Los restos del ganado muerto en Pasorapa, afectado por la
sequía desde 2015. | José Rocha Laura Manzaneda
Tras la promulgación del Decreto Supremo 2987 que dispone
que los municipios destinen recursos a la atención de la emergencia por sequía,
Pasorapa, la región más afectada por el fenómeno, afirmó que no tiene recursos,
al igual que la mayoría de las alcaldías del eje metropolitano y el cono sur.
El alcalde Quillacollo, Eduardo Mérida dijo que la norma no
asigna recursos a los municipios, por lo que deberán buscar de dónde sacarlos.
La alcaldesa de Sipe Sipe, María Heredia, informó que tiene
proyectos para la perforación de pozos y construcción de presas que demandan 26
millones de bolivianos y requieren el apoyo del Gobierno central.
Dijo que el 80 por ciento de la población sufre por la
sequía. “Vamos a tener que pedir a Dios por lluvias, porque el Presidente
tampoco nos va a poder abastecer a todos”, declaró.
El alcalde de Sacaba, Humberto Sánchez, afirmó que el
decreto supremo es oportuno y permitirá realizar proyectos para cosechar lluvia
y mejorar la capacidad de sus lagunas.
El alcalde de Omereque, Héctor Arce, dijo que para atender
la emergencia dejarán de ejecutar proyectos. Sólo en ese municipio hay 400
familias que dependen del agua de las cisternas.
La Asociación de Municipios de Cochabamba (Amdeco) evaluará
el viernes de la aplicación del decreto y las consecuencias de la sequía. En
Cochabamba, 38 de los 47 municipios han declarado emergencia.
Pasorapa, el municipio más afectado por la sequía en
Cochabamba, sabe lo que es vivir sin agua desde hace dos años. En este tiempo
han muerto 1.200 reses y 16.000 están en riesgo.
Los niños se enferman con más frecuencia y las diarreas han
subido en un 80 por ciento, relató el alcalde Jaime Mendieta, quien peregrina
desde 2015 por ayuda para el municipio y apenas consiguió unos tanques y una
cisterna en mal estado.
Los niños han dejado de ir a la escuela, la deserción es del
15 por ciento. “Tenemos deserción escolar, pero la próxima gestión vamos a
tener que cerrar dos de las 20 escuelas, porque cuando la sequía es crítica,
las familias migran y se llevan a sus hijos”, enfatizó el Alcalde.
Las vertientes se han secado, la gente toma agua de los
atajados del ganado, cerdos y gallinas. “La población prioriza el agua para
consumo de sus animales. Me dicen: Nosotros vamos a estar como sea; pero lleva
agua a los animales”, dijo.
OBSERVAN FALLAS EN LA GESTIÓN
La falta de agua que azota a 37 de 47 municipios de
Cochabamba se debe en gran medida a la falta de gestión de las autoridades, a
años de descuido de las zonas de recarga hídrica, la deforestación y el
crecimiento horizontal de las ciudades, afirmó la autora de “El agua nuestra de
cada día” y coordinadora del Centro de Planificación y Gestión (Ceplag) de la
Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Carmen Ledo.
Lamentó que: “A pesar de que tantos organismos
internacionales hablan de la importancia de la gestión integrada de recursos
hídricos, no se ha hecho gestión en nuestro país. Tantas recomendaciones sobre
el manejo de cuencas que no se han realizado”.
Recomendó actuar inmediatamente para proteger las zonas de
recarga hídrica como el Tunari y dejar sin efecto la ampliación de la huella
urbana y lanzar campañas de reforestación. “Viendo la dramática situación en la
que nos encontramos, creo que las autoridades deben realizar un blindaje
jurídico a los acuíferos”, dijo.
Clases normales
Por otro lado, el responsable de la Dirección Departamental
de Educación (DDE), Lorenzo Cruz, informó que las clases concluirán el 30 de
noviembre y no se adelantarán, porque ningún director distrital solicitó que se
modifique el calendario por la sequía. Tomado d e los tiempos de Bolivia
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