Los desplazados
climáticos en EEUU, realidad contra Trump
Imagen captada por el satélite GOES-East de la
Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) que
muestra la tormenta tropical Cindy. | EFE
EFE Washington |
La tormenta tropical Cindy volvió a recordar estos días a
los residentes del delta del Misisipi que pueden convertirse en los primeros
desplazados a causa del clima en un país donde aún voces eminentes niegan la
existencia del calentamiento global.
Grand Isle (Luisiana), la última lengua de tierra del delta
del Misisipi, fue golpeada la pasada semana por una de las primeras grandes
tormentas de la temporada de huracanes, mientras que en la parroquia (condado)
de Terrebonne, las bombas y diques tuvieron que emplearse a fondo para aliviar
terreno anegado.
David Carmadelle, alcalde de Grand Isle, alertó que las olas
de Cindy robaron 10 metros a una isla de poco más de un kilómetro de ancho y
esa pérdida de tierra se suma a los 50 metros ganados por el mar en las últimas
tormentas que golpearon la localidad.
La cuenta atrás que experimentan muchas zonas costeras de
Estados Unidos ya ha llegado a cero en otros casos, como el de Shishmaref, en
Alaska, o Isle de Jean Charles, un pueblo del Bayou de Luisiana que desde los
años 60 ha visto sumergirse bajo las aguas el 98 por ciento de su territorio.
El pasado verano, los residentes de Shishmaref, un pueblo
Inupiat de Alaska de algo más de 500 habitantes frente al estrecho de Bering,
votaron a favor de abandonar la isla que han ocupado desde hace más de 400 años
dedicados a la pesca.
El ártico se calienta a una velocidad mucho mayor a la del
resto del planeta y el hielo, del que dependen para pescar y cazar, cada vez
dura menos tiempo frente a sus costas, además dejar abierto el paso a una mayor
erosión del mar.
Ayuda En el
caluroso sur, Isle de Jean Charles ha sido una de las primeras localidades del
país en recibir dinero de un iniciativa federal para ayudar a comunidades
afectadas por el calentamiento global para reubicarse en zonas seguras.
Los 52 millones de dólares aportados durante el Gobierno de
Barack Obama en 2016 servirán para crear una especie de urbanización en la que
los residentes de un pueblo con raíces nativas americanas a punto de
desaparecer puedan mantener su cercanía, raíces e identidad.Las decenas de
familias que han comenzado a hacer planes para abandonar sus hogares por el
aumento del nivel del mar son el primer destacamento de desplazados por el
clima, que se pueden multiplicar en los próximos años y décadas en Estados
Unidos y en el resto del planeta. La ciudad de Nueva York ha solicitado los
mismo fondos que han permitido a Isle de Jean Charles mudarse tierra adentro,
ante un inevitable futuro en el que el nivel de las aguas asedien a una de las
ciudades más pobladas del mundo.
Reto frente a
negacionismo
El cambio climático, que cada vez afecta a un mayor número
de estadounidenses, puede ser uno de los mayores desafíos del presidente Donald
Trump, quien pese a ello ha llegado a negar la existencia del calentamiento
global.
“No hay persona o científico reputado que dude que estamos
creando un problema por el cambio climático”, aseguró en días pasado en
entrevista con CNN el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien aseguró
que la postura de Trump ante el calentamiento global es “vergonzosa”.
Trump decidió este mes sacar a Estados Unidos, el segundo
mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo tras China, del histórico
Acuerdo internacional de París. El día del anuncio, el gobernador de Alaska,
Bill Walker, lo lamentó porque en su estado “hay comunidades que están siendo
literalmente tragadas por las aguas”.
ALCALDES DEL MUNDO INTERPELAN AL G20 PARA “SALVAR EL
PLANETA” París, Francia | AFP
Varias decenas de alcaldes de ciudades de todo el mundo,
como París, Washington, Madrid o Sídney, lanzaron un llamado a los dirigentes
del G20 para exigirles que “mantengan (sus) compromisos” para luchar contra el
cambio climático.
En un texto enviado a varios medios de todo el mundo y
publicado en línea, los alcaldes de la red de ciudades C40, presidida por la
alcaldesa de París, Anne Hidalgo, consideran que, tras la retirada de Estados
Unidos del Acuerdo de París sobre el clima, “la determinación de los otros 19
líderes para salvaguardar el futuro de nuestro planeta nunca ha sido tan
crucial”.
También firmaron el texto los alcaldes de ciudades como
Karachi, Montreal, Río de Janeiro, Melbourne, Chicago, Varsovia, Tokio, Buenos
Aires, San Francisco, Ciudad del Cabo, Vancouver o Seúl. El 7 y 8 de julio se
celebrará una cumbre del G20 en Hamburgo (Alemania).
“En todo el mundo, las autoridades locales se movilizan
juntas, sumando acciones valientes”, apuntan.
Tomado de los tiempos de Bolivia
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