Podría usarse a escala industrial para eliminar este
contaminante
El plástico es un producto que contamina tanto la tierra
como el agua
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano *
Que el plástico es un problema no es noticia, y se trata de
un problema mundial pero que algo lo coma, esto si es noticia. Es un material
que tiene muchísimas aplicaciones, en algunas se lo recicla pero en la inmensa
mayoría se convierte en un residuo que el medio ambiente tarda muchísimo tiempo
en degradar lo que lo convierte en un residuo abundante y muy contaminante.
A pesar de las ventajas que ofrece, por su ductilidad para
darle diversas formas y tamaños, tiene un serio inconveniente, consistente en
su lenta degradación. Una bolsa de plástico tarda unos 100 años en desaparecer
si es fabricada con polietileno de baja densidad. En el caso de las más densas
y resistentes, pueden tardar hasta 400 años en degradarse
Se lo emplean para la fabricación de envases de una gran
variedad de productos, en particular los alimenticios, donde prácticamente ha
desplazado al vidrio, lo que genera una gran demanda de este material. En el
uso cotidiano y doméstico, los humanos utilizamos unas 100.000 toneladas
anuales de
este tipo de residuos.
El destino de los residuos plásticos se limita en mínima
medida al reciclado, una gran cantidad termina en varios tipos de basurales, y
lo que parece extraño, las corrientes
oceánicas arrastran toneladas de microplásticos, desde las cosas del Atlántico
Norte hasta las aguas del Ártico y desde las del Océano Pacifico, oriental y
occidental van hasta al Pacifico Norte, creando grandes “islas” de estos
residuos, que en ocasiones son ingeridos por la fauna marina causando
mortalidad y contaminación de los peces que en más de una oportunidad llegan a
nuestra mesa.
Los problemas que ocasionan los plásticos, los podemos
sintetizar así, su resistencia, difícil eliminación y nuestra dependencia del
mismo, hacen que cada año se produzcan en todo el mundo unas 80 millones de
toneladas de este material.
Actualmente, cuando no son arrojados a los basurales, se
utilizan procesos de degradación química
muy lentos, pudiendo prolongarse durante meses y requieren de productos
químicos corrosivos, de manera que atacan un problema pero causan otro. Por
este motivo este hallazgo es bienvenido por la comunidad científica y la
industria, ya que se trata de un método natural.
Hace aproximadamente un año, en La Agencia Estatal, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que es la mayor institución
pública dedicada a la investigación en España y la tercera de Europa, la
investigadora Federica Bartocchini, ha encontrado lo que se cree es una posible
solución natural a la degradación del polietileno, ha descubierto que los
gusanos de la cera (Galleria mellonella), que se alimentan habitualmente de
miel y cera de los panales de abejas, son también capaces de degradar este
plástico.
Bartocchini es apicultora y en una ocasión, descubrió que
sus panales estaban atacados por unos gusanos que se alimentaban de la miel y
cera de sus abejas. Limpió los panales, colocó los gusanos en una bolsa de
plástico y los dejó en una habitación. Al volver a la misma descubrió que los
gusanos se habían escapado de la bolsa a pesar de estar cerrada por unos
agujeros que habían realizado ellos mismos, y como la curiosidad es una de las
herramientas de los científicos comenzó una investigación en el CSIC, en el que
también participó Paolo Bombelli y Chris Howe de la Universidad de Cambridge.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Current
Biolog y Degradación natural donde informaban que 100 gusanos degradan 92
miligramos de polietileno en 12 horas.
"Hemos realizado muchos experimentos para comprobar la
eficacia de estos gusanos biodegradando polietileno", señala Bertocchini
en un comunicado. Según los investigadores, un motivo por el que el gusano ha
podido desarrollar este mecanismo es por la similitud entre la composición de
la cera y la del plástico. Aunque todavía se desconoce los detalles de cómo
realiza la degradación, "si conseguimos conocer el mecanismo molecular y
aislar la molécula responsable, se podría producir in vitro a escala industrial
y emplearse para destruir el polietileno", detalla Bertocchini en
declaraciones a EL MUNDO de España.
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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