Más de cien mil personas marcharon a favor de la vida en
Estados Unidos
Tras cumplirse el, viernes 27 de enero, el 40º aniversario
de "Roe vs. Wade", el caso que, sobre la base de una falsedad,
permitió la legalización del aborto en los Estados Unidos, más de cien mil
personas se congregaron una vez más en la histórica Marcha por la Vida (March
for Life).
Como cada año, los ciudadanos se convocaron –en lo que es
considerado "el mayor encuentro a favor de la vida del mundo"- para
manifestar su apoyo a la defensa del derecho a la vida y su rechazo al aborto,
permitido por la Corte Suprema para todo el país desde 1973.
Los manifestantes marcharon por las calles del centro de la
ciudad de Washington hasta las escalinatas del palacio de la Corte Suprema de
Justicia. Estuvo a cargo de la oración inicial del encuentro el cardenal
Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente del Comité para Actividades
Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (siglas en
inglés: Usccb), quien presidió una misa en la noche previa a la marcha.
Uno de los primeros discursos fue el de la consejera del
presidente Donald Trump, Kellyanne Conway, quien recordó que la declaración de
independencia norteamericana "declara el derecho a la vida y la ciencia y
la razón lo confirman". "Cada día es una lucha por la vida y hoy es
una celebración de la vida", afirmó.
Luego, el vicepresidente Mike Pence, quien participó como en
otros años junto con su familia, sostuvo que "la vida está ganando en los
Estados Unidos". Pence alegó estar en un "momento histórico en la
causa de la vida", y animó a asumirlo "con respeto y compasión por
todos los estadounidenses".
"Que este movimiento sea conocido por la compasión no
por la confrontación", pidió y resaltó: "Continuaremos ganando los
corazones y mentes de la nueva generación".
"Para curar nuestra tierra y restaurar la cultura de la
vida, debemos seguir siendo un movimiento que los abraza a todos, se preocupa
por todos y muestra respeto por la dignidad y valor de toda persona",
alentó.
El funcionario aseguró que el gobierno estadounidense no
descansará "hasta restaurar la cultura de la vida en los Estados Unidos
para nosotros y la posteridad".Asimismo, la congresista Mia Love señaló
que "cada vez que el aborto mata a un niño, todos sufrimos, perdemos
nuestro futuro", y agregó: "Las mujeres que han sobrevivido a Roe vs.
Wade, son nuestro futuro y lo que está por venir".
El congresista Chris Smith señaló que "el lugar más
peligroso hoy en los Estados Unidos para una niña o un niño no nacido es una
instalación de Planned Parenthood", institución que destruye un niño no
nacido cada dos minutos y ha matado más de 7 millones de bebés desde
1973", una cifra más de 10 veces mayor que "toda la población de Washington
D.C.", indicó.
Por su parte, la senadora Joni Ernst anunció que en la
semana próxima presentará un proyecto de ley "para redirigir el
financiamiento federal de Planned Parenthood a verdaderos centros de cuidado de
la salud de mujeres". Tomado de envio de asi somos de cor ar
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