lunes, 3 de septiembre de 2018

CONVERSACIONES ADELANTAS POR SALIDA AL MAR DE BOLIVIA


Conversaciones secretas por una salida al mar entre Bolivia y Chile
El presidente boliviano Evo Morales participa de un encuentro con su homólogo chileno Sebastián Piñera, en 2013. | AFP
Un reportaje publicado ayer por el diario La Tercera indicó que Chile se prepara para el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya y reveló que los presidentes de Bolivia y Chile, Evo Morales y Sebastián Piñera, respectivamente, mantuvieron conversaciones secretas en 2011 para una “solución de medio camino” por un enclave costero y un polo portuario-industrial sin soberanía.
El trabajo para el fallo está en una etapa muy avanzada, aseguran en el piso 13 del edificio Las Américas, en calle Miraflores 222, el “cuartel general” de la defensa de Chile frente a la demanda por obligación de negociar una salida soberana al mar presentada por Bolivia ante la CIJ.
“Minutas con análisis de escenarios posibles —desde los más catastrofistas a los más positivos, pasando por una amplia gama de alternativas intermedias y borradores con la bajada comunicacional del Gobierno y de las demás autoridades de Estado frente a la sentencia del tribunal— en cada uno de los escenarios, se acumulan en el escritorio del jefe del equipo, el abogado Claudio Grossman. Y cada día se suman más”, dice La Tercera.
El diario indica que al interior de “la agencia de Miraflores” el trabajo se ha intensificado en los últimos días. Si las estimaciones son correctas, el fallo de la CIJ en La Haya, en el litigio sobre obligación de negociar una salida soberana al mar presentado por Bolivia, podría darse a conocer a fines de septiembre o principios de octubre. Y aunque esto es sólo una especulación, a partir de los tiempos que habitualmente se toman los jueces en sus deliberaciones, las cancillerías de Chile y Bolivia ya pusieron en marcha la cuenta regresiva para la sentencia.
Saben que el secretario de la Corte, el belga Philippe Couvreur, advertirá a las partes con apenas dos o tres semanas de anticipación el día en que se dará lectura al fallo y permitir así a Chile y Bolivia preparar el estado de ánimo de su población para recibir la sentencia de los jueces.
Hoy está previsto que el canciller Roberto Ampuero se reunirá con los miembros de las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara de Diputados para comenzar a abordar los escenarios que se pueden abrir con el fallo de La Haya.
DEBERÁN ACEPTAR LA SENTENCIA
Según los expertos y miembros del equipo jurídico de la defensa, Chile no puede amenazar con desconocer la sentencia. Hacerlo implica quedar expuesto a que se aplique el artículo 94 de la Carta de las Naciones Unidas.
Esta norma señala que “los Estados miembros de la ONU se comprometen a cumplir las decisiones de la CIJ. Si una de las partes en litigio dejare de cumplir las obligaciones que le imponga un fallo de la corte, la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto de que se lleve a efecto la ejecución del fallo”.
SANTIAGO EVITARÁ TODA SOBRERREACCIÓN AL FALLO
Para todas estas citas, el mensaje que pretende transmitir el equipo de la defensa es claro: evitar a toda costa que haya una sobrerreacción a la sentencia.
“Es muy difícil que la Corte diga que Chile ha incumplido una obligación de negociar o que existe una obligación de negociar una salida soberana al mar, como pretende Bolivia en su demanda”, aseguran los miembros del equipo jurídico chileno que dirige Grossman.
Pero, aunque las expectativas para Chile son buenas, sí hay margen para que el tribunal “aconseje”, “inste” o “llame” a Chile y Bolivia “como países civilizados y miembros de las Naciones Unidas a retomar el diálogo”, aun cuando no sea con un resultado predeterminado, como exigía La Paz.
Hay un solo escenario completamente previsible, señalan en el equipo de la defensa.
Con Evo Morales como candidato presidencial, sea cual sea el resultado del fallo, buscará interpretar hasta la menor frase de los jueces en favor del diálogo como un triunfo de la causa boliviana, reseñó el diario chileno en su edición de ayer.
OFRECIERON TERRENOS EN LA PLAYA LAS MANCHAS
Tras que Bolivia amenazara con judicializar su aspiración marítima, los presidentes Sebastián Piñera y Evo Morales designaron a dos emisarios para llevar adelante conversaciones secretas tendientes a lograr un “Tratado de integración y desarrollo” que mejorara la “cualidad marítima” de Bolivia por territorio chileno, sin cesión de soberanía.
En diciembre de 2011, tras cuatro meses de conversaciones, las gestiones fracasaron. Pero lo que se discutió en ese momento, para algunos diplomáticos chilenos y bolivianos, podría servir de base para una nueva aproximación posfallo de La Haya.
“Aceptan los terrenos de la playa Las Machas, al norte de Arica, como parte de la negociación, pero solicitan que pueda idearse una figura jurídica que resguarde su opción de considerar también en el futuro los terrenos costeros que quedan situados entre el norte del aeropuerto y la línea de frontera con Perú”, dice La Tercera.
Conforme a lo acordado por Morales y Piñera junto a sus cancilleres en la reunión del 28 de julio en Lima, el 12 de agosto de 2011 se realizó en Mendoza, con la reserva del caso se efectuó la primera reunión con Walker San Miguel, excónsul de Bolivia en Chile, quien para estos efectos actuaba mandatado por su Presidente. Fuentes diplomáticas afirman que el contenido de estas minutas sólo era conocido por Piñera, el canciller Alfredo Moreno y el subsecretario de Relaciones Exteriores de la época, Alfonso Silva, y han permanecido archivadas en Cancillería desde entonces.
FERROCARRIL Y COMPLEJO PORTUARIO EN NEGOCIACIÓN
El designado por el Gobierno chileno, el empresario Jorge Bunster y San Miguel volverían a reunirse en secreto en un hotel de Buenos Aires, el 2 de septiembre de 2011.
En esta segunda cita, según la minuta que se redactó con el relato de Bunster, Walker San Miguel reiteró la necesidad de que el “Acuerdo de Integración y Desarrollo” fuera ratificado por los respectivos Congresos y que, “como muestra de buena disposición, Bolivia buscaría asegurar su aprobación antes de que Chile inicie lo propio con su Congreso”.
Chile ofreció a Bolivia hacerse cargo de la operación y mantenimiento del tren Arica-La Paz. Según Bunster, el emisario boliviano se mostró interesado siempre y cuando formara parte de una negociación mayor, que incluyera la posibilidad de recuperar para ellos el ramal del ferrocarril Antofagasta-Bolivia, en territorio boliviano. Incluso, mencionó el interés de realizar un encuentro entre el presidente Morales y el grupo Luksic, dueños del ferrocarril.
El segundo punto del acuerdo era la entrega en concesión por parte de Chile de un complejo portuario. Aunque su ubicación no estaba clara (se mencionan Pisagua, Patache o Patillo) “se le hizo ver que la bahía de Mejillones podría ser la mejor alternativa, atendida la sinergia que pude lograr ese proyecto con otros emprendimientos que hay en la zona, sumado a la urbanización industrial existente, como a la conectividad ferroviaria que tenemos con Bolivia”, consignó el diario.
BOLIVIA INSISTIÓ EN UN CORREDOR SOBERANO
El tercer punto en la discusión de ese día fue “el más duro de la negociación”, escribió Bunster. Se trata de la entrega en comodato de un terreno en el borde costero al norte de Arica, precisamente donde Bolivia aspira a un corredor soberano, “por ende, serán particularmente celosos al considerar una propuesta que nos les asegure mejorar su posición negociadora pensando en el futuro (…). San Miguel señala que éste es un tema difícil de ‘vender’ en Bolivia”.
“San Miguel partió diciendo que era un terreno insuficiente”, escribió Bunster.
Según la minuta del emisario chileno, sólo cuando Bunster amenazó con retirar esta oferta, San Miguel flexibilizó su postura y pidió que la tercera reunión se realizara en Arica, para inspeccionar el terreno que se les estaba ofreciendo en el sector playa Las Machas.
Sobre el tema del Silala, en Buenos Aires, los emisarios avanzaron en un acuerdo similar al que habían alcanzado Chile y Bolivia durante el primer gobierno de Bachelet y que fue desechado por Evo Morales en 2009, tras las críticas de los movimientos cívicos de Potosí, que exigían el pago de una supuesta deuda histórica por parte de Chile.
“San Miguel reconoce el interés que tiene el presidente Morales en este proyecto. Fue particularmente explícito en hablar a nombre de él, diciendo que el presidente (Carlos) Mesa cometió un profundo error al incorporar la prohibición de la venta de gas a Chile en el referendo de 2004”, según Bunster. // tomado de los tiempos de Bolivia

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