viernes, 23 de diciembre de 2016

DES-ESTIMULAR EL USO DE AUTOS , CARROS, PARTICULARES

No, montar en bus no es atractivo
Me preguntaba un médico si creía en las ciclorrutas y la reorganización del transporte, además qué pensaba del auto particular.
Este no se puede desestimular, me decía, porque no hay transporte público bueno ni suficiente.
No estoy de acuerdo con todo. Creo que hay que desestimular el uso del auto particular y estimular la bici, así sea a regañadientes, aunque la ciudad aún es muy pobre en rutas seguras para ciclistas.
Pero concuerdo en que el transporte de buses es malo. Los estudios muestran que hay más de los que se necesitan, pero uno ve que no cubren toda la ciudad.
A pesar de todo lo que hablan el Alcalde y sus funcionarios, poco se avanza en el tema. Lo dice una pequeña lista que uno puede hacer del tormento que es montar en bus (del cual soy usuario frecuente).
Comencemos con el arriero. El bus va despacio y el conductor mira por el retrovisor, cuando ve otro detrás, arranca a la lata y ya no interesa recoger pasajeros. Es común en muchas rutas.
Radio a volumen alto, sean noticias o música, independiente de si gusta o no.
Cada vez el espacio entre sillas es más pequeño. Es difícil sentarse, hay que hacerlo de lado o viajar de pie. Eso nadie lo regula y en este asunto vale citar las registradoras estrechas que hacen difícil abordar o descender.
En busetas que no deben llevar pasajeros de pie, hasta doble fila obligan a hacer.
El conductor juega con el tiempo del pasajero: se para en ciertos sitios tres, cinco o más minutos. Y ni modo de pedirle que continúe.
A pesar de que recogen pasajeros por la derecha (aún en cualquier sitio) y por ahí se bajan los usuarios, transitan por la izquierda.
Y no se les exige cumplimiento de frecuencias. Produce rabia y tristeza ver largas filas temprano en hora pico y en la tarde-noche, gente apurada para ir al trabajo o llegar a casa y los buses ausentes, una tortura diaria común hasta en las rutas integradas al metro.
Podríamos seguir. Se viaja en bus porque toca, no porque se crea que el servicio es bueno. Las anormalidades, e irregularidades, son muchas, tantas que no caben en la cabeza de los funcionarios que deberían atenderlas. Por eso no lo hacen, suponemos.
Así es difícil que se deje el auto en casa. Claro que todas esas emociones negativas por $1900 son baratas.
Maullido: el mentiroso siempre dirá que no lo es.

POR RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ, TOMADO DE EL COLOMBIANO 

No hay comentarios: