Impulso regional
Los cambios de hábitos en el consumo de los argentinos, en
medio de la pandemia, beneficiaron a varias producciones de la provincia. Un
recorrido por lo que va dejando 2020 en materia de producción y
comercialización de alimentos correntinos.
En este inédito 2020, pandemia de por medio, las actividades
agropecuarias de Corrientes no han estado exentas a los avatares de las medidas
sanitarias dispuestas por las autoridades. No obstante, una conjunción de
cambios de hábito de consumos y algunos faltantes de productos, hicieron que el
mercado esté convalidando precios convenientes para los productores dedicados
al arroz, los cítricos, los productos hortícolas y la yerba mate, entre otros
productos de nuestra economía regional.
Si bien la provincia de Corrientes tiene a la ganadería como
la principal actividad agropecuaria, en sus campos también se producen otros
alimentos, a menor escala pero mayor intensidad, y que hacen al desarrollo de
economías locales, departamentales y regionales. Y que en este año tuvieron
altibajos, pero con un balance que, para la mayoría, es positivo.
En casi todos los casos, sus referentes coinciden en que se
dio un cambio de hábito de consumos por parte de los argentinos, al tener que
quedarse más tiempo en sus hogares. Esto hizo que el mercado interno convalide
precios, y eso se vio reflejado en mejores ingresos para los productores. En
algunos casos puntuales, la caída de la producción hizo que haya menos
mercadería disponible. Pero el mercado también está convalidando estos aumentos
que se dan por la falta de oferta.
El caso del arroz es particular. Durante muchos años, los
actores de la cadena agro-industrial del arroz trabajaron en promocionar el
producto en el mercado interno, que sólo consume poco más del 30% de lo que se
produce en el país. Este año, sin trabajos de promoción más que mantener las
góndolas provistas del grano, el consumo de arroz en el mercado interno se
incrementó en más del 10%.
“El mercado interno del arroz de Argentina marcó una mejora
en el precio este año; hubo mucha demanda de arroz, y eso hizo que tengamos
precios que hace mucho no teníamos”, explicó Pedro Tomasella, presidente de la
Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa).
En este sentido, el referente del sector consideró que “la
pandemia le vino bien al consumo interno de arroz. A esta altura no nos quedan
dudas que fue así. Hay certeza de que aumentó el consumo de arroz de los
argentinos. Si bien algunas empresas o municipios pueden haberse estoqueado,
indudablemente tuvimos un repunte en el consumo”, sostuvo el dirigente, quien
explicó que si bien en la provincia se exporta más del 60% de lo que se
produce, “las variedades que se siembran en Corrientes están destinadas al
consumo interno”.
Por estos días, los productores arroceros encaran una nueva
campaña, que indudablemente estará condicionada por la sequía. “Eso hace que
hoy estemos un poco retrasados en la siembra, un poco por las heladas tardías
que tuvimos y otro poco por la falta de agua”, explicó Tomasella.
En este aspecto, la fecha ideal para la siembra del cultivo
suele ser en el mes de octubre, pero muchas arroceras dilataron la siembra
ala espera de lluvias. Que por otro lado llegaron durante el fin de
semana pasado, con importantes registros en el Centro-Sur y la costa del río
Uruguay.
“Estimamos que vamos a mantener el área sembrada. No hay
expectativas de crecimiento”, explicó Pedro Tomasella, quien estimó que la
provincia volverá a plantar unas 91 mil hectáreas de arroz, número similar al
de la campaña anterior.
Cítricos dulces
En los últimos años, Corrientes se posicionó como una gran
proveedora de cítricos dulces para el mercado nacional y también internacional.
Desde el departamento Monte Caseros, donde se encuentra el principal macizo de
naranjas y mandarinas de la provincia, consideran que el año es positivo para
el sector. Esto a costa de un incremento en el consumo interno, pero también de
una caída en la producción.
Nicolás Carlino, productor citrícola y dirigente de la
Cooperativa de Colonia San Francisco, en el departamento Monte Caseros, explicó
que es un año atípico por muchas cosas: “arrancando por la pandemia, siguiendo
por una baja producción, que hizo que no haya mucha fruta en el mercado; y con
esta sequía que está estresando mucho a las plantas, y puede llegar a
comprometer la producción del año que viene”, graficó el referente citrícola.
Carlino comentó que “son varios frentes que vienen marcando
una baja oferta. Eso, acompañado por una demanda bastante sostenida, tanto
interna como de exportación, hace que tengamos precios convenientes para el
productor; que por suerte vemos que está invirtiendo en su quinta, después de
muchos años malos que veníamos teniendo”.
El dirigente explicó que el grave problema que atraviesa el
sector es que no hay suficiente fruta para exportar ni para el mercado interno.
“El mercado interno está muy demandante y con muy buenos precios. Al no haber
producción ni oferta, los precios naturalmente suben”, explicó Carlino. En este
sentido, la situación sanitaria también hizo subir la demanda por cítricos. “No
está demás mencionar las particularidades del citrus, con su aporte de vitamina
C y los aportes para la salud, sin lugar a dudas es muy favorable, y la gente
lo entiende así y lo sigue demandando”, explicó.
Las heladas de octubre de 2019 hicieron que haya menos fruta
en el mercado. Pero también las que se registraron este año de manera tardía.
“En el Norte de Entre Ríos pegaron más fuerte y eso hace que la fruta que está
en planta en esa zona esté seca. La fruta de Monte Caseros hoy está siendo
demandada porque tiene mejores condiciones, y eso está generando que la poca
fruta que hay se esté pagando bien”, explicó Carlino.
En este sentido, el citricultor casereño explicó que “esto
le da un poco de respiro al productor, y ha generado que muchos productores
vuelvan a invertir en la quinta. Veníamos de años muy complicados. Cada tanto
hay un año que viene bien, nos da un poquito de oxígeno para volver a
invertir”.
Tomates y pimientos
Después de muchos años “a los tumbos”, la producción
hortícola del departamento Lavalle atraviesa una buena temporada. Pero también
a costa de muchos productores que abandonaron la actividad en los últimos años
y otros que redujeron su superficie. A menor producción, mejores precios.
Pablo Blanco, presidente de la Asociación de Horticultores
Río Santa Lucía, explicó que “hasta el momento el promedio de venta es
positivo; pero tenemos que recordar que veníamos de años muy malos, donde la
rentabilidad del productor era nula. Este año están acompañando los precios, a
pesar de la devaluación, porque todos nuestros insumos son en dólares”, explicó
el referente.
Blanco consideró que “ayudó el cambio de hábito de consumo.
Hay más reacción en la calle y los mercados. Nosotros mandamos tomates y
pimientos a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Rosario, mercados concentradores
muy grandes. Y en todos ellos se da la particularidad que la calle responde a
los precios, por más que estén elevados”.
El referente del sector explicó que la semana pasada un
cajón de tomates de 17 kilos en el Mercado Central de Buenos Aires hizo entre
$1.300 y $1.400. “Y se vendió todo, eso demuestra que hay respuesta por parte
de la demanda”, explicó el productor santaluceño.
En este contexto, Blanco explicó que “se redujo la capacidad
productiva por los años malos y los costos productivos. Nosotros tenemos cerca
de $3 millones de inversión inicial para hacer una hectárea de tomate bajo
cobertura. Por un lado la oferta nuestra fue un poco limitada, y también
vinieron a comprarnos más. La calle ha respondido y hacemos un balance
positivo”, sostuvo.
En estos momentos en plena cosecha, tanto tomates como
pimientos, los horticultores del departamento Lavalle mantendrán la producción
en la zona durante un mes aproximadamente. “Después empezamos con la limpieza y
desinfección de suelos para encarar otra campaña”, señaló Pablo Blanco.
TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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