El reto es eliminar 50 toneladas de mercurio en minas de
Antioquia y Chocó
La minería que utiliza mercurio genera no solo daños en ríos
y afluentes, sino que es nociva para la salud. La idea es eliminarlo y que no
vaya a atmósfera de municipios. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
El reto es eliminar 50 toneladas de mercurio en minas de
Antioquia y Chocó
340 mil personas dependen de la minería informal en el país,
según informe de Minminas.
66 % de la actividad minera en Colombia es ilegal, según
estudios sobre el tema.
EN DEFINITIVA
La Agencia de Cooperación, Usaid, trabaja en un contrato a
cinco años, en la eliminación de mercurio en minas de Antioquia y Chocó.
Cumplió un año y dice haber intervenido 150 unidades.
El grado de dificultad y la magnitud del reto, no diluye el
sueño de acabar con un flagelo que está extinguiendo los recursos naturales y
matando a la gente. La utilización del mercurio en la minería tiene que
desaparecer. Incluso, así lo determina la Ley colombiana.
Pero no han sido suficientes los controles de las
autoridades. La extracción de oro utilizando el peligroso metal persiste en el
Bajo Cauca, Nordeste y en el municipio de Buriticá, aseguran las autoridades.
Antioquia es caldo de cultivo para esa práctica, devastadora
de la naturaleza y nociva a la salud. Por eso, la Agencia de Cooperación de
Estados Unidos (Usaid) se dio al reto de intervenir esas zonas antioqueñas y
otras del Chocó, no solo para concientizar sobre la explotación del mineral,
sino formalizar y capacitar, con tecnología, la actividad.
Inicialmente la meta planteada fue intervenir 220 unidades,
detectadas en este departamento. Hoy, tras un año de trabajo en las zonas se
reporta avances en 150 minas.
La apuesta es compleja, dijo a EL COLOMBIANO, Miguel Molano,
subdirector Programa Oro Legal de Usaid. Sin embargo, concretó que el impacto
en las comunidades ya se percibe y es positivo.
¿En qué consiste esta idea de trabajar contra el uso del
mercurio en la minería?
“El programa tiene un interés en eliminar, por los menos, 50
toneladas de mercurio en Antioquia y Chocó. Se llama Oro Legal, está financiado
por la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (Usaid) con un presupuesto de
20 millones de dólares para cinco años de ejecución.
El trabajo tiene que ver, primero, con dejar de utilizar
mercurio, y eso tiene que ver con un mayor número de minas legales e
informales. Este programa apoya directamente a pequeños mineros que estén en
disposición e interés de legalizarse. No todos los mineros tienen ese interés”.
¿Y qué regiones de Antioquia intervienen por la gravedad de
la problemática?
“Estamos en Antioquia, en las subregiones de Bajo Cauca y
Nordeste y el municipio de Buriticá, además de otras 10 poblaciones del Chocó.
entre las dos zonas el programa trabaja entre el 80 por ciento y 85 por ciento
de la producción de oro en Colombia.
El programa apoya grupos de pequeños mineros situados en la
zona de intervención, dependiendo cuál sea su estado, si están en una zona
libre que no tiene título minero o si están en un área titulada, se hace el
acercamiento ya sea con el gobierno nacional o las empresas mineras para lograr
un acuerdo y que se puedan legalizar, que tengan un derecho minero para poder
explotar minerales.
Pero, ¿cómo lograr resultados con tanta informalidad?
“En la medida que una empresa es legal debería empezar a
formalizarse, y el programa apoya con asistencia técnica para hacerlo. Cuando
es formal, se supone que está bajo la lupa o el seguimiento permanente de las
entidades del Estado, en el caso de Antioquia Corantioquia.
Para cumplir con las normas ambientales, en Colombia
definitivamente el proceso de beneficio de oro tiene que estar cero de
mercurio. Por eso es que para el programa eliminar el mercurio está
directamente relacionado con legalizar y formalizar unidades de producción
minera.
En la medida en que más minas se legalicen, menos mercurio
se utiliza. Entonces aspiramos a que 220 unidades de producción minera eliminen
50 toneladas de mercurio definitivamente, quiere decir que ya no lo van a
utilizar para amalgamar el mineral y beneficiar el oro. Quiere decir que no van
a vertir o se van a vertir menos toneladas de mercurio a los ríos y fuentes de
agua”.
¿Cómo se evidencia la presencia de mercurio?
“Es un mercurio que después de formalizado y legalizado, no
debería seguirse utilizando en la cadena de valor del oro en esas dos zonas del
país.
Ahora hay un mercurio que por más que el programa sea
exitoso y logre estar en 220 minas, no se va a poder eliminar. Hay demasiados
mineros que por cultura, por afán, por tercos utilizan y seguirán utilizando
mercurio. Ese mercurio sigue llegando a los cascos urbanos, amalgamado con oro,
se vende, se quema.
Y, ¿cómo evitarán ustedes que eso siga sucediendo?
“Lo que el programa pretende es trabajar con algunas
universidades, los quemaderos y compras de oro para que el mercurio gaseoso sea
menos y la recuperación del mercurio sea más. Entonces podemos evitarlo o
eliminarlo de la cadena de valor para que no que siga llegando a los cascos
urbanos.
Lo que planteamos es trabajar con las compras de oro con
asesoría y apoyo permanente de las universidades de la zona para que los
sistemas de recuperación de mercurio, después de la quema, sean más eficientes,
se reduzcan por lo menos el 30 % de las emisiones gaseosas, eso quiere decir
que la concentración tenderá a bajar en proporción igual o mayor a la reducción
en la fuente que estamos haciendo y eso debe golpear contra las mediciones de
mercurio que tenemos para las zonas”.
¿Eso quiere decir que de todas maneras el mercurio llegará a
las poblaciones?
“El programa trabaja con un grupo de minas que tiene
posibilidades de legalización, pero no toda la gente que hace minería en
Colombia podría legalizarse por diferentes razones (porque están en áreas
subtituladas o de alta fragilidad ambiental, o porque no les interesa). Esa
gente, tiene un alto porcentaje de posibilidad de seguir utilizando mercurio y
ese mercurio seguirá llegando a las áreas, seguirá quemándose para sacar el oro
y separarlo después de amalgamarlo en el beneficio”.
¿Y qué pasa entonces con ese oro al que no se le recupera el
mercurio?
“Del 80 % de ese mercurio gaseoso se recupera apenas el 20 %
del mercurio. Es decir, de cada kilo, 800 gramos se vuelven gaseosos y un 20 %
se recuperan del mercurio limpio.
Lo que el programa pretende es trabajar con las compras de
oro, hacer algunos ajustes tecnológicos propuestos por las universidades
locales con base en algunas experiencias internacionales para mejorar los
equipos de recuperación que son básicamente filtros, zonas de enfriamiento,
porque el mercurio usa unos sistemas de expansión que lo condensa o se vuelve
líquido”.
¿Cuánto mercurio recuperarían en años siguientes?
“Se aspira a recuperar, por lo menos, un 30 % adicional, es
decir, que a la atmósfera se vaya menos del 50 % del mercurio que se está
quemado. La idea sería cero mercurio, pero no es real pensar en esto”.
¿Qué complejidad han encontrado en el trabajo?
“En Colombia y todos los países mineros o que tienen un
porcentaje de minería informal tan alto, hay muchos ejemplos donde el mercurio
sigue llegando o se sigue utilizando, porque es un sistema de beneficio
económico”.
¿Cuál es el avance del trabajo en esas 220 unidades?
“La legalización no es un proceso fácil, sin embargo el
programa en el año de implementación que lleva, ha estado trabajando con 150
unidades de producción minera de las cuales creemos que se van a a legalizar 80
o 90 el primer año y seguiremos trabajando en identificación de nuevas minas”.
¿Cómo han visto las grandes empresas su trabajo?
“Para poder legalizar mineros, definitivamente tenemos que
trabajar con empresas mineras y titulares grandes, porque la mayoría del oro
sale de zonas tituladas no necesariamente explotada por el titular.
Entonces, hay que hacer acuerdos con los titulares mineros
para permitir la formalización del pequeño minero.
Avanzamos bien y tenemos buena disposición de los grandes
titulares, empresas y por otro lado de algunos mineros para legalizarse”.
¿Cuánto representa para Antioquia el total de minas con
mercurio identificadas por ustedes?
“Es un reto, 220 minas puede ser un número importante de las
ilegales de Colombia que tienen posibilidades de legalización, posiblemente hay
muchas, pero no todas son legalizables.
Aspiramos legalizar en Antioquia unas 140 unidades de
producción minera, aunque no sabemos qué hay fuera del Nordeste y Bajo Cauca,
pero de las legalizables puede ser el 60%. Porque puede haber 1.000, pero no
todas tienen posibilidad de legalización”.
¿Han encontrado resistencia en los mineros? ¿Qué pierden
ellos?
“Económicamente no pierde mucho. El costo de la ilegalidad
puede ser más alto que la formalidad y legalidad. El proceso no es sencillo:
lleva tiempo, paciencia y una inversión previa. El programa ayuda con gran
parte de esa inversión, pero puede haber una mala lectura, de algunas personas
en cuanto a los costos que implica cumplir con toda la legislación ambiental y
laboral.
La gente tiene que empezar a percibir los beneficios. Y
puede que le cueste más la onza de oro, pero es una onza que puede sacar
tranquilamente. Eso en costos de operación se traduce en mayor beneficio
económico”.
¿Qué gana el país con la reducción de mercurio?
“A corto plazo es un impacto en la salud y el ambiente
difícil de medir, pero a largo plazo se verá reflejado en el sistema de salud.
Mucha gente que hoy en día pude ser afectada por la utilización de mercurio,
contacto ya sea gaseoso o líquido, gente que no está vinculada al sistema contributivo,
sino al régimen subsidiado, será un costo alto para el Estado, algo que aún no
se puede calcular. Eso debería ser algo que no se atienda a futuro, sino
prevenirlo.
UN PRIMER AÑO CON BUEN BALANCE
Miguel Ángel Molano Morales, es el director del programa Oro
Legal de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos, Usaid, y en esa entidad
ha sido también Coordinador proyectos de cooperación internacional. El contrato
que lidera para eliminar mercurio de la actividad minera va por 5 años.
OPINIÓN
LE LEY AYUDARÁ A ACABAR EL MERCURIO
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GUSTAVO OSPINA ZAPATA Periodista egresado de UPB con
especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante,
poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos.
Especialidad, crónicas. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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