Qollqas, las primeras
en recibir los rayos del sol
, en Cotapachi, en Quillacollo. | Daniel JamesQuillacollo. | Daniel
James
La zona arqueológica de Incallajta, en Pocona. | Daniel
James
Gente recibe los rayos de sol en Inca Rakay, en Sipe Sipe. |
Daniel James
Jessica Vargas
Las qollqas o silos de Cotapachi se construyeron hace más de
500 años, entre 1450 y 1530, cuando los incas utilizaban el lugar como un
depósito del maíz que se producían en lo que ahora es Quillacollo, Vinto y Sipe
Sipe, en el valle bajo de Cochabamba, hasta llegar al límite con el Tunari. En
esa época se cultivaban alrededor de 40 especies de este grano.
El lugar está rodeado de plantas nativas y arbustos
espinosos. Un conjunto de senderos de piedra guían a los turistas por el sitio
declarado patrimonio nacional arqueológico por la Ley 3194.
El sitio arqueológico cuenta con 27 réplicas de los silos
incaicos de adobe y paja, está ubicado sobre la serranía de Cota. Si bien
después los materiales se escogieron para la restauración, el arqueólogo y
parte del comité de recuperación, David Pereira, comentó que, antes, estas
torres de más de dos metros eran enormes canastas de Chillca, una planta
silvestre que abunda cerca los lagos en climas áridos.
“Guardaban en estas canastas de chillca para que se seque
fácilmente y rápido. Entonces este lugar se convertía en un centro de
deshidratación de maíz. Las mazorcas secaban con los fuertes vientos y se
transportaban en caravanas de llamas hasta Cuzco, el lago Titicaca y Pocona
como alimento para los guerreros”, explicó Pereira.
La distribución de las más de 2.500 torres originales estaba
planificada en 11 filas. Aunque las canastas desaparecieron, los cimientos se
han conservado. “Son los círculos que bordean a cada uno de los silos, del
suelo original de la época”, dijo el arqueólogo.
Según documentos de la época incaica, más de 14 mil
indígenas vivían en el sitio. Además de su atractivo arqueológico, hoy por hoy,
la vista hacia el norte deja apreciar la laguna de Cotapachi, que acoge a
garzas y patos.
Las qollqas de Cotapachi y otros 15 lugares se han
convertido en zonas estratégicas para recibir el Año Nuevo Andino Amazónico por
su valor arquitectónico, histórico y cultural. En el departamento resaltan las
ruinas de Inca Rakay, en Sipe Sipe, un centro administrativo de la élite del
imperio incaico con 19 recintos, habitación y tres patios.
“En la época colonial, muchos de los cronistas ya se dieron
cuenta de que en el año incaico también se tomaba en cuenta a este 21 de junio
como un momento importante del inicio de invierno”, dijo. La fecha coincide con
el fin de la cosecha y el inicio del invierno, dentro del ciclo agrícola.
Además de estos dos espacios están Incallajta en Pocona,
Kori Huma en Sacaba y Tola Jara en Anzaldo. En la ciudad, los visitantes pueden
acudir a la ceremonia del cerro San Pedro y la Coronilla. Este 21 de junio se
celebrará el año 5525 del Inti Raymi o Fiesta del Sol. Desde la Gobernación se
anunció el lanzamiento del programa. Tomado de los tiempos de Bolivia
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