y que al momento “no hay por qué alarmar a los vecinos”. Agregó que los resultados de dicho monitoreo mostrarán si las viviendas están en riesgo y, en tal caso, se tomarán las medidas que sean necesarias.
Lugones enfatizó en que el deslizamiento no provocó daños importantes ni afectó a persona alguna. Sin embargo, tal como señaló Sotez, se considera necesario disminuir la presión del agua que se distribuye en la zona y barrios aledaños hasta que se solucione la contingencia.
En febrero, La Paz vivió un derrumbe de magnitud sin pérdidas humanas que causó el desplome de al menos 400 casas, dejando por lo menos cinco mil afectados en siete barrios de la ladera este de esta urbe. La Alcaldía la calificó como el “mayor desastre de las últimas décadas” y el Ministerio de Defensa dijo que “la situación fue dramática”.
La empresa de agua potable se vio obligada a interrumpir el suministro a 41 barrios de la zona Sur y de Mallasa porque la tubería de alta presión que baja desde Pampahasi hacia el sur de la ciudad corría el riesgo de colapsar en varios tramos. El agua fue distribuida mediante cisternas. Lo mismo ocurrió con la energía eléctrica y las labores escolares fueron suspendidas.
Tomado del Diario La Razon
Un nuevo deslizamiento se produjo en la zona Bajo San Isidro, en el plan 40, al sureste de la ciudad.
Al momento no se reportaron víctimas ni daños materiales de consideración.
Según Jorge Sotez, gerente técnico de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), las causas de este deslizamiento tienen que ver con la construcción de un muro de contención en la zona y no con el deterioro de la tubería que distribuye agua en ese barrio, “que es muy antigua”, como sugirieron algunos vecinos de Bajo San Isidro. “(La tubería) está en buen estado pese al tiempo”, apuntó el funcionario.
Sotez dijo que en la zona se realizan trabajos desde hace unas semanas, concretamente análisis de aguas, y no se verificó situaciones que representaran riesgo para los vecinos asentados allí.
PREVENCIÓN. Con el fin de garantizar la seguridad de los habitantes de Bajo San Isidro, EPSAS disminuirá la presión de agua de una de sus cámaras, lo que no significa, sin embargo, que cortará el suministro del líquido en la zona; éste se distribuirá con normalidad, según dijo.
Por su parte, Luis Lugones, de la Dirección General de Riesgos, afirmó que se realizan monitoreos en la zona afectada y que al momento “no hay por qué alarmar a los vecinos”. Agregó que los resultados de dicho monitoreo mostrarán si las viviendas están en riesgo y, en tal caso, se tomarán las medidas que sean necesarias.
Lugones enfatizó en que el deslizamiento no provocó daños importantes ni afectó a persona alguna. Sin embargo, tal como señaló Sotez, se considera necesario disminuir la presión del agua que se distribuye en la zona y barrios aledaños hasta que se solucione la contingencia.
En febrero, La Paz vivió un derrumbe de magnitud sin pérdidas humanas que causó el desplome de al menos 400 casas, dejando por lo menos cinco mil afectados en siete barrios de la ladera este de esta urbe. La Alcaldía la calificó como el “mayor desastre de las últimas décadas” y el Ministerio de Defensa dijo que “la situación fue dramática”.
La empresa de agua potable se vio obligada a interrumpir el suministro a 41 barrios de la zona Sur y de Mallasa porque la tubería de alta presión que baja desde Pampahasi hacia el sur de la ciudad corría el riesgo de colapsar en varios tramos. El agua fue distribuida mediante cisternas. Lo mismo ocurrió con la energía eléctrica y las labores escolares fueron suspendidas.
Tomado del Diario La Razon
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