Pocas personas leen la información calórica de los menús:
estudio
Por Shereen Jagtvig
NUEVA YORK (Reuters Health) - Cada vez más cadenas de
restaurantes y casas de comida rápida incorporan las calorías en sus menús,
pero un estudio realizado en Estados Unidos sugiere que sólo uno de cada tres
comensales leería esa información.
La buena noticia es que la mayoría que lo hace la tiene en
cuenta al decidir qué comer.
"La comida de los restaurantes tiende a tener muchas
más calorías de lo que la gente piensa y que lo que se cocina en casa, debido a
la preparación o el tamaño de las porciones", dijo Katherine Bauer, del
Centro para la Investigación de la Obesidad y la Educación de la Temple
University, en Filadelfia.
Algunas ciudades de Estados Unidos, incluida Nueva York, les
exigen a las cadenas de restaurantes que publiquen las calorías de sus
productos.
La ley de reforma del sistema de salud estadounidense, que
se sancionó en el 2010, obliga a las cadenas con más de 20 locales en el país a
difundir la información nutricional de sus menús.
El nuevo estudio, que dirigió Holly Wethington, del Centro
Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas y la Promoción de la
Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en
Atlanta, incluyó información de la encuesta nacional HealthStyles del 2009
sobre las actitudes, el conocimiento y las conductas asociadas con la salud.
El equipo de Wethington analizó las respuestas de 4.363
participantes; la mitad concurría a cadenas de restaurantes o casas de comida
rápida menos de una vez por semana, mientras que un 10 por ciento lo hacía tres
o más veces por semana y otro 10 por ciento dijo que nunca comía en esos
restaurantes.
El 36 por ciento de los que veían la información calórica en
los restaurantes la leía y el 95 por ciento de ellos la utilizaba por lo menos
alguna vez, según publican los autores en Journal of Public Health.
Los que concurrían a esos restaurantes tres o más veces por
semana eran menos propensos a leer la información calórica que los que no iban
con tanta frecuencia. Las mujeres la leían más que los hombres.
"Al analizar los resultados de ciudades como Nueva
York, Seattle y Filadelfia, se observó un aumento del interés en las etiquetas
de las calorías desde antes de que se exigieran en esas ciudades", comentó
la autora.
"Aun así, y excepto el estudio de Seattle que detectó
una reducción de las calorías que consumían las mujeres y en general en las
cafeterías, estos estudios no hallaron variaciones en la cantidad de calorías
que ingerían los comensales antes y después de la implementación de las normas de
etiquetado", agregó.
Bauer espera que la difusión de la información calórica
motive a los restaurantes a ofrecer opciones más saludables. Sus
investigaciones habían sugerido que las casas de comida rápida están ofreciendo
más ensaladas y otras opciones de bajas calorías que antes.
"Esta información ayuda a los consumidores a
seleccionar opciones sabrosas y sustanciosas, pero quizás con menos calorías
para poder controlar el consumo calórico diario", indicó la autora.
"Equilibrar el consumo calórico diario con la actividad
física ayuda a manejar el peso corporal. Saber cómo usar la información
calórica nos permite comprender la utilidad de la educación nutricional (en el
secundario, por ejemplo) y de los mensajes sobre las calorías en los puntos de
venta", señaló Wethington.
FUENTE:
Journal of Public Health, Reuters Health – tomado de envío de mediline plus
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