Ceres, derecha, planeta enano, comparado con Vesta, un gran
asteroide del cinturón principal. El azul muestra la cantidad de agua. Foto
Nasa/Caltech
No podía ser la excepción. Las sospechas, al fin, se
confirmaron.
Ceres, un planeta enano, el cuerpo más grande del cinturón
de asteroides, con casi 1000 kilómetros de diámetro tiene agua. Y mucha. Está
casi en la superficie.
Cuando la nave Dawn, que aún anda por allí, llegó al
planeta, las fotos comenzaron a sorprender. Además de un cuerpo repleto de
cráteres se encontraron misteriosos puntos blancos que ahora se sabe son sales
acumuladas.
Estudios publicados la semana pasada dan cuenta de otra
característica: evidencias de hielo en o cerca de la superficie.
La superficie exterior de Ceres es rica en hidrógeno, con
altas concentraciones en latitudes medias a altas, consistentes con la amplia
extensión del hielo de agua, según el estudio en Science.
El hielo no está solo en unos cuantos cráteres, está por
todos lados y cerca a la superficie en latitudes altas, en palabras de Thomas
Prettyman, investigador de uno de los componentes científicos de la nave.
En vez de una sólida capa de hielo, probablemente lo que
existe es una mezcla porosa de materiales rocosos en la cual el agua llena los
poros. La mezcla es 10% hielo según los análisis realizados.
“Los resultados confirman predicciones de hace casi tres
décadas de que el hielo podía sobrevivir debajo de la superficie de Ceres
durante miles de millones de años”,
dijo Prettyman. “La
evidencia refuerza la presencia de hielo de agua cerca a la superficie en otros
asteroides del cinturón principal”.
No fue el único estudio sobre Ceres publicado en Nature
Astronomy, los científicos se centraron en los cráteres con sombra perenne en
el hemisferio norte del planeta.
Son cráteres fríos, trampas frías les llaman, tanto que muy
poco hielo se convierte en vapor en mil millones de años.
En ellos encontraron depósitos de material brillante y en
uno de ellos parcialmente iluminado, Dawn confirmó la presencia de hielo.
El hielo en las trampas frías se ha detectado en otros
cuerpos, como Mercurio, el planeta más cercano al Sol, y en la Luna.
Todos estos cuerpos tienen pequeñas inclinaciones con
respecto al eje de rotación, por lo que sus polos son muy fríos con cráteres en
penumbra permanente.
¿Cómo
llegó el hielo a ellos? Tal vez por impacto de otros cuerpos o por el viento
solar.
POR RAMIRO VELAZCOS GOMEZ TOMADO DE EL COLOMBIANO
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