Ingreso universal: el experimento social de Finlandia para
desempleados
Ante el cierre de fuentes de trabajo, el gobierno diseñó un
plan para dar beneficios automáticos sin trabas burocráticas Peter S.Goodman
OULU, Finlandia.- Nadie confundiría este gélido rincón del
norte de Finlandia con Silicon Valley. Anidado entre bosques de pinos bajos a
menos de 200 kilómetros del Círculo Ártico, Oulu parece más propicia para la
cría de renos que para emprendimientos tecnológicos.
FOTO Nokia, en Finlandia.
Pero esta ciudad tiene tradición de ser nodo de las
comunicaciones inalámbricas y de aspiraciones innovadoras. También cuenta con
miles de ingenieros calificados que necesitan trabajo. Muchos fueron despedidos
de Nokia, la compañía finlandesa otrora sinónimo de telefonía móvil que ahora
lucha para no caer en el olvido.
Y aunque los emprendedores están más que dispuestos a poner
a esta gente a trabajar, la generosa red de protección social de Finlandia los
desalienta. Los desempleados que obtienen un ingreso extra pierden su seguro.
Para quienes fueron despedidos de Nokia, pasar a retirar el cheque del seguro
de desempleo es más atractivo que dar el salto y arriesgarse con un
emprendimiento en un país donde la industria tecnológica está intentando hacer
pie nuevamente, después de fuertes tambaleos.
El gobierno finlandés, entonces, está tratando de actuar con
un nuevo experimento social: el ingreso básico universal. A principios del año
próximo tienen planeado elegir al azar a unos 2000 desempleados, tanto oficinistas
como operarios y obreros de la construcción, y les otorgarán beneficios
automáticos, sin trabas burocráticas ni multas por recibir ingresos extras.
El gobierno está expectante por los resultados. ¿Habrá más
gente que busque empleo o se decida a abrir un negocio nuevo? ¿Cuántos dejarán
de trabajar y se gastarán toda la plata en vodka? Una vez liberados de todas
las complicaciones burocráticas del actual sistema de seguro de desempleo,
¿usarán su tiempo libre para capacitarse y prepararse para una nueva carrera?
Son todas preguntas que exceden el ámbito de las políticas públicas y plantean
interrogantes sobre la condición humana.
Las respuestas se irán conociendo en un período de prueba de
dos años y podrían ayudar a dar forma a las políticas de seguridad social mucho
más allá de las tierras nórdicas. En varios países los funcionarios están
explorando la posibilidad de brindar un ingreso básico como forma de mitigar la
vulnerabilidad de los trabajadores expuestos a los caprichos del mercado global
y la automatización. Si bien la noción de ingreso básico es todavía incipiente,
el creciente número de experiencias pone de relieve la profunda necesidad de
encontrar maneras efectivas de aliviar los riesgos de la globalización.
La investigación cobra más relevancia frente a la ola de
populismo reaccionario que recorre el planeta y que presenta a la elite del
establishment como la gran beneficiaria de las mismas fuerzas económicas que
aplastan a las masas trabajadoras. En Estados Unidos, la elección de Donald
Trump, que prometió drásticas restricciones al comercio internacional, y el
sorprendente voto de los británicos por el Brexit sonaron como señales de
alerta en el mundo: o se actualiza el capitalismo para que las ganancias se
distribuyan de manera más equitativa, o se corre el riesgo de que las masas
enardecidas desmantelen las instituciones que sostuvieron las políticas
económicas desde la Segunda Guerra Mundial.
Ingreso básico universal es un concepto que en realidad
engloba varias propuestas, pero que suelen compartir una misma característica:
que todos los miembros de la sociedad reciban un cheque del gobierno, sin
importar cuáles sean sus ingresos o si tienen trabajo. Esos fondos deberían
alcanzar para garantizar comida y techo, y permitir que las personas logren su
mejoramiento personal mientras contribuyen con la sociedad.
Los planificadores políticos buscan desde hace generaciones
la fórmula del pleno empleo, que implica que todos los que quieran encuentren
un trabajo. El esquema de seguro de desempleo tradicional fue pensado en épocas
en que la producción fabril funcionaba de manera cíclica. En épocas de vacas
flacas, los trabajadores despedidos podían seguir teniendo un ingreso, mientras
esperaban que la rueda se pusiera en marcha nuevamente.
Si la idea de un ingreso básico universal está cobrando
impulso se debe en parte a un reconocimiento tácito de que el mercado laboral
cambió tan drásticamente que el pleno empleo es hoy una fantasía. Las fábricas
fueron remodeladas para albergar elegantes oficinas urbanas, los operarios han
sido reemplazados por robots y los empleos de tiempo completo fueron
desplazados por los contratos por proyectos específicos.
El ingreso básico está pensado como algo permanente, para
una época en que la demanda de mano de obra será escasa. Pase lo que pase
-supongamos que primero todos nos convirtamos en choferes de Uber y después
Uber reemplaza a todos sus choferes por autos sin conductor-, todo el mundo
tendrá lo suficiente para su sustento.
Pero el precio de todo lo que es realmente
"universal" es siempre astronómico y políticamente inviable en muchos
países, especialmente en Estados Unidos, donde Trump acaba de nombrar a un
ministro de Trabajo que ni siquiera está de acuerdo con subir el salario
mínimo.
Si cada norteamericano recibiera apenas 10.000 dólares al
año, la suma resultante alcanzaría los tres billones anuales, o sea casi ocho
veces lo que Estados Unidos gasta en seguridad social.
Más allá de los números, la idea del ingreso básico
universal plantea interrogantes sobre sus efectos humanos. Liberados de la
angustia de terminar durmiendo en la calle, ¿las personas se convertirían en
parásitos sociales?
La preocupación de los finlandeses en ese sentido es bien
pragmática: el gobierno no tiene la menor intención de repartir dinero para que
la gente se dedique a la poesía. La intención es generar cada vez más empleos.
La economía de Finlandia casi no ha crecido en la última década, y la actual
red de asistencias social parece estar impidiendo revitalizar la economía. Traducción
de Jaime Arrambide – TOMADO DE LA NACION DE AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario