Golpe de timón: cambios para sacar del letargo al ente que
debe limpiar el Riachuelo
Luego de la estrepitosa salida del último director, Julio
Torti, nombrarán a Gladys González, interventora en el SOMU; el plan de limpieza
del río está casi detenido desde hace dos años
Sólo se ejecutó el 20% del presupuesto del organismo: se
demora el control a las industrias y la
relocalización de vecinos
Sólo se ejecutó el 20% del presupuesto del organismo: se
demora el control a las industrias y la relocalización de vecinos. Foto:
Emiliano Lasalvia
El gobierno de Cambiemos quiere revitalizar de alguna forma
la limpieza del Riachuelo. Lo que no consiguió en un año pretende que se
acelere en los tres de gestión que le quedan, con un nuevo nombramiento y otro
cambio en la estructura de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar).
La intención -con consenso en las tres jurisdicciones que la
integran: la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad- llegaría de la
mano de la exitosa interventora en el SOMU, Gladys González. El Gobierno quiere
renovar el oxígeno luego de la estrepitosa audiencia ante la Corte Suprema en
la que quedó expuesta la inacción del organismo y se revelaron las internas
entre el entonces director ejecutivo, Julio Torti, y el ministro de Ambiente,
Sergio Bergman. Según pudo saber LA NACION, desaparecería la Dirección
Operativa, hoy a cargo de Gabriela Seijo, y todo quedaría bajo la órbita de
González.
La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y sus
funcionarios quieren tener más injerencia en un tema que evalúan emblemático y
mediante el cual pueden aumentar la influencia en los 14 municipios de la
provincia que conforman la cuenca.
Desde fines de noviembre, el consejo directivo de la Acumar
sólo emitió dos actas: una, para aceptar la renuncia de Torti, y la otra, para
aprobar el presupuesto para el año próximo, que ascenderá a $ 1300 millones, $
100 millones más que este año. Es que queda mucho por ejecutar. Aunque LA
NACION intentó comunicarse con el organismo para conocer los números exactos,
no hubo respuesta oficial. "No se harán declaraciones hasta que no asuma
un nuevo director", indicaron.
Al presupuesto propio, hay que sumar el crédito del Banco
Mundial por US$ 840 millones para construir el colector cloacal del lado de la
Capital. Ese sistema sólo estará completo cuando se construya un colector
subfluvial, a la altura de Berazategui, que descargará los efluentes en el Río
de la Plata, a 11 kilómetros de la costa. Según declaró AySA frente a la Corte,
sólo en 2023 estaría lista esa obra.
Extraoficialmente, se habla de una ejecución presupuestaria
del 20% en el organismo, que en el último año aumentó su planta permanente en
un 10%. Cambiemos sumó 50 puestos en esa categoría a la Acumar, que ya suma 860
empleados. En el informe que el organismo presentó al máximo tribunal, al que
tuvo acceso LA NACION, se explicita el escaso grado de avance de los proyectos.
Algunos ejemplos: el traslado del Mercado de Liniers avanzó en sólo un 2%,
cuando la promesa era completarlo en 2017. Tampoco hubo progreso en la remoción
de basurales ni en los convenios que se deberían haber suscripto con diferentes
municipios para la concreción de ecopuntos, destinados a concientizar sobre el
impacto ambiental en el conurbano bonaerense.
Polo Petroquímico
La transformación del Polo Petroquímico y la relocalización
de las familias avanzó apenas un 7% y el proyecto para construir una planta de
tratamiento para las curtiembres de la cuenca, que al parecer en los últimos
meses han empeorado su comportamiento respecto de los efluentes, apenas se
concretó en un 8%.
En cuanto a las 17.771 soluciones habitacionales que el
organismo se comprometió a realizar, hasta diciembre de 2015 se había cumplido
en un 20%. Carlos "Coco" Rivero, de la villa 21-24, está muy enojado.
"Ni siquiera hay construcciones nuevas. Sólo avanza el proyecto Mundo
Grúa, que ya estaba empezado. Los otros terrenos que están disponibles para la
construcción de viviendas todavía no cuentan ni con permiso", indicó a LA
NACION. Los vecinos intentan reactivar las mudanzas pero no quieren que suceda
como en el complejo de Villa Soldati, donde las casas nuevas ya están
deterioradas.
El Gobierno prometió que en 2017 habrá 2000 viviendas
nuevas, aunque en el cuerpo colegiado conformado por la Defensoría del Pueblo
de la Nación y varias ONG ambientales aclaran que las construcciones ya estaban
terminadas, y que el trabajo que se realizará es únicamente conectar los
servicios. "Las construcciones se concretan en terrenos de baja calidad
con poco valor inmobiliario", dijeron.
Desde que asumió Cambiemos, la Acumar no hace pie. Amílcar
López, el primer director ejecutivo del organismo, presentó su renuncia en
febrero pasado porque por las internas políticas no podía
lanzar su gestión. En
abril, mientras seguían las peleas entre las jurisdicciones para ganar
espacios, asumió Torti, que el mes pasado volvió a su puesto en AySA. Por Laura
Rocha, tomado de la nación de ar
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