martes, 1 de noviembre de 2016

-ES LIBRE UN PAÍS DONDE LOS DERECHOS HUMANOS BÁSICOS SON VULNERADOS ?

La Argentina que no nos importa a los propios argentinos
Virgilio Gregorini A 200 años de nuestra independencia vale preguntarse: ¿es libre un país en el cual una de cada 10 personas vive en un asentamiento con derechos humanos básicos vulnerados?
Vivir hoy en un asentamiento implica no tener agua corriente, luz segura, saneamiento adecuado. Además, es no contar con la seguridad en la tenencia de tu lote y vivienda. Es tener mayor probabilidad de morir, ya que con mayor frecuencia se inundará tu barrio o tu familia estará más cerca de algún factor de riesgo (basural, vías de tren, cables de alta tensión) y no tendrás alumbrado cuando salís o volvés de trabajar o estudiar. Es vivir sin asfalto, adonde ambulancias, bomberos y policías no entran cuando las necesitás.
Si existen barrios con estas características desde hace 100 años es porque, como sociedad, no nos duele. Y esto es porque quienes viven el problema no tienen poder político y económico para solucionarlo y quienes teniendo el poder de solucionarlo, no viven el problema. Solucionar el problema del injusto acceso al suelo y al hábitat es urgente por varias razones: es el único camino posible para el desarrollo económico a largo plazo, mejora la democracia atacando de lleno el vínculo clientelar político y reduce la desigualdad, causa fundamental de la violencia social, que tanto nos preocupa.
Más notas para entender este tema
Hay que cambiar reglas de juego, fundamentalmente vinculadas a la justa regulación del mercado de suelos. Hay que involucrar y confiar en los vecinos de los asentamientos, que saben cómo superar la situación que les toca vivir y ya lo están haciendo. Hay experiencias exitosas en la Argentina y América latina para analizar y escalar.

Desde el sector social del hábitat, reunidos en el colectivo Habitar Argentina hemos elaborado hace tiempo propuestas de política pública: reformas y propuestas legislativas, lineamientos para el Poder Ejecutivo en sus tres niveles (consenso nacional para un hábitat digno, acuerdo por la urbanización) y el Poder Judicial. Es posible una Argentina más justa, sin la desigualdad actual que se ve expresada en los asentamientos. Sólo tiene que tener más relevancia en la agenda política. Sólo tiene que importarnos de verdad. El autor es director ejecutivo de Techo Argentina TOMADO DE LA NACION DE AR 

No hay comentarios: