martes, 25 de septiembre de 2018

URUGUAY: Agroquímicos afectan indiscriminadamente


PUBLICADO POR ADMINCOAL  Trabajadores agrícolas y personas no expuestas directamente a los pesticidas son víctimas por igual de intoxicación aguda.
La condena el 11 de agosto por un tribunal estadounidense a la transnacional Monsanto, fabricante de agroquímicos y productos biotecnológicos, a pagar US$289 millones al jardinero Dewayne Johnson quien sufre cáncer por su exposición al glifosato, el herbicida más usado en el mundo, puso nuevamente sobre el tapete el uso indiscriminado de este tipo de pesticidas por el agro uruguayo.
La jueza Suzanne Ramos Bolanos, de la Corte Superior de San Francisco, en California, determinó que Monsanto debió haber advertido a los consumidores sobre los peligros de sus herbicidas a base de glifosato Roundup y RangerPro. Johnson fue diagnosticado en el 2014 con linfoma no Hodgkin, que se desarrolla en los linfocitos. Hay más de 5,000 demandantes con casos similares en EEUU.
Monsanto ha anunciado que apelará el fallo, a la vez que insiste en que el pesticida “es seguro y no causa cáncer”.
El glifosato, principio activo del Roundup, fue introducido en 1974 por Monsanto, ahora de propiedad de la alemana Bayer. Aunque su patente expiró en el 2000, este herbicida sigue siendo fabricado por diversas empresas. En el 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud concluyó que el glifosato era “probablemente cancerígeno para los humanos”.
Monsanto ha desarrollado especies de semillas transgénicas resistentes al glifosato, entre las que se encuentran maíz, soya y canola que han sido ampliamente utilizadas en monocultivos en el Cono Sur.
En junio del 2017, un estudio de la Universidad de la República, en Uruguay, reveló que más de un centenar de personas resultaron intoxicadas por el uso de pesticidas en el norte del país donde la producción agrícola exige el uso intensivo de plaguicidas a través de aplicaciones semanales o bisemanales.
Según el informativo El Observador, “la investigación se realizó en una población de 114 personas expuestas a plaguicidas (manipulaban estos productos, trabajaban en el invernáculo o vivían en el predio) y 100 personas no expuestas. Para esto se tomaron muestras de sangre en tres situaciones: un mes y medio después de la última aplicación de plaguicidas, a 72 horas del hecho y entre 10 y 15 días después de la última aplicación”.
El estudio reveló “casos de intoxicación aguda” luego de la aplicación de plaguicidas y advirtió que “las personas con mayores niveles de toxicidad fueron las amas de casa que habitan en predios y los trabajadores que trabajan dentro de invernáculos pero que no aplican productos”, señaló el informativo.
Agua, aire y alimentos contaminados
“Lo que afecta a las amas de casa son los residuos de los plaguicidas que quedan en el ambiente luego de la aplicación y entran en contacto con la población a través del agua, el aire y los alimentos. Asimismo, influye que tanto las amas de casa como los trabajadores que no aplican productos, no suelen usar equipos de protección”, precisó a El Observador la ingeniera agrónoma Alexandra Bozzo.
“Siempre se decía que los más expuestos [a los efectos de los plaguicidas] eran los que aplican el producto”, agregó Bozzo. “Sin embargo no es tan así, porque a la exposición ambiental estamos todos expuestos”.
La investigación encontró que 51% de los trabajadores que aplicaron plaguicidas regresaban al invernáculo a las 12 horas posteriores pese a que se debe esperar entre 24 y 48 para hacerlo. Incluso algunos regresaban a los 15 minutos.
El 31 de julio, la Institución Nacional de Derechos Humanos del Uruguay (INDDHH) emitió la resolución 627/2018 en la que indica que el Estado no garantizó efectivamente “el derecho a la vida y al medio ambiente” de trabajadores agrícolas en el departamento oriental de Treinta y Tres cuya salud quedó seriamente afectada a consecuencia de la manipulación de maquinaria con residuos tóxicos así como por exposición a fumigaciones aéreas y por aspersión.
Dirigentes del Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines precisaron que por años han denunciado numerosos casos de trabajadores agrícolas con afecciones pulmonares, dermatitis y alergias por el contacto con pesticidas que son rociados por fumigadoras, estar inmersos en agua contaminada o manipular recipientes sin equipos de seguridad.
A principios de agosto, el informativo científico SciDev.Net reveló el hallazgo de residuos de pesticidas en peces de dos de los principales ríos de Uruguay, Negro y Uruguay, cuyos cursos de agua son compartidos con Argentina. Investigadores analizaron 149 peces pertenecientes a ocho especies e identificaron 30 pesticidas, básicamente fungicidas utilizados en agricultura. En una especie llegaron a identificar 21 de esas sustancias.
El investigador Felipe Tucca, de la Universidad de Concepción, en Chile, manifestó a SciDev.Net que “los resultados son muy relevantes porque el estudio se hizo próximo a zonas ecológicas naturales importantes para la conservación y a centros poblados”.
Tucca agregó que “informar la presencia de múltiples pesticidas en peces de la Cuenca del Plata es altamente relevante para la población uruguaya debido a que deja en evidencia (como línea de base) los potenciales riesgos a los que puede verse enfrentada la población, poniendo una alerta temprana y aportando con un mayor conocimiento que permite la generación de nuevos criterios regulatorios para el uso de pesticidas en el área de estudio”. —Noticias Aliadas.
Leyenda/crédito foto: Fumigación aérea esparce agroquímicos que afectan el ambiente y la salud humana / Santiago Nicolau, La Red 21
Tomado de envio de comunicaciones aliadas

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