“NO ACEPTAMOS QUE NOS TILDEN DE DELINCUENTES AMBIENTALES”
Así lo afirmó el decano Rodolfo Golluscio en relación a las
declaraciones públicas que acusan a los ingenieros agrónomos de desarrollar
prácticas que atentan contra la salud de la población y el medio ambiente. El
Consejo Directivo de la FAUBA ya aprobó una resolución que las enfrenta.
Ante las fuertes acusaciones que permanentemente se generan
sobre los profesionales del agro, donde los inculpan de ser los principales
responsables de atentar contra el ambiente y la salud de las personas, el
Consejo Directivo de la Facultad de Agronomía de la UBA aprobó una resolución
que enfrenta los mensajes públicos, y deja firmemente establecido que en la
FAUBA se enseñan las buenas prácticas en producción agropecuaria y se condenan
todo tipo de malas prácticas.
“Como facultad nos sentimos obligados a hablar. Si no lo
hacemos reconocemos que todos aquellos que nos acusan de delincuentes
ambientales tienen razón. En nuestra institución se enseña a hacer las cosas
bien y minimizar, en la medida de lo posible, el uso de “agroquímicos”
respetando las buenas prácticas. Sabemos que en la realidad agropecuaria hay
muchísimos casos de malas aplicaciones, pero también sabemos que en la mayoría
de ellos no hay ningún ingeniero agrónomo detrás”, aseguró el decano de la
FAUBA, Rodolfo Golluscio.
La reacción comenzó cuando en la Facultad de Agronomía de la
Universidad de Córdoba se publicó una declaración en respuesta a una abogada
ambientalista que, en una entrevista, señaló que había que cerrar todas las
Universidades Agrarias de la Argentina porque, según ella, producían genocidas.
“No podemos quedarnos callados, sobre todo en una
institución como la nuestra donde la formación ecológica es muy fuerte: es una
de las pocas facultades de la Argentina que tiene las dos carreras juntas:
Agronomía y Ciencias Ambientales y los docentes de ambas son los mismos”,
comentó.
Uno de los puntos principales de la resolución deja por
sentado que la FAUBA forma a los futuros profesionales como ciudadanos
respetuosos de las leyes vigentes, particularmente aquellas directamente relacionadas
con el trabajo rural, con el buen uso del suelo y el agua, y con la aplicación
responsable de tecnología, incluyendo los productos químicos.
“Es muy fácil decir no a los “agrotóxicos” y a la soja, y si
a la agroecología. Yo también digo sí a la agroecología, pero hay que ser
consciente de que si se quisiera producir agroecológicamente en toda la
superficie del país no podríamos generar los saldos exportables para que el
país reciba las divisas necesarias para su normal desenvolvimiento. Nosotros
enseñamos que el monocultivo está mal y somos conscientes de los conflictos
entre maximizar objetivos de sustentabilidad ecológica, como las rotaciones,
con objetivos de sustentabilidad microeconómicas”, explicó el decano.
Por otro lado, académicamente, desde hace décadas la FAUBA
hace escuela en usar de modo sofisticado la información teórica para un manejo
racional de los cultivos que mantenga los rendimientos y, a la vez, minimice el
uso de sustancias químicas a corto y mediano plazo, reduciendo las chances del
desarrollo de resistencia a agroquímicos de las malezas, plagas y patógenos.
Así, la declaración (Resolución CD 4811/13) deja constancia
de que nuestra facultad rechaza todas las acusaciones que la incriminan de
promover desde las aulas y laboratorios el uso irracional de insumos y técnicas
nocivas para la salud de las personas y el ambiente, y que sólo atienden a la
rentabilidad inmediata del sector agropecuario.
“Lograr un sistema agropecuario más sustentable es muy
complicado porque hay restricciones económicas que operan a una escala mucho
más alta que la del predio particular. Ante la justificada preocupación por la
expansión del cultivo de soja como monocultivo permanente, deberíamos ver si
como nación podemos generar estímulos para que otros cultivos se tornen más
rentables. Nadie duda de que el monocultivo es ambiental y macroeconómicamente
indeseable. Si fuera fácil de resolver ya se hubiera hecho”, aclaró Golluscio.
Hoy en día los temas ambientales se volvieron una “moda” y
muchos hablan sin tener real conocimiento del problema. Por eso, desde la
Facultad de Agronomía de la UBA promueven un debate, pero con datos concretos y
fundamentos científicos, no sobre la base de prejuicios y slogans.
El tema se discutirá en la reunión de las Facultades de
Agronomía de la Argentina, agrupadas en la Asociación Universitaria de
Educación Superior Agropecuaria (AUDEAS). Ya se manifestaron las facultades de
Córdoba y de Buenos Aires, ahora es de esperar que se sumen todas las
facultades de nuestro país.
Lic. Agustina Cavalanti
Dirección de Comunicación Institucional
Facultad de Agronomía – UBA
Tomado de envio de .pregonagropecuario.com.ar
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