La importación, registro y renovación de insecticidas que
contengan el ingrediente activo Azinfos metil, Metidatios, Metomil y el
herbicida Atrazina, utilizados para fruticultura, horticultura y control de
aves plaga, fueron prohibidos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y
Pesca (MGAP).
En conferencia de prensa, el director de la Dirección
General de Servicios Agrícolas (DGSA), ingeniero agrónomo Federico Montes,
señaló que “no tenemos problemas en el mercado, hacemos un análisis de riesgo y
disminuimos inconvenientes o errores humanos en su aplicación”.
“Estos productos son utilizados para la producción frutícola
y hortícola, así como para el control de aves plagas. Retirarlos del mercados
significa fortalecer el concepto de la política pública de intensificación
sostenible dentro de productividad, cuidado ambiental y salud humana y animal,
de manera de reforzar la inocuidad alimentaria”, enfatizó Montes.
Además de la prohibición de la importación, registro y
renovación de insecticidas que contengan el ingrediente activo Azinfos metil,
Metidatios, Metomil y el herbicida Atrazina, se restringió la importación,
registro y renovación de los productos fitosanitarios a base del ingrediente
Paration Metil formulados con suspensión de encapsulados con excepción de
hormiguicidas formulados como
polvo.
También el producto fitosanitario en base al ingrediente
activo Carbofuran en formulación suspensión concentrada para su uso en cultivos
de papa, tomate, morrón y pimiento, con la excepción del control de cotorra,
cuyo uso se debe concretar con la autorización de técnicos del Ministerio de
Ganadería en presentación granulada.
Con la salvedad de la Atrazina, los demás productos llevan
la etiqueta de Categoría I, correspondiente a los que se catalogan como
altamente tóxicos para los humanos, los peces y las abejas, y el ambiente.
Recordó que son productos que están “altamente cuidados” y se comercializan
bajo receta profesional, para seguir dando garantía al consumidor final de que
lo que está en la mesa contempla los parámetros de inocuidad.
En referencia al herbicida Atrazina, manifestó que se
utiliza internacionalmente pero demostró inconvenientes en el cuidado
ambiental, sobre todo en la contaminación de agua subterránea. “No hemos tenido
ningún problema en el mercado con estos productos. Lo que hacemos es un
análisis de riesgo y tratar de disminuir posibles inconvenientes o errores
humanos en su aplicación”, aclaró.
Montes recordó que en Uruguay queda un remanente de los
productos, por lo que se analizará el stock y de acuerdo a esa información, se
determinará el tiempo para cada producto en la vigencia en el país. Luego de un
plazo de 30 días comenzarán las sanciones a productores que lo utilicen y a
comercios que lo vendan.
La titular de la Dirección General de la Granja (Digegra),
ingeniera agrónoma Zulma Gabard, subrayó las políticas sectoriales y
diferenciales para la producción de la granja, de manera de lograr una
alimentación saludable. Explicó el uso y manejo seguro de plaguicidas, la
georreferenciación de apiarios, la inscripción en el Registro Agrícola y la
guía de buenas prácticas para la producción de miel. “En Uruguay se planta y
cosecha el 96% de lo que se consume en frutas y verduras. Además, la granja
representa el 20% de la mano de obra total del sector agropecuarios”, indicó.
El secretario de la Cámara Nacional de Fertilizantes y
Fitosanitarios (Canaffi), Humberto Almirati, afirmó que “muchos de los
productos que se prohibieron se usaban poco” e incluso, en el caso del Azinfos
metil, “estaba generando problemas de resistencia”.
Recordó a El País que ese producto “fue una revolución hace
30 años, pero ya es un fosforado viejo y peligroso. Lo mismo el Metidation, que
era un producto que se usaba poco, pero era muy peligroso, con toxicidad
aguda”.
En cuanto al herbicida Atrazina, se utilizaba en sorgo y
maíz, era muy usado a nivel de tambos en la producción de forraje. “Es el único
producto que se encontró en las aguas, si bien debajo de los límites permitidos
se encontró en cauces de agua y de mantener el uso podría ocasionar problemas”,
explicó Almirati.
Explicó que hubo muchos avances y en el mercado local “hay
muchos otros sustitutos con menor impacto, a precios razonables, con una serie
de importadores y registros. Es racional lo que hizo el MGAP y desde la Canaffi
apoyamos”. tomado de el telegrafo de uy
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