miércoles, 6 de junio de 2018

POBREZA AUMENTARIA MAS EN ARGENTINA EN MESES VENIDEROS ?


 Por qué la pobreza podría aumentar en los próximos meses?
El aumento de tarifas y una menor demanda de empleo podrían agrandar el grupo de personas bajo la línea de pobreza entre dos y tres puntos porcentuales, proyecta Agustín Salvia (ODSA) Fuente: LA NACION - Crédito: Fernando Gutierrez
El escenario proyectado de traslado de la devaluación a precios aumento de tarifas y economía estancada golpeará en los próximos meses a los sectores menos favorecidos. Los especialistas coinciden en que las próximas mediciones de pobreza , las que reflejen los datos del primer semestre de 2018, no darán buenas noticias.
Un movimiento de dos o tres puntos porcentuales significa centenares de miles -y hasta más de un millón- de personas que no llegan a pagar alimentos y otros bienes y servicios básicos como la electricidad o el transporte. Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), detalló los motivos detrás de las proyecciones.
Aumento de tarifas
Trenes y colectivos, gas, electricidad. El aumento de tarifas es el factor que se refleja más patente en la medición de pobreza. La Canasta Básica Total (CBT), aquel conjunto de bienes y servicios al que debería poder acceder una persona para no ser considerada pobre, incluye varios de los elementos que serán considerablemente más caros.
Salvia explica que, aun así, el impacto del aumento de tarifas "no estará bien reflejado en la CBT" porque, cuando el Indec actualizó la medición de la pobreza en 2016 utilizó como punto de partida los gastos de los hogares de clase media baja de principios de la década del 2000, cuando todavía los precios de los servicios estaban planchados y no requerían un mayor esfuerzo del bolsillo.
Mayor inflación
Además del peso de las tarifas, es probable que en la inflación de los próximos meses se vean reflejadas las consecuencias de la corrida cambiaria en mayo pasado, conaumentos en alimentos como la harina. Quienes más lo notarán, dice Salvia, son las personas que están más cerca de la línea de pobreza: "Los ingresos mensuales ya no alcanzan para comprar las mismas cosas, y la priorización del gasto para pagar servicios básicos hará que se dejen de lado otros bienes donde la demanda responde más a precio", explica.
El investigador aclara que la pérdida de poder adquisitivo por el aumento de los alimentos y de los servicios se traducirá en menos trabajo para los sectores informales, aquellos que incluyen micropymes y pequeños comercios, entre otros.
Menor demanda en el mercado interno
"Todos los pequeños talleres, pizzerías y quioscos que constituyen una economía de subsistencia para que la gente no caiga en la indigencia tendrán una menor demanda, por las clases medias y bajas tendrán menos dinero para gastar en bienes de ese tipo, y allí también se resentirá el trabajo", detalla, y agrega que también se contraerá la demanda de servicios para el hogar, como jardinería o reparaciones.
Los sectores de mano de obra intensiva como la construcción no traccionarán hacia abajo porque "no están en shock recesivo", puntualiza. Sin embargo, si antes actuaron como impulsores del empleo para que más personas salieran de la pobreza -como en el caso de la medición anual que se difundió a inicios de este año- ahora no tendrán más ese papel: "Este componente se va a mantener constante o con cierto deterioro", predice Salvia.
Grupos de riesgo
Salvia indica que el indicador más inestable en los meses próximos será el de la pobreza, porque la indigencia está contenida por los programas sociales, que tienen una actualización sistemática. No aumentará el número de indigentes, predice, pero los que ya están dentro de ese grupo vivirán en peores condiciones.
El investigador imagina un escenario en el que el crecimiento de 2019 sea de entre el tres y el cuatro por ciento. Si eso ocurre, apunta, hay dos grupos que hay que mirar. El primero es la población que está muy cerca de la línea de pobreza, que es el que mueve las estadísticas en dos o tres puntos porcentuales según haya o no demanda de empleo. Probablemente este conjunto de personas deje de ser pobre, apunta.
Luego, hay un cuarto de la población argentina que está en situación de pobreza estructural que se cristaliza cada vez más y para el que los ciclos económicos de bonanza no son suficientes, aclara Salvia. "En estos hogares se profundizan las marginalidades con cada crisis, pero no se alivia la pobreza porque no hay empleo regular ni capacidad de ahorro. Sobreviven, de mejor o peor manera", concluye.
Por: Sofía Terrile // TOMADO DE LA NACION DE A R


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