lunes, 11 de junio de 2018

TURISMO EN REPRESAS DE BOLIVIA


 Cuatro hidroeléctricas impulsan el “turismo negro” en Bolivia
La Central Hidroeléctrica Misicuni, que contará con un proyecto integral piscícola para atraer a los turistas. | Carlos López
Las instalaciones de la Central Hidroeléctrica San José I, Paracti. | Mauricio Rocabado
El proceso de deforestación en el Parque Nacional Carrasco, Pocona. | Carlos López
El “turismo negro” nació en Bolivia con la consolidación de cuatro proyectos hidroeléctricos ubicados en los departamentos de Cochabamba y Tarija, advirtieron especialistas, empresarios y operadores de turismo.
El vicepresidente de la Cámara Regional de Turismo Responsable de Rurrenabaque, Alex Villca, definió esta tendencia como la atracción que despiertan en los turistas los sitios que antiguamente contaban con gran biodiversidad y que fueron modificados por el hombre o a raíz de desastres naturales.
“Es lo contrario a la motivación del turismo de naturaleza, del ecoturismo, el turismo de aventura, que atrae por esa grandiosidad del paisaje de un entorno con alta biodiversidad, de un entorno donde los pueblos y naciones indígenas operan los recursos”, precisó.
Aunque el término aún no fue adoptado entre operadores locales de turismo receptivo y facultades que imparten esta carrera en Cochabamba, existen al menos tres sitios en el departamento que atraen a viajeros del interior del país y del extranjero.
En primer lugar destacaron la presencia de turistas en la represa de Incachaca, municipio de Colomi. Asimismo, destacaron el proyecto Hidroeléctrico Misicuni en Quillacollo (Parque Nacional Tunari) y finalmente la Central Hidroeléctrica San José I, ubicada en Paracti, dentro del Parque Nacional Carrasco.
La operadora de la agencia Bolivia Cultura, Gabriela Ríos, destacó que desde 2014 existe un grupo de entre 14 y 20 turistas de Estados Unidos que solicitan visitar la represa de Incachaca una vez al año como viaje de estudio de universidades.
“Ellos buscan llegar al inicio de la contaminación del agua y el aire. Más que todo, vienen personas especializadas desde América del Norte. Nos encargamos del tema logístico, transporte, contactos con la hidroeléctrica, alimentación”, precisó.
Anteriormente, la propietaria del restaurante Casita Campestre, Norma García, afirmó que cada vez más clientes consultan sobre la ubicación de la hidroeléctrica de la Central Hidroeléctrica San José I, que fue inaugurada hace cinco meses dentro del territorio del Parque Nacional Carrasco.
“Vienen familias de Cochabamba, de todas partes. Saben que hay una hidroeléctrica y quieren ir a conocerla, turismo negro”, afirmó.
La Central Hidroeléctrica Misicuni, inaugurada el 7 de septiembre de 2017, se constituye en el tercer punto de atracción de turismo negro en Cochabamba.
Al respecto, el director de Cultura y Turismo de la Gobernación, Ubaldo Romero, sostuvo que el Proyecto Integral Piscícola Turístico en el Embalse de Misicuni que se prevé inaugurar entre diciembre de 2018 e inicios de 2019, fue concebido como una medida de mitigación.
“Trabajamos bajo el concepto de turismo comunitario, en el que se interactúa con las comunidades con el objetivo de fortalecer y mejorar la calidad de vida de las familias que están en torno a la represa para mejorar los servicios y tener mejorar calidad de vida”, añadió.
El cuarto atractivo “negro” se encuentra en Tarija, con la represa de San Jacinto, sostuvo Villca.
“Ha generado lagunas, caídas de agua. Ahora genera un movimiento, la curiosidad, el turismo negro también se llama de morbo, porque te impacta con el cambio ambiental que ha ocurrido”, lamentó.
 9 hidroeléctricas se prevé para Cochabamba hasta 2025. Actualmente se ejecutaron dos y se iniciaron las obras en dos.
 DATOS
Proyectan 5  plantas en el Chapare. En el Chapare, una de las regiones con mayor biodiversidad de Bolivia, se prevé la construcción de los proyectos hidroeléctricos Banda Azul, Juntas Corani, Ambrosía, Santa Bárbara e Icona. Hasta 2025, se prevé culminar los nuevos proyectos en el departamento.
Cochabamba generaría cerca de 1.480 MW. El costo ambiental que Cochabamba afrontará en los próximos años permitirá generar aproximadamente 1.480 megavatios de potencia, según datos consultados en el sitio web de la empresa pública ENDE.
 GOBERNACIÓN REPLICARÁ EL MODELO DE MISICUNI
El director de Cultura y Turismo de la Gobernación, Ubaldo Romero, informó que el Gobierno departamental buscará replicar la experiencia del Proyecto Integral Piscícola Turístico en el Embalse de Misicuni en el resto de los proyectos hidroeléctricos que serán edificados en el departamento.
La medida pretende reducir el impacto negativo de las hidroeléctricas entre las actividades económicas de las familias perjudicadas por los proyectos.
“El modelo de Misicuni va a ser experimental para plantearlo en otros lugares donde se tiene previsto construir otras represas, pero que aún están en etapas de estudio, seguro saldrán algunos componentes de aprovechamiento”, añadió. Sin embargo, el vicepresidente de la Cámara Regional de Turismo Responsable de Rurrenabaque, Alex Villca, advirtió el “turismo negro” genera desplazamiento de comunidades, limita actividades agrícolas por afectación del medio ambiente entre los pobladores de la región perjudicada, entre otros elementos.
“Quienes toman la delantera son inversiones que no estaban presentes antes. Se van a hacer cargo del turismo ya no los locales, sino privados, también puede ser el Estado”, afirmó.
 ANÁLISIS
Erick Terán. Docente de Turismo UMSS
“El éxito o fracaso depende de la política de gestión”
El éxito o fracaso de los programas de aprovechamiento turístico en los proyectos hidroeléctricos depende de la política de gestión del Gobierno.
Si se hacen proyectos y no hay acciones, no se va a poder llevar nada, va a ser el turismo que ahora tenemos: bastante desorganizado, poco planificado y de poca calidad.
El Estado tiene que tomar al turismo como actividad muy dinámica y con proyección de desarrollo sostenible enmarcado en política de vivir bien. Eso depende un poco de cómo aprovechamos todas esas inversiones. En el caso del Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu, por ejemplo, como en otros, al inicio se tiene una apertura de caminos. El ensanchamiento con maquinarias y equipos se convierte en algo muy desagradable para el turista.
Todo el impacto negativo puede ser revertido siempre y cuando se prevea la mitigación en la etapa de reposición. No es lo mismo lo que pasa en Ivirizu, con características tropicales, que lo que ocurrió en el proyecto Misicuni, donde la región era más árida.
También tenemos que tener en cuenta el costo contra el beneficio.
Hay que preguntarse con la población si ha sido positivo para ellos la inversión que se ha desarrollado.// TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA

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