Vivir en la ribera, el desafío de subsistir con carencias y
la amenaza latente del río
Crecida. Aunque el río no haya llegado a niveles de alerta,
el suelo se encuentra impregnado de humedad y genera problemas.
Crecida. Aunque el río no haya llegado a niveles de alerta,
el suelo se encuentra impregnado de humedad y genera problemas.
A las preocupaciones habituales de muchos barrios como el
mal estado de las calles y la poca iluminación, se suman en La Tosquera la
falta de vivienda, la pobreza y las consecuencias de la creciente que persisten
aunque el agua haya bajado.
La situación de postergación que se advierte en el barrio
Río Paraná y sobre todo en la zona de La Tosquera es una muestra de lo que
sucede en varios otros sectores capitalinos. Sobresalen las dificultades en
materia de servicios básicos y la falta de condiciones mínimas de calidad de
vida. Lo cierto es que, esta realidad se recrudece en la parte más baja,
cercana al río.
El Litoral recorrió la zona costera, donde las carencias se
hacen aún más visibles que en la parte alta del barrio. Allí, en una de las
bajadas de lanchas de La Tosquera, los reclamos vecinales se profundizan con
pedidos de iluminación, arreglo del acceso, limpieza; pero también asistencia
alimentaria y otras cuestiones para cubrir las necesidades más básicas.
Según los datos del último censo, cerca del 30% de las
viviendas del barrio tiene al menos una necesidad básica insatisfecha. Este
índice es uno de los más altos comparándolo con el de otros sectores de la
ciudad.
Vivir en la costa del río representa para muchas familias,
en cierto modo una posibilidad laboral a través de la ladrillería y la pesca
pero, sobre todo, convivir constantemente con la angustia del nivel del Paraná.
“Ahora no está tan alto pero llegó acá cerca el agua”, comentó María Angélica,
señalando la parte trasera del terreno donde se asienta su precaria casilla. Persisten
allí los restos de basura que va dejando el Paraná. “Tiro desinfectante pero
siguen apareciendo víboras y muchos bichos”, relató angustiada. Además, la
falta de redes cloacales repercute también en la salubridad de los vecinos de
la zona.
El estado de la calle que baja hacia el río es otra
preocupación importante. Al llegar al lugar se advierte la tierra removida y
las zanjas laterales construidas recientemente. “Nos cansamos de pedir que
rellenen y arreglen y hace pocos días recién vinieron”, comentó una vecina
cercana. “El estado de las calles y la iluminación también es importante”,
respondió otra persona consultada.
Destacan el trabajo de la organización Techo en el barrio,
construyendo casas de madera a los más necesitados. “Hace falta mucha ayuda”,
comenta angustiada Mabel, que vive junto con su esposo Rubén en la casa de otra
familia, porque su vivienda se quemó hace poco tiempo. Aunque la provincia le
construyó una casa nueva de madera, Rubén contó que “no podemos mudarnos porque
no llega la energía eléctrica y no tenemos para terminar el contrapiso”.
La provisión de energía eléctrica es, también, una de las
falencias del barrio y en la zona baja se agrava. “Una señora en la esquina
tiene conexión y nos pasa a varios vecinos”, comentó una persona y agregó: “Le
ayudamos con algo de plata para que pueda pagar la cuota”.
Las cuestiones de infraestructura, condiciones
habitacionales y falta de servicios son la representación, en cierta medida, de
la problemática económica y social que los mismos vecinos advierten y relatan.
“Hay mucha pobreza acá y nadie se acuerda de nosotros, pasan de largo”, se
lamentó una vecina.
Este comentario se replicó en varias otras personas que
dialogaron con este matutino. La ausencia del Estado parece generar cierta
resignación, intentando muchas veces solucionar por su cuenta problemas que no
son su responsabilidad, como el acceso a los servicios básicos.
“Hay mucha necesidad acá”, resumió Mabel y relató: “Hace un
tiempo nos comenzamos a juntar entre varias familias, cada una pone algún
ingrediente que tiene, papa, fideo, arroz, y hacemos una olla de comida entre
todos para poder comer porque a veces no alcanza”. Tomado de el litoral de ctes
ar
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