Un encuentro internacional en Catamarca contra el modelo
extractivo
La organización Pueblos Catamarqueños en Resistencia y
Autodeterminación convocó a la Primera Cumbre del Agua. Se realizó en la
Universidad Nacional de Catamarca. Participaron 600 personas de organizaciones
sociales.
Por Darío Aranda
“El agua vale más que el oro”, dijo Nora Cortiñas,
incansable.
Imagen: Juan Alaimes
“Cumbre Latinoamericana del agua para los pueblos”, fue el
nombre del encuentro internacional que se realizó el fin de semana en
Catamarca, donde confluyeron más de 600 personas, de decenas de organizaciones
socioambientales y en rechazo al modelo extractivo (minero, petrolero,
agronegocio, nuclear). Un eje destacado fue el derecho a la autodeterminación
de los pueblos (que ningún gobernante decida proyectos contaminantes y
establezca “territorios de sacrificio”). Remarcaron los límites de la
democracia delegativa y recordaron que el acceso al agua es un derecho humano.
Desde la organización Pueblos Catamarqueños en Resistencia y
Autodeterminación (Pucará, que reúne a asambleas la provincia) convocaron y
organizaron la Primera Cumbre del Agua. La sede fue la Universidad Nacional de
Catamarca. Con el aula magna repleta, Marcos Pastrana, referente del pueblo
diaguita, hizo un recorrido histórico del saqueo de los países del norte sobre
América Latina.
“Si matan el agua matan la cultura y la vida de los pueblos.
No hay derechos humanos si no se respeta la naturaleza”, afirmó Pastrana.
Cuestionó que los impulsores y legitimadores del modelo extractivo dejan de
lado del saber de los pueblos y privilegian el poder del dinero. “Las mineras
compran gobernantes, compran jueces y periodistas, pero no podrán las
conciencias de los que luchan en defensa del territorio”, advirtió.
Recordó que otra forma de vida es posible, el “Sumaj
Kawsay”, término quechua que refiere al “buen vivir” de los pueblos
originarios, sin depredar la naturaleza, sin consumismos. Adolfo Pérez
Esquivel, Nóbel de la Paz, hizo una lectura en clave latinoamericana. “No
estamos acá solo por el agua. Estamos para enfrenar la dominación del capital
sobre los pueblos. Cuando se entrega territorios a las multinacionales se está
perdiendo soberanía”, aclaró y definió a la megaminería como “un saqueo
colonial”.
“Se debe cumplir el derecho de los pueblos a la
autodeterminación, al ambiente sano, al desarrollo, a la soberanía. Tenemos
derecho a vivir dignamente. Si se vulneran estos derechos deja de ser
democracia”, afirmó Pérez Esquivel.
El encuentro fue realizada de forma autogestiva, y convocó a
activistas e investigadores de Brasil, Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, entre
otros países. Se abordó la situación del agronegocio de transgénicos y
agrotóxicos, la contaminación y violación de derechos de las petroleras en
Neuquén y Mendoza, las represas que inundan territorios y desalojan miles de
personas (el más preocupante es el proyecto Garabí en Misiones), la minería de
litio y la complicidad científica, la energía nuclear y sus consecuencias.
El trabajo en comisiones se debatió en plenarios. De allí
surgió un documento final que se hará público hoy a la mañana.
Un aspecto de agenda cotidiana en las asambleas
socioambientales es el cuestionaminento a la democracia
delegativa-representativa, el votar sólo cada dos años y que esos
representantes crean que tienen derechos a decidir actividades extractivas en
territorios alejados del poder político. Por contrapartida, las votaciones de
Esquel y Loncopué (contra la megaminería), en Misiones (1996 y 2014) son
ejemplos de democracia directa sobre territorios, donde la poblaciones
afectadas deciden qué actividades privilegian.
Otro eje fue enmarcar el extractivismo como una violación
sistemática de los derechos humanos y no acotarlo sólo a lo ambiental (como
hacen sectores políticos y mediáticos). Todo un mensaje fue que en la apertura
hayan estado Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, de los pocas figuras que unen la
denuncia contra la última dictadura y el apoyo a las luchas territoriales del
presente.
La cumbre fue transmitida en vivo por la radio comunitaria
FM Estación Sur y la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA). “Dejamos la
catarsis y tomamos nota de nuestras fortalezas, para dejar de estar a la
defensiva e ir a la ofensiva, disputar desde la calle, con nuestra capacidad de
organización, de trabajo territorial, con científicos y hacer cumplir nuestros
derechos”, advirtió Cristina Arnulphi, asambleísta de Córdoba.
“No tenemos miedo. El agua vale más que el oro”, comenzó su
discurso Nora Cortiñas y arrancó una oleada de aplausos y gritos de aprobación.
Con el emblemático pañuelo blanco en su cabeza y con el verde en su muñeca
izquierda, recordó a Santiago Maldonado, a Rafael Nahuel “y a todos los muertos
que no aparecen en los diarios”.
Reivindicó la lucha de los pueblos originarios, lamentó que
en Argentina “muchos se enteren tarde” de la violación de derechos que sufren
las comunidades indígenas y remarcó que muchas de las luchas actuales son por
las tierras. Unió conceptos, actores y acciones que hacen al mismo modelo:
extractivismo, pérdida de soberanía, imperialismo, multinacionales, deuda
externa. En el final, puño en alto, llamó a “transformar la protesta en propuesta”
y a “no dejar nunca las calles”.
El auditorio respondió de pie, puños en alto, con aplausos
interminables.
TOMADO DE PAGINA 12 DE AR
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