domingo, 29 de enero de 2017

PARQUE TUNARI DE BOLIVIA GRAN PROVEEDOR DE AGUA

490 millones de m3 de agua al año provienen del Parque Tunari
Pobladores observan la laguna de Wara Wara en las alturas del Parque Nacional Tunari. | José Rocha
Eucaliptos que fueron plantados en una reforestación de 1960. | José Rocha
Un árbol de quewiña totalmente quemado luego de un incendio en el Parque Tunari. |
Lorena Amurrio Montes
El Parque Nacional Tunari (PNT) es considerado el principal reservorio acuífero de Cochabamba. Dicha aseveración es confirmada por el Plan de Manejo que identifica 800 hectáreas de humedales y bofedales, además de 600 ríos y quebradas, y 338 lagunas que aportan 490 millones de metros cúbicos anuales al departamento.
“Es importante que, como cochabambinos, reconozcamos y demos la importancia que merece el parque y su directa relación con el agua que consumimos (…). Cuando se creó la Ley 1262 del Parque, el principal objetivo era reforestar, porque la ciudad se inundaba con toda el agua que dotaba el Tunari”, explica el director del área protegida, Carlos Espinoza.
Gran parte de las lagunas se concentran en Sacaba. En tanto, Corani recibe el 50 por ciento de su caudal del Parque. Asimismo, se encuentran Wara Wara y Escalerani, que son los dos espejos de agua de los cuales el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) lleva agua hasta Cercado.
Además, está presente Misicuni, que llenará la represa con agua de los afluentes Misicuni, Vizcachas y Putucuni. Mientras, la empresa cervecera Taquiña tiene una laguna que le dota de agua, al igual que a varias comunidades aledañas.
El agua de estos afluentes mencionados se utiliza en un mayor porcentaje para el consumo. Por otro lado, se estima que por lo menos 22.000 familias utilizan las vertientes para el riego de 25.000 hectáreas.
La fuerte sequía que azotó Cochabamba en 2016 comenzó con la reducción de los niveles en estas lagunas ubicadas dentro del Parque. Por este motivo, se observaron diversos enfrentamientos, principalmente en Sacaba, Tiquipaya y el último en la zona de Taquiña, que se cobró la vida de una persona.
Por este motivo, el director del área protegida explica que es de vital importancia comprender  que existe una relación directa entre el bosque nativo y la recarga de acuíferos. Las dos especies de árboles que predominan en el parque son quewiñas y alisos, conocidas por su facilidad de producir agua y promover abundante vida a su alrededor.   
Las quewiñas son árboles que tienen un tronco de varias capas y terminan en ramas con hojas muy pequeñas. Sin embargo, tienen la particularidad de que absorben la humedad del entorno y la convierten en agua que sale por sus raíces al subterráneo, señala el Plan de Manejo.
“Por ello, la mayoría de los pozos de donde las cisternas extraen agua, se hallan en la zona norte, en las faldas del cerro. Además, las quewiñas evitan que erosione la tierra y se deslice cuando llueve, porque llenan sus alrededores de plantas más pequeñas”, agrega Espinoza.
Sin embargo, estas especies fueron las más amenazadas durante 2016 a causa de los incendios que quemaron 2.000 hectáreas del Tunari. De igual forma, se tienen 4.000 hectáreas de plantaciones de pino y eucalipto, que fueron plantadas en los años 60, debido a las constantes inundaciones. “Son árboles fuertes e imponentes, pero absorben demasiada agua y su proceso es al revés de la quewiña o los alisos. No son para este tipo de hábitat. Es necesario preservar el bosque nativo sobre todas las
cosas”, agregó Espinoza.     
Producción  
Durante la elaboración del plan de manejo, también se identificaron nueve ecosistemas que están dentro del Tunari y 14 sistemas de producción agrícola de las 225 comunidades que viven en el interior del PNT. “En la parte superior, los pobladores se dedican principalmente a producir tubérculos por el clima más frío que hay en el lugar. En la zona central, la agricultura se enfoca en avena, haba, arveja, maíz, entre otros. En tanto, la parte de abajo se caracteriza por la floricultura”, explicó Espinoza.
El documento señala que al año se producen 303.000 toneladas de tubérculos en el PNT, 80 de las 225 comunidades se dedican a este producto. “La zona es tan rica que puede dar entre tres y cuatro cosechas al año”, agrega el Director.
Sólo de tubérculos, se identificaron 58 variedades, de las cuales, 18 son de oca. “Estas comunidades tienen importantes conocimientos de producción agropecuaria, pues conocen sobre la división de los suelos y el favorecimiento de los diferentes ecosistemas del Parque para su producción. Para ellos, es muy importante estar cerca a zonas donde existen lagunas para utilizar el agua para riego. En otros casos, están cerca humedales o bofedales que también dotan del líquido necesario”, explica Espinoza. 
Una pobladora y una activista observan la quewiña que plantaron en el marco de un plan de reforestación del bosque nativo del Parque Nacional Tunari.
Hernán Andia
El plan de manejo busca preservar cinco valores
La falta de valores para preservar el Parque Nacional Tunari (PNT) fue uno de los principales obstáculos desde que se promulgó la Ley 1262 en 1991. Por este motivo, el plan de manejo que se elaboró desde el 2015 identificó cinco valores. 
El primero busca la preservación del bosque nativo, es decir de las especies de árboles de quewiña y aliso. El segundo valor reconoce y demanda mantener la agrodiversidad en lo que se refiere a las 58 variedades de tubérculos identificadas que se producen en las alturas del Parque.
En tercer lugar, se reconoce el valor de patrimonio cultural y arqueológico, pues posee lugares como Inkarraqay, sectores con pinturas rupestres y numerosos caminos incaicos. De igual forma, está señalada la necesidad de preservar el agua que produce el Parque.
Finalmente, como quinto valor, está el patrimonio cultural vivo. Las 225 comunidades campesinas con derechos territoriales reconocidos viven de los usos y costumbres que les permiten aprovechar la tierra para subsistir y eso representa parte de las expresiones culturales del departamento.
Delimitar el parque es un reto y tarea pendiente
El Parque Nacional Tunari (PNT) fue creado por el Decreto Supremo N° 06045 del 4 de abril de 1962, hace 55 años, con “la finalidad de evitar la degradación de la vegetación, la erosión y los peligros de inundación” (Art. 1). Posteriormente, se creó la Ley 1262 de 1991, que está en vigencia, pero aún no tiene reglamentación.  
Sin embargo, el eterno problema fue la delimitación del Parque. A la fecha se conoce que el mismo cuenta con 328.000 hectáreas de extensión y está conformado por 11 municipios, que son Colomi, Sacaba, Cercado, Tiquipaya, Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe, Tapacarí, Independencia, Ayopaya y Morochata.  
La Ley vigente no incluye a Tapacarí ni Ayopaya, pese a que la extensión del parque alcanza a estos municipios. De todos modos, el plan de manejo levantó datos de ambos lugares y se pretende incluirlos en la propuesta de Ley.
Pese a ello, aún es complicado delimitar dónde finaliza el Parque hacia arriba y la misma Cota 2.750, que no es una línea recta, sino totalmente curva. Sin embargo, es necesario precisar las quebradas y ríos por la franja de seguridad sobre la que no se debe construir ninguna casa, manifiesta el documento.
RÍOS Y QUEBRADAS
600 Señala el plan de manejo que existen en toda la extensión del Parque Nacional Tunari y requieren franjas de seguridad.
LAGUNAS
338 Existen en el Parque Tunari y proveen de 490 millones de metros cúbicos de agua al año al departamento para el consumo y riego.
ECOSISTEMAS
9 Se reconocieron en toda la extensión del Parque. Existen zonas completamente frías, mientras otras son húmedas.
SISTEMAS PRODUCTIVOS

14 En las alturas se producen hasta 58 variedades de tubérculos. En el centro, avena, haba, arveja, entre otros. Al sur hay floricultura. Tomado de los tiempos de Bolivia 

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