lunes, 4 de junio de 2018

PISICULTORES CON DIFICULTADES POR PROBLEMAS AMBIENTALES


Problemas ambientales obligan a piscicultores a buscar alternativas
La propietaria del complejo la Casita Campestre muestra los siete estanques que posee. | Mauricio Rocabado
Jorge Fernández, dueño del complejo El Conquistador muestra su criadero. | Mauricio Rocabado
Las incubadoras de peces de la Casita Campestre. | Mauricio Rocabado
Los estanques de El Conquistador, en la zona de Paracti. | Mauricio Rocabado
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Los productores piscícolas de Paracti (municipio de Colomi) optan por generar proyectos alternativos de industrialización y turismo regional a corto plazo, porque las condiciones de crianza de la trucha se van agotando debido a la deforestación y la masificación del uso. La situación amenaza la calidad y el volumen de las vertientes naturales de agua.
El Gobierno inauguró en enero la Central Hidroeléctrica San José I y prevé culminar las obras de un segundo componente hasta fin de año. Ambos conforman el proyecto hidroeléctrico San José. La situación despertó preocupación entre los agricultores y productores de peces, que temen por las consecuencias del desvío y retención del agua en los próximos dos años.
En un recorrido que realizó Los Tiempos, el pasado viernes, se observó humo producto del chaqueo y se percibió un fuerte olor a químico, que los pobladores atribuyeron a los pesticidas.
Las familias productoras estimaron que la calidad del medioambiente permitiría criar trucha por 30 años, pero debido al contexto actual este tiempo podría reducirse hasta los cinco años.
En Paracti existen alrededor de nueve centros piscícolas entre medianos y grandes.  La capacidad de crianza en promedio es de 50 mil alevinos (peces bebés), aunque existen productores que tienen infraestructura para albergar hasta 600 mil peces.
El propietario del complejo piscícola El Conquistador, Jorge Fernández, explicó que se instaló en Paracti en la década del 80, con el objetivo de desarrollar la producción de trucha en la región, tras décadas de aprendizaje en el sur de Argentina y las costas de Perú.
Actualmente, el Conquistador posee 14 estanques. Su producción abastece a su restaurante y también sirve para comercializar a diferentes provincias de Cochabamba y a Santa Cruz.
“Hay un recalentamiento acelerado en el medioambiente y eso afectó aquí, hay un cambio drástico. Paracti tiene las condiciones para criar truchas, hay agua cristalina constante y el volumen sigue siendo bueno aunque disminuyó en los últimos años”, lamentó.
Detalló que actualmente se cuenta con un volumen de 120 litros de agua por segundo, frente a los 200 recibidos hace 30 años. Indicó que la cantidad ayuda a la oxigenación de los estanques y beneficia la crianza de los peses.
Debido a estos factores, Fernández aseguró que en los próximos dos años buscará ampliar su producción y transformar su complejo en una “factoría piscícola”.
“No sólo nos vamos a quedar con una piscicogranja, apuntamos a una piscifactoría para transformar el producto y elaborar trucha ahumada y enlatada”, sostuvo.
Norma García, otra productora, cría truchas desde hace nueve años para abastecer a su propio restaurante La Casita Campestre. El negocio está ubicado en plena carretera nueva a Santa Cruz, a la altura del punto antiguo de control de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).
Aunque aseguró que la clientela se mantuvo estable en los últimos años, se ve obligada a proyectar un centro turístico con piscina como alternativa la piscicultura en Paracti, porque estima que las condiciones permitirán el cultivo del pez hasta el 2023.
Aseguró que una vez que termine de pagar un crédito, buscará recursos para construir el primer hotel de la localidad.
“Calculo que va a durar unos cinco años más la crianza de trucha por la quema, la fumigación de la papa, cada vez es mayor, todos los bosques se están destruyendo”, lamentó

DATOS
Productores importan alevinos en invierno. Desde junio, los criadores piscícolas informaron que deben importar alevinos desde Estados Unidos por la demanda creciente del producto en Paracti.
Piscicultores invierten cerca de 20 mil bolivianos. Cada estanque demanda una inversión de aproximadamente 20 mil bolivianos, 5 mil para la construcción de la piscina, 7 mil para 20 mil alevinos y 7 mil para los alimentos balanceados.
Familias apuestan por criar más especies. Algunos productores optan por incorporar carpa a los estanques.
Crece producción en el trópico de Cochabamba. En 2017, la actividad piscícola generó hasta 50 mil bolivianos para las familias que se dedican a la producción, según datos proporcionados en Paracti.
Chimoré encabeza la producción de la zona. Chimoré es uno de los municipios más avanzados en el rubro, porque comenzó a instalar piscinas para el cultivo de peces desde hace 10 años.
Inicialmente construyó 20 estanques y el 2017 se registraron más de mil, según informó anteriormente el secretario municipal de Chimoré, Virgilio Rodríguez.
 PROYECTO HIDROELÉCTRICO ATRAE EL  “TURISMO NEGRO”
A cinco meses de haber sido inaugurada, la central hidroeléctrica San José I se convirtió en un nuevo atractivo turístico artificial de Paracti, informaron los pobladores consultados por este medio.
Anteriormente, el secretario de Comunicación de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, Alex Villca, explicó que  existen represas que fomentan el “turismo negro”.
“Aquel lugar donde antes era verde y era un ecosistema saludable termina siendo un embalse y la gente se da cita para conocerlo. Esta es la parte contradictoria que puede generar este tipo de proyectos”, sostuvo.
En este sentido,  la propietaria del restaurante Casita Campestre, Norma García, afirmó que cada vez más clientes consultan sobre la ubicación de la hidroeléctrica. “Vienen familias de Cochabamba, de todas partes, saben que hay una hidroeléctrica y quieren ir a conocerlas, turismo negro”, afirmó.
Villca cuestionó el uso turístico de estos proyectos, porque devastaron la naturaleza. / tomado de los tiempos de Bolivia

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