El rol de las Fuerzas Armadas y
el derecho a la protesta A un año de la represión, desaparición y muerte de
Santiago Maldonado, Greenpeace se suma al reclamo de Justicia y manifiesta su
profunda preocupación ante el reciente decreto presidencial que modifica la
política para las Fuerzas Armadas, lo que podría implicar una militarización de
gran parte del territorio y los espacios públicos y su utilización para la
represión de la protesta social.Bajo pretexto de ”asegurar la protección de la
soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial,
sus recursos naturales, su capacidad de autodeterminación y la protección de la
vida, la libertad y los derechos humanos de sus habitantes”, el Poder Ejecutivo
Nacional sancionó el decreto 683/18, que modifica el uso de las Fuerzas
Armadas, habilitándolas a actuar “en forma disuasiva o efectiva ante agresiones
de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la
independencia política de la República Argentina, la vida y la libertad de sus
habitantes, o ante cualquier otra forma de agresión externa”, considerando que
éstas “no solo son de carácter estatal militar, sino que en ocasiones se
manifiestan de otras formas que, sin dejar de tener su origen en el exterior,
se desarrollan en nuestro territorio y/o tienen efectos en él, afectando
intereses que la Defensa Nacional puede y debe contribuir a preservar”. Greenpeace
manifiesta su profunda preocupación ante el nuevo rol de las Fuerzas Armadas,
lo que podría implicar una militarización de gran parte del territorio y los
espacios públicos y su utilización para la represión de la protesta social. Las
muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel son un claro ejemplo de este
avance represivo. La libertad de expresión no sólo aplica a ideas percibidas
como favorables por las mayorías o por cualquier gobierno, sino que quedan
incluidas todas aquéllas que puedan perturbar, impresionar o que resulten
contrarias a las políticas del Estado. Entendemos que esta libertad carecería
de sentido si manifestarse, peticionar o expresarse contrariamente a la opinión
política de quienes se encuentran a cargo de cualquier Poder, implicara riesgo
alguno para la libertad personal.Las manifestaciones públicas permiten elevar
el nivel y la calidad de la información, del debate y del involucramiento
social en temas de interés general. Como consecuencia, nuestra democracia
resulta fortalecida cuando existe una voluntad permanente de sostener los
valores de la libertad de expresión, de discusión, de participación y de
protesta, en tanto dicho sistema de valores forma parte constitutiva e
insoslayable de aquélla forma de organización social. Las manifestaciones
públicas son los recursos con los que contamos los distintos actores y grupos
de la sociedad (trabajadores, mujeres, agrupaciones sociales, comunidades indígenas,
etc.) para visibilizar los reclamos e interpelar a las autoridades. Cuando la
libertad se amenaza, se judicializa, se deslegitima, la calidad de la
democracia se degrada en su práctica cotidiana. Greenpeace es una organización
ecologista internacional, económica y políticamente independiente, que se
financia únicamente con el aporte de más de 3 millones de personas en todo el
mundo, y que utiliza la no violencia para exponer y encontrar solución a los
problemas ambientales. La piedra angular del conjunto de valores fundacionales
de Greenpeace -los cuales sostenemos en todo el mundo y en cada una de nuestras
campañas-, responde a principios que se basan en dar público testimonio de la
destrucción del ambiente mediante acciones pacíficas, con el objetivo de
promover un cambio en la realidad. Este compromiso con la libertad de expresión
y con el derecho de protesta no es patrimonio exclusivo de Greenpeace. Por el
contrario, estos valores están firmemente arraigados en la tradición de la
protesta como motor de cambio positivo en la historia de la humanidad. Basta
que recordemos los movimientos de protesta pública, pacífica y multitudinaria
por los derechos civiles, por el sufragio universal, por la abolición de la
esclavitud, por los derechos de las mujeres, sin los cuales no contaríamos hoy
con varios de los fundamentales derechos que componen nuestras libertades
civiles y políticas. El trabajo de una organización
como Greenpeace exige que las instituciones garanticen la seguridad y la
libertad para ejercer el derecho de protesta y petición ante las autoridades y
sociedades privadas de cualquier talla de modo pacífico. Dichas libertades
lamentablemente se encuentran en detrimento a nivel global, y todos requerimos
que en la República Argentina suceda todo lo contrario. Nuestro trabajo es
permanente e independiente: ha sucedido y continuará sucediendo durante todos
los gobiernos, cualquiera sea su orientación partidaria, en todos los países,
defendiendo distintas causas, mostrando casos variados de la destrucción de la
Naturaleza, y cumpliendo únicamente con nuestra misión como organización
internacional, para la protección del ambiente a nivel global. Por ello, la
defensa del ambiente y de las libertades para su ejercicio, no tiene color
político: nuestro quehacer diario depende de hablar libremente, de no ser
perseguido por las opiniones, de hacer respetar la ley, de controlar las
decisiones de quienes ejercen la representación del Estado en todos sus poderes
y niveles jurisdiccionales.
Lic. Hernán Giardini Coordinador
de la Campaña de Bosques Forests Campaign Coordinator Greenpeace en Argentina, Chile y Colombia
Zabala 3873 (C1427DYG) Buenos Aires - Argentina
www.greenpeace.org.ar
Tel. (54 11) 4552 0823
Cel. (54 911) 6423 3625
Correo:
hernan.giardini@greenpeace.org
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