Piden Defensor del
Migrante y ciudadanía universal
El acto de clausura de la Cumbre de los Pueblos, ayer en
Univalle, en Tiquipaya. | Hernán Andia POR Luis Fernando Avendaño
La búsqueda de la descriminalización de la movilidad humana,
la demanda de un Defensor Mundial del Migrante, la realización de gestiones
para la actualización de convenciones internacionales referidas a estos temas y
la realización de una campaña en la ONU hacia la constitución de una
“ciudadanía universal” son algunas de las conclusiones acordadas ayer durante
la conclusión de la Conferencia Mundial de los Pueblos “Por un mundo Sin
Muros”, ayer en Tiquipaya.
La Conferencia elaboró un decálogo de propuestas para
“derribar los muros que nos dividen y construir una Ciudadanía Universal”, y
que consagre el “derecho de todos y todas a tener y gozar en plenitud de los
mismos derechos, para el vivir bien”.
”La movilidad humana es un derecho arraigado en la igualdad
esencial del ser humano”, señala la declaración final .
Una de las conclusiones expuestas en la declaración de las
mesas de trabajo sugiere dejar de criminalizar a los migrantes, y destinar los
recursos empleados a la “guerra” contra estas poblaciones en políticas de
desarrollo. Asimismo sugiere cambiar conceptos como “ordenar” o “regular”
movilizaciones humanas por otros de mayor humanismo, como “acoger” o
“integrar”.
Del lado contrario, sugiere reclamar a los Gobiernos del
mundo mayores políticas para evitar la trata y tráfico de personas y clasificar
este flagelo como un “delito de lesa humanidad”.
“Se debe promover la libre movilidad - gestionar una seria
coordinación a través de la creación de un departamento; los gastos públicos
deben ser destinados a la creación de una secretaría para personas migrantes y
sus familias, luchar contra las redes de grupos de delincuentes en trata y
tráfico y que la misma sea un delito de lesa humanidad. Impulsar el vivir bien
para el bien vivir de la humanidad. Se observa la existencia de empresas
transnacionales causantes del cambio climático”, señala el documento.
La Declaración de Tiquipaya también recomienda la
instauración de “una nueva arquitectura financiera internacional, donde no
existan organismos multilaterales al servicio del capital transnacional”. Esto
debería consolidar “la propiedad social de los recursos naturales”.
En el documento elaborado por las mesas de trabajo, también
se menciona la importancia de promover la equidad y el acceso a los derechos
ciudadanos.
La Conferencia identificó a la opulencia como causa de la
crisis que asola la sociedad global y pidió un nuevo parámetro político de
equidad.
También se acordó gestionar la actualización de los acuerdos
en convenciones internacionales sobre el tema.
En el foro no estuvieron presentes Premios Nobel de la Paz,
como se había anunciado inicialmente, aunque sí se contó con personalidades,
como los exmandatarios de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Colombia,
Ernesto Samper; y de Ecuador, Rafael Correa.
En su discurso de clausura, el presidente Evo Morales indicó
que urgía la necesidad de fortalecer la unidad de los pueblos de izquierda para
enfrentar de mejor manera el daño que provoca el capitalismo e imperialismo.
“Es importante la unidad. Vengan de donde vengan amenazas,
agresiones, con seguridad no durará, porque el pueblo está unido. El pueblo
sabe quiénes son sus enemigos internos y externos. Si no asumimos una
responsabilidad con mucha firmeza y energía”, apuntó.
EL DECÁLOGO
La Conferencia Mundial de los Pueblos “Por un Mundo sin
Muros hacia la Ciudadanía Universal” concluyó con un Decálogo. Lo que sigue es
una síntesis de los 10 puntos de la Declaración de Tiquipaya.
1. Superar la perspectiva de “regular” y “ordenar” las
migraciones por una visión humanista que hable de “acoger, proteger, promover e
integrar” a migrantes.
2. Rechazar la criminalización de la migración y exigir la
eliminación de los “centros de detención de migrantes”.
3. Crear una Defensoría Mundial de los Pueblos por los
Derechos de los migrantes, refugiados, asilados, apátridas y otros. Se pide a
Bolivia hacer seguimiento del cumplimiento de la resolución.
4. Exigir a los Gobiernos la creación y/o
fortalecimiento de Ciudadanías
Regionales que permitan la movilidad intrarregional.
5. Demandar que los gastos públicos destinados a la guerra y
la criminalización de los migrantes sean utilizados para programas en pro de
migrantes.
6. Impulsar políticas locales para integrar a los migrantes.
7. Declarar la trata y el tráfico de personas como delito de
lesa humanidad, y convocar a una lucha contra estos delitos.
8. Avanzar en el sistema multilateral referidos a migrantes,
en:
a) la Convención Internacional de protección de migrantes,
que no fue ratificada por ningún país receptor de migrantes.
b) la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de
Acnur.
c) Participar activamente en la negociación del Pacto
Mundial que se celebrará en 2018.
d) Proclamar en la ONU el Decenio Internacional para un
Mundo sin Muros hacia la Ciudadanía Universal.
9. Superar el enfoque de “fronteras rígidas” por una visión
que las entienda como puentes de integración para la unidad entre los pueblos y
la acogida de los migrantes, donde la lucha contra el crimen transnacional
organizado se encare en un marco de cooperación entre los Estados.
10. Promover la movilización popular a escala mundial, para
que se reconozca en las instancias intra e internacionales el carácter
inalienable de los derechos de las personas en movilidad para derribar los
bloqueos, intervenciones y muros, que unilateralmente levantan los poderosos
para perpetuar la desigualdad y la injusticia social en el mundo.
DÍA INTERNACIONAL
Acnur recuerda a refugiados
La Oficina Regional del ACNUR, la Agencia de la ONU para los
Refugiados para el sur de América Latina, celebró ayer el Día Mundial del
Refugiado participando en la Cumbre de Tiquipaya.
“Toda nuestra solidaridad, todo nuestro apoyo a los hermanos
refugiados de todo el mundo”, dijo el presidente Evo Morales en la Cumbre.
Por su parte, el Representante Regional del Acnur, Michele
Manca di Nissa, destacó que la Conferencia es una invitación a pensar acciones
concretas para afrontar el problema de migrantes, refugiados, y apátridas sobre
la base de la inclusión, la no discriminación, y el respeto a la dignidad
intrínseca y los derechos humanos.
Tomado de los tiempos de Bolivia
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