Nueva pirámide social. Duro golpe al país de la clase media
Por primera vez en décadas la clase media cayó por debajo de
un tercio de la población, mientras la clase baja ya alcanza al 64% de los
hogares argentinos Fuente: Archivo - Crédito: Enrique Marcarian/Reuters
Con el derrumbe de la economía, el peso de la clase media en
la sociedad argentina se redujo en forma notable y por primera vez en
décadas su participación cayó por debajo de un tercio de la población
De acuerdo a un estudio Moiguer Compañía de Estrategia, el
impacto de la pandemia y la cuarentena en la pirámide socio-económica fue de
tal magnitud que sumadas la llamada clase media y clase media baja
representan a solo el 32% de la población, contra el 45% que significaban el
año pasado.
Subió
la pobreza y afecta al 40,9% de los argentinos
El proceso de descenso social derivó en que en el último año
la clase baja viera inflada su participación hasta alcanzar al 64% de los
hogares argentinos, frente al 50% que representaba en 2019. El salto, sin
embargo, no se sintió tanto en el número de argentinos que pueden ser
identificados como de la "clase baja extrema", que se incrementó en
cinco puntos -pasando del 20% al 25%- sino más bien por la
consolidación de la llamada "clase baja", que tuvo un aumento de
nueve puntos (del 30% al 39%).
Por la pandemia y la cuarentena la clase media y clase media
baja hoy representan a solo el 32% de la población, contra el 45% que
significaban el año pasado.
Por su parte, la clase alta casi no sufrió cambios y
si en 2019 significaba el 5% de la sociedad argentina hoy se achicó al 4%.
La pirámide cruza datos de Indec, Cepal y el Banco Central con un análisis más socioeconómico a cargo de la consultora Moiguer. "Las pirámides se elaboran no sólo a partir de los ingresos y los bienes y servicios a los que se puede acceder, sino también tomando otros factores como los estudios y el capital social de una persona. Una persona cae de nivel económico porque pierde el trabajo, no porque le descolgaron el título de profesional de la pared", explica Carolina Porcari, directora de Negocios de Moiguer.
"El Covid es un momento de shock que se siente por
igual en otros países. En la Argentina el 23% de los hogares presentaron una
caída en su nivel socioeconómico frente al año pasado y la clave es ver cómo
será la recuperación y cuánto tiempo va a demandar", explican en la
consultora.
En Moiguer además advierten que los cambios
responden básicamente a una cuestión de ingresos, aunque desde otros
puntos de vista el ascenso o descenso social no es tan directo ni automático.
"Materialmente mucha gente dejó de ser clase media
desde un punto de vista socioeconómico, pero mantiene valores de la clase
media, lo cual implica un desafío extra para las marcas. Van a tener
que hacer productos para los bolsillos de un consumidor que desde un punto de
vista socioeconómico es pobre, pero que se sigue autopercibiendo como clase
media y no se ve reflejado en ese espejo de la pobreza", explicó a LA
NACION Fernando Moiguer, director de la consultora.
Desafíos
Para las marcas la nueva pirámide social argentina implica
desafíos renovados para adaptarse a un nuevo escenario."Las nuevas
marcas A son las que marcas B con marketing", ejemplifica
Moiguer. En esta lista pueden incluirse nombres como la
gaseosa Manaos, los
alfajores Guaymallén, las galletitas Pitusas o el detergente Querubín,
que lograron escapar al posicionamiento exclusivo del precio y alcanzaron
niveles de reconocimiento cada vez mayores entre los consumidores.
"Para las marcas líderes el desafío pasa por
reinventarse, tienen que justificar por qué la gente las tiene que seguir
comprando. Pero, por otro lado, hay una oportunidad para las que se animan
a hacer algo desde la cercanía con el consumidor y estén presentes durante la
crisis", explica Moiguer.
Por: Alfredo Sainz // tomado de la nación de ar
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