El mundo debe actuar
con “urgencia” por el futuro del planeta Medio Ambiente
Los gases de efecto invernadero, uno de los grandes
responsables del calentamiento global. | FOXNEWS Ginebra, Londres | EFE y AFP
Los Gobiernos deben redoblar “urgentemente” los esfuerzos
para rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de minimizar
los “peligrosos” efectos del cambio climático, según un informe divulgado ayer
en Londres por la Agencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
En vísperas de que entre en vigor el Acuerdo de París, el
primer acuerdo universal y vinculante para hacer frente al calentamiento global,
la Agencia advirtió en este documento de que antes de 2030 esas emisiones
excederán en más de un 25 por ciento los niveles necesarios para mantener el
calentamiento global por debajo del límite crucial de 2 grados centígrados.
Si no se produce una pronta reducción de esos gases
“nocivos”, el planeta experimentará previsiblemente un incremento en su
temperatura media global de entre 2,9 y 3,4 grados centígrados, aunque se
implementen en su totalidad los compromisos pactados en el Acuerdo de París.
En él, los 195 países signatarios de la Convención Marco de
la ONU sobre cambio climático y la Unión Europea se comprometieron a poner en
práctica medidas diseñadas para evitar que la temperatura global sobrepase en 2
grados centígrados los límites preindustriales.
“Déjenme recordarles que aquí se trata del futuro del
planeta Tierra y de los seres humanos; que hablamos del futuro de la
humanidad”, subrayó ayer en la presentación de ese documento Erik Solheim,
responsable de medioambiente de la ONU.
Más ambiciosos
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Zeid
Ra’ad Al Hussein instó ayer a los países a ser “más ambiciosos” en su lucha
contra el cambio climático. “Hay una clara desconexión entre la ambición
declarada del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a menos de dos
grados y los compromisos asumidos por los países. Esa brecha debe ser cerrada”,
dijo Zeid.
Los acuerdos recientes para eliminar los hidrofluorocarbonos
y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de los aviones son
positivos, pero no son suficientes, puesto que las temperaturas de los últimos
tres años han superado las máximas de los registros históricos, reconoció el
alto comisionado.
Para remediar la situación, es necesario que este marco
legal, ratificado de momento por un total de 92 países, sea transparente,
integre el respeto a los derechos humanos y pueda rendir cuentas a los países
que incumplan lo acordado.
El representante de la organización internacional recalcó la
importancia de la próxima Conferencia de las Partes (COP22), que tendrá lugar
en Marraquech entre el 7 y el 18 de noviembre y en la que los estados debatirán
qué medidas tomar para asegurar el cumplimiento del acuerdo climático, tales
como financiación o intercambio de tecnología.
No obstante, Zeid instó a los países a tener en cuenta que
los proyectos emprendidos a partir de la COP22, como podrían ser una apuesta
por el uso de biocombustibles o la energía hidroeléctrica, “no perjudiquen a
aquellos a los que están destinados a proteger”.
Además, el alto comisionado señaló que deben protegerse en
especial los derechos de los grupos y las personas afectadas de manera
desproporcionada por el cambio climático.
LLEGAR A LOS HECHOS
Los negociadores todavía tienen trabajo por delante porque
el texto acordado por consenso en París tiene muchas imprecisiones que deben
quedar aclaradas.
“La COP22 debe ser una conferencia de acción y puesta en
práctica”, señala Tosi Mpanu-Mpanu, portavoz del grupo de países menos
desarrollados.
Entre los temas que deben avanzar están: la definición de
las reglas de transparencia entre los Estados, el incremento de la ayuda
financiera a los países en desarrollo, la ayuda técnica para construir
políticas de desarrollo “limpias” —energías renovables, transporte y vivienda
menos devoradores de energía, nuevas prácticas agrícolas—, y la presentación de
metas nacionales de cara a 2050.
“Lo más importante que estará en juego en Marrakech es
ponerse de acuerdo sobre una fecha límite para decidir las reglas de aplicación
del acuerdo, especialmente las reglas de transparencia”, estima Laurence
Tubiana, la negociadora francesa. “2017, no sería realista, pero 2018 es
posible”, dice.
Las reglas de transparencia se refieren a las informaciones
que los países deberán suministrar sobre las medidas adoptadas para limitar sus
emisiones, así como el avance de las ayudas estatales.
Paralelamente a una mayor transparencia, el acuerdo reposa
sobre un refuerzo de los planes de acción de cada país, que van hasta 2025 o
2030. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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