TRAS MÁS DE 60 AÑOS
DE LA DESAPARICIÓN DE POBLACIONES ANIMALES
Jorge Peña, desde España al Iberá para devolverle a
Corrientes su fauna extinta
Jorge Peña, es el
veterinario a cargo de la restauración del yaguareté en los Esteros del Iberá.
Foto
gentileza
Bajo la gran misión del proyecto de restauración de
especies, se encuentra un equipo de
profesionales que todos los días trabaja
por la esperanza de que los animales que se extinguieron en la provincia
regresen a su hábitat. En esta nota, la historia de un veterinario español
parte del grupo inédito encargado de la restauración del yaguareté.
Por Melisa Vega (_melijota)
Inmerso en el centro del Parque Provincial San Cayetano,
entre un concierto de chicharras y el barullo de la gente que celebraba la
llegada de un nuevo yaguareté a la provincia, Jorge Peña, un veterinario
oriundo de Madrid, capital española, se sienta a conversar con ellitoral.com.ar
y contar su experiencia en el trabajo con los animales de la región en un
espacio al que considera "único" a niver de preservación.
Jorge, es especialista en fauna silvestre y arribó hace cuatro años a la provincia para ser
parte de una misión del cual dice estar enamorado: devolver a Corrientes su
fauna desaparecida hace más de 60 años.
“Llegué a Corrientes porque necesitaban a un veterinario con
experiencia en fauna silvestre y yo había trabajado ocho años en un zoológico
urbano de Madrid. Cuando conocí al grupo humano que trabajaba acá me quedé
encantado con ellos y automáticamente me sentí a gusto”, comentó entusiasmado.
Jorge tiene 37 años y actualmente es el
veterinario clínico a cargo la reintroducción del yaguareté en los Esteros del
Iberá, un proyecto ideado The Conservation Land Trust (CLT) al que considera “un reto” y el cual lo
mantendrá unos años más en el país, “quizás tres, cinco, diez o veinte”.
De Madrid a Corrientes existe una distancia de más de 9 mil
kilómetros y aunque reconozca que muchas veces extraña su país, su gente, su
cultura entiende que ama demasiado su trabajo como para abandonarlo y
marcharse. Trabaja con un grupo al que considera “plural y diverso” y con
quienes supo sentirse como en familia: “Estamos en convivencia diaria durante
los siete días de la semana, lógicamente hay veces que nos tenemos que alejar
un poco y vaciar la cabeza, pero es una relación muy fácil y linda, lo que me
hace entender que no he vivido un choque cultural muy fuerte”, explicó.
El reto de trabajar con animales de la zona
Ante la pregunta de las sensaciones y lo que significa
trabajar con especies propias de la región, Jorge no titubeó en expresar el
amor a lo que hace: “Es un proyecto del que estoy realmente enamorado pero
también entiendo que es una gran responsabilidad, hay que cuidar cada detalle.
Siento que la institución confía mucho en mí”, afirmó.
De su labor con los animales de la zona contó que tuvieron
que empezar de cero, armar el proyecto y equiparse para tratar con las
especiales donde cada uno significaría un reto particular: “Tuvimos que mover
tapires de más de 200 kilos, guacamayos que son muy delicados o los pecaríes que son animales que andan en
grupos, entonce había que respetarlos y trabajar cuidadosamente con ellos”,
dijo.
Explicó que el trabajo específico con el yaguareté es muy
complejo y requiere de un equipo multidisciplinar, donde hay ecólogos,
sociólogos, biólogos, veterinarios: “Es
un proyecto muy lindo porque cada especie tiene sus particularidades. No hay en
el mundo un proyecto parecido y eso lo hace muy atractivo”, relató.
Según informó, el proyecto ideado en los Esteros es pionero
en el número de especies con los que trabaja y en el objetivo que persigue.
Además, expresó que a su parecer no existen espacios tan conservados como las
700 mil hectáreas de los Esteros del Iberá.
La esperanza de que el yaguareté vuelva a Corrientes
Jorge es el médico veterinario a cargo del trabajo de
reintroducción del yaguareté, es quien los cuida y anestesia cada vez que es
necesario realizarle algún chequeo sanitario. Asumió que es una iniciativa que
recién empieza y que después de conseguir la primera camada de cachorros empezaría el reto de “reintroducir animales
aptos para vivir en libertad sin que esto suponga un peligro para nadie”.
En el caso concreto de Chiqui el veterinario reveló que es
un proceso “muy vigilado en cada detalle” y que en una primera instancia
evaluarán su capacidad de reproducción a través de una extracción de
semen, dato muy importante para conocer
la calidad y garantizar el éxito reproductivo. Luego el yaguareté viajará al
Centro de Cría ubicado en la estación de San Alonso para encontrarse con Tobuna
y Nahuel, lo que podría suceder en los últimos días del mes de febrero.
En cuanto al traspaso de las tierras del Iberá a Nación,
Peña no duda en afirmar que fue una noticia “muy emocionante” porque
significaría “poder trabajar para la restauración de la fauna en un territorio
que estará protegido a largo plazo”,
concluyó. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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