Actuar ya para evitar otra crisis de calidad del aire en
Medellín y el área metropolitana
Con el pronto inicio de la temporada de sequía, lo más
probable es que vuelva a ocurrir un nuevo episodio crítico de contaminación por
polución en el Valle de Aburrá. FOTO DONALDO
ZULUAGA
Antes, cuando se hablaba de contaminación en el Valle de
Aburrá siempre señalábamos al río Medellín y la mayoría los esfuerzos se
enfocaban en la limpieza del principal cuerpo de agua de la región. A
principios de este año, la ciudad enfrentó otro problema de contaminación del
que siempre se había sido consciente, pero que que fue ignorado hasta que tocó
respirarlo: la pésima calidad de aire del Aburrá.
La contingencia atmosférica que sufrimos entre marzo y abril
de 2016 y que seguramente se volverá a repetir con cada temporada de sequía que
se presente, no es una problemática de la autoridad ambiental o las
administraciones municipales; esto tiene que ser un compromiso mutuo entre el
sector privado, los gremios de transporte, la academia, la institucionalidad y
los ciudadanos.
Desde lo público
“A pesar de todos los esfuerzos y del plan de
descontaminación del aire que tenemos desde el 2011, el cual define las medidas
estructurales de corto, mediano y largo plazo, debemos seguir trabajando de
manera coordinada con el Gobierno Nacional, en programas que incentiven más la
chatarrización y la reconversión a gas de muchos vehículos. Igualmente, los 10
alcaldes que conforman la junta metropolitana le están pidiendo a Ecopetrol que
vuelva a revisar la calidad de los combustibles que están ingresando a las
estaciones de servicio ubicadas en el Valle de Aburrá”, comentó María
del Pilar Restrepo, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle
de Aburrá.
Para la entidad, las políticas públicas también deben
fortalecer la consolidación del sistema integrado de transporte público y
sostenible. Por ejemplo, si en las zonas altas de Medellín y los demás
municipios no se cuenta con soluciones como EnCicla, ciclorrutas o buenos
senderos peatonales, las personas van a seguir prefiriendo el uso de motos y
carros particulares.
“El Área está trabajando para construir más kilómetros de
ciclorrutas, rutas camineras y exigir la adopción y cumplimiento del Plan de
Movilidad Sostenible (PMS) que deben tener las empresas con más de 200
empleados”, afirmó Restrepo.
Deber de la gran empresa
Desde hace 12 meses es obligación que todas las empresas con
más de 200 trabajadores (directos e indirectos) con sede en el Valle de Aburrá,
deben formular su PMS, que provea soluciones de movilidad y que tengan el
potencial de mitigar los impactos ambientales al aire generados por los
desplazamientos que realizan los trabajadores hacia y desde su lugar de
trabajo.
Según el artículo 14 —Formulación de planes de movilidad
sostenible— de la Resolución Metropolitana número D-2381 del 30 de
diciembre de 2015, “dichos planes deberán ser desarrollados teniendo en
cuenta estrategias como el teletrabajo, comparte tu carro, pico y placa,
horario flexible entre otras y establecer metas cuantitativas de reducción de
consumo de combustibles o número de viajes realizados por los empleados y
disminución de emisiones contaminantes”.
Por otra parte, aunque los centros de diagnóstico automotriz
de la región vienen trabajando de manera conjunta con la autoridad ambiental;
todavía hay algunos que expiden el certificados de emisión de gases sin revisar
el vehículo y lo envían por correo.
CAMILO
TRUJILLO VILLA Periodista de la Universidad de la Sabana. Experto en
temas de movilidad, transporte, infraestructura, desarrollo sostenible y
gobierno. No hay historia pequeña. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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