El olor fétido de
Alalay afecta a vecinos, vendedoras y guardias
Dos guardias ambientales usan barbijo para protegerse del
mal olor que emana de la laguna Alalay, ayer. | Hernán Andia Jessica Vargas
Desde hace tres semanas, los vecinos que viven cerca de la
laguna Alalay, en la OTB 9 de Abril, soportan el olor nauseabundo del agua
putrefacta a causa de las cianobacterias que han proliferado en el embalse y
provocaron una segunda mortandad de peces en agosto. La primera crisis se dio
en marzo y obligó a aplicar un plan de emergencia.
El sector sudoeste casi se ha convertido en un pantano y
está cubierto por un manto blanco y verduzco de algas tóxicas que producen
cianotoxinas, que según un estudio veterinario pueden ser perjudiciales para la
salud de los seres humanos y animales domésticos.
El presidente del Crempla, César Navia, aseguró que no hay
riesgo para las personas mientras no haya contacto con el agua de la laguna.
“El mal olor llega hasta los cuartos, cuando estamos
durmiendo se impregna en toda la casa, es insoportable, tendrían que darle una
solución porque es un foco de infección para nosotros”, señaló una vecina de la
calle Litoral, Carmen Claros.
Los deportistas, vendedoras, policías y bomberos que
frecuentan el entorno de la laguna para realizar sus actividades dijeron que el
olor que desprende la laguna se intensifica en la madrugada y en la noche.
Los vecinos afirman que han comenzado a presentar algunos síntomas
a causa del mal olor como dolores de cabeza, estómago e irritación de la nariz.
“No hay cuando solucionen, ya es mucho tiempo, hay momentos
que no podemos estar afuera”, dijo Lizeth Camacho, vendedora.
El domingo por la mañana se evidenció que la afluencia de
gente que asiste al lugar para recrearse o realizar deportes ha disminuido. Los
deportistas dijeron que no contaban con que el olor fuera tan fuerte.
“Este lado es el más fuerte y no hay otro lugar para correr,
no podemos respirar, yo creo que mañana tendré que venir con barbijo”, aseveró
José Claros.
Las vendedoras del mercado de frutas de Alalay, otro sector
afectado por la contaminación, dijeron que mucha gente ya no va el lugar y sus
ventas bajaron.
“En la tarde es muy fuerte, parece que el sol hace que sea
peor, nos da náuseas y cada vez es más fuerte”, contó una comerciante de fruta,
Alicia Chambi.
Decenas de transportistas de la parada de buses y “surubíes”
al Chapare también se ven perjudicados. “Más es cuando patea el sol, el viento
trae el olor y al final de la tarde es imposible estar en la calle”,
afirmó un
transportista, Álex Almendras.
El policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen
(Felcc), Herlán Gómez, dijo que el personal de esta institución presentó
síntomas de una posible infección durante la semana. “Cada uno ya está tomando
medidas, unos vienen con barbijo, cierran las ventanas de la oficina, los
olores son muy fuertes no se puede aguantar,” señaló.
Asimismo los guardias ambientales de la laguna empezaron a usar
barbijos desde esta semana, aunque no es de mucha ayuda, mencionaron.
El personal del Centro de Salud Combase, en la avenida 9 de
Abril, afirmó que no recibió ningún paciente con intoxicación a causa del olor.
El Sedes informó que realizará un monitoreo en los servicios a partir de esta
semana.
PEDIRÁN UN INFORME SOBRE SALUD
Ante los reclamos de los vecinos afectados por el mal olor
que emana de la laguna Alalay, el concejal Edwin Jiménez anunció que solicitará
respuesta a los informes que pidió sobre los resultados del plan de emergencia
y además enviará un nuevo requerimiento para que el municipio “informe rápido”
sobre los efectos que las aguas putrefactas pueden tener en la salud.
Remarcó que en los últimos seis años se han destinado 42
millones de bolivianos al manejo de la laguna; sin embargo, hasta el momento no
se tiene un proyecto a diseño final para la recuperación y que obligue a las
instituciones del Comité de Manejo y Protección de la laguna Alalay (Crempla),
como la Gobernación, a invertir recursos.
OPINIONES
Victoria Caro, vecina OTB 9 de Abril
“Ya no soportamos los malos olores”
Antes era sólo en las mañanas pero ahora en la tarde y al
mediodía (el olor) está más fuerte, además que tenemos que soportar la basura
de la calle que a diario se llena en la parada. La recicladora que está aquí a
lado también contamina porque las personas dejan las basuras en la calle. Yo
vivo desde hace seis años aquí y primero teníamos este problema y ahora el de
la laguna que no nos deja tranquilos, ya no se puede aguantar.
Herlán Gómez. Policía de la
Fuerza de Lucha Contra el Crimen
“Funcionarios
presentan síntomas”
Todos estamos afectados por los olores ya son insoportables
no se logra aguantar; empieza desde las cuatro de la tarde y en la noche ya es
insoportable, incluso, nos da dolor de estómago, tenemos náuseas y lo peor es
que se concentra el olor en la oficina.
Cada funcionario ya cuenta con su barbijo; ellos están
trayéndose, cada uno, porque no soportan. Vamos a coordinar con el director
porque los efectivos necesitan medidas.
Jisñe Claros. Deportista de la laguna Alalay
“Es dificultoso
respirar”
Yo vengo todos los domingos y este fin de semana se ha
sentido muy fuerte el olor, este sector (oeste) es el más fuerte y como puede
ver ya ni hay deportistas.
El próximo domingo o mañana ya habrá que venir con barbijo o
algo más. Es lamentable porque no tenemos otro lugar de estas condiciones para
hacer ejercicio. Ojalá llueva para que se solucione un poco. Tomado d e los
tiempos de Bolivia
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