El brócoli contiene un potente antioxidante que ha
demostrado efectos muy beneficiosos para la salud
Por: Maité Zudaire
Los meses de otoño e
invierno son idóneos para iniciarse en la cocina con nuevas recetas de brócoli,
para degustar distintos platos de esta verdura en los menús semanales de
temporada. Un mayor consumo de verduras crucíferas como el brócoli puede
reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer por su riqueza en
glucosinolatos, unos compuestos con un alto potencial antioxidante. A algunos
consumidores, sin embargo, no les gusta el brócoli y no lo comen, pero buscan
los beneficios de esta verdura en complementos dietéticos que contienen el
antioxidante. Conviene recordar que, según los más recientes estudios,
sustituir las verduras por estos suplementos es un hábito que puede comportar
ciertos riesgos. El siguiente artículo explica los beneficios del brócoli y
ofrece varias ideas para prepararlo de manera sabrosa.
Los beneficios del brócoli
Cada temporada, la
naturaleza brinda distintas verduras, cada una con su particularidad. En otoño
e invierno, brotan las verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor, el
repollo o berza y las coles de Bruselas, en sus múltiples variedades. Esta
familia de verduras se diferencia del resto por su alto contenido de
glucosinolatos. Estos compuestos se metabolizan en el organismo en
isotiocianatos, que son antioxidantes. El sulforafano es el antioxidante más
potente del brócoli y que ha demostrado acciónanticancerígena, de ahí el
interés de los nutricionistas por promocionar un mayor consumo natural del
brócoli, más durante la temporada invernal.
Cuatrocientos gramos
de verduras, hortalizas y frutas es el consumo recomendado mínimo diario por la
Organización Mundial de la Salud para obtener el máximo beneficio sanitario de
estos grupos de alimentos. La sinergia de los distintos componentes minerales,
vitamínicos, de fibra y antioxidantes evidencia que las verduras sean alimentos
escogidos para la prevención de enfermedades crónicas (obesidad,
cardiovasculares, diabetes, e incluso, diversos tipos de cáncer) y otros
trastornos comunes de salud como el estreñimiento.
Contrario a la
teoría, la práctica pone de manifiesto que la población española come menos verduras
y hortalizas de lo aconsejado, un hábito que se aleja del patrón de dieta
mediterránea, como valor preventivo seguro. A muchos consumidores no les gustan
las verduras, o no saben sacarles partido en la cocina, por lo que les resulta
más cómodo tomar un complemento dietético que les aporte los antioxidantes del
alimento.
No obstante, se
reproducen las investigaciones que ponen en entredicho la eficacia de ciertos
complementos dietéticos y su capacidad para proveer beneficios. La forma
química en la que se encuentran los compuestos bioactivos en la naturaleza y la
acción sinérgica del resto de componentes de las plantas explica que sean más y
mejor absorbibles los antioxidantes y las vitaminas naturales, de los
vegetales, frente a los de laboratorio. Como se señala en este artículo de
EROSKI CONSUMER, no hay pruebas médicas ni científicas que apoyen el uso de
suplementos de antioxidantes para prevenir la mortalidad. Es más: los
suplementos de vitamina A, de beta-carotenos (antioxidantes, que además son precursores
de la vitamina A) y de vitamina E pueden incrementar el riesgo de morir de
manera prematura.
Brócoli hasta en la sopa
El brócoli es una
verdura que, tras el cocinado, ha de quedar "al dente" para
aprovechar en mayor medida sus componentes nutricionales. Son comunes las
recetas de brócoli como primer plato o principal, dispuesto en ramilletes,
cocidos o asados, si bien la verdura troceada en láminas se convierte en otra
forma apetecible de probar el brócoli salteado con otras hortalizas. Es el caso
de la receta de verduras y tallos de brécol para acompañar, de guarnición, o
como ingrediente de una sopa.
La receta más
sencilla y simple de brócoli es el salteado con ajos, un plato al que se le
puede dar un punto de sabor y color si se le añade pimentón. La mezcla de
hortalizas y verduras dehoja verde, como la propuesta de brócoli sobre puré de
judías verdes, por su combinación nutritiva (hierro, magnesio y vitamina K), es
muy recomendable en caso de anemia ferropénica, contracturas musculares y para
cuidar la salud ósea. La originalidad y facilidad de las recetas permite
introducir el brócoli en los menús durante toda la temporada de otoño e
invierno.
En las noches más
frías, un estofado de brécol con champiñones resulta reconfortante, al igual
que la sopa de brécol o la receta de brécol asado, acompañado de salsa de
almendras. Si ha sobrado estofado, se puede mezclar con un rehogado de cebolla
y servir de ingrediente para cocinar un energético quiche de brócoli con
cebolla y champiñones o una original pizza. Si se le da un hervor corto, lo
justo para ablandar los tejidos fibrosos pero que mantenga su tersura, el
brécol da un contrapunto de sabor a las ensaladas, como la de espárragos o la
de pimientos.
Aunque menos conocido
en muchas regiones en comparación con alimentos similares, como la coliflor o
la berza, el brócoli es adecuado para todo tipo de preparaciones a base de
cereales, como el arroz, unos lacitos de pasta, una lasaña o con un guiso de
legumbres, como la propuesta de alubias blancas con brécol. Esta variada lista
de recetas brinda la posibilidad de iniciarse en el consumo de brócoli, una
verdura excepcional, de manera sencilla, asequible y rápida. Sin excusas.
Fuente: EROSKI
CONSUMER tomado de envío de .pregonagropecuario. de ar
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