Las áreas naturales
protegidas nos brindan beneficios: ambientales, sociales y económicos (entre
otros muchos), como individuos y como humanidad, que se extienden desde la
escala local al planeta. Considerando que la conservación de la biodiversidad
es imprescindible para nuestra supervivencia y que estamos transitando la sexta
extinción mundial, es casi una tontería argumentar sobre su importancia.
El proceso que lleva desde la idea inicial hasta la norma
que la declara área natural protegida llega a un decreto del poder ejecutivo
municipal, provincial, nacional o mejor una ordenanza/ley (que son el mecanismo
mas común en la actualidad), y puede ser sencillo o muy arduo. Vamos a analizar
esa etapa, dejando para otro momento las etapas posteriores que tienen que ver
con su implementación.
Considerando que la expulsión de los pobladores ya no es una
opción (nunca debió serlo), y que en general no encontramos espacios sin
actividad - presencia humana, cae de su peso que en una sociedad compleja y con
diferentes intereses, se manifiesta como condición que todos los involucrados
comprendan los alcances y beneficios, y también las posibles regulaciones que
ordenarán las actividades humanas.
Muchos intereses y preocupaciones pueden activarse,
demorando ("durmiendo" los proyectos) hasta impedir su creación, a
veces es difícil identificar quienes son los que se oponen, ya que a veces no
son aquellos que se sienten afectados o perjudicados directamente pero tienen
voluntad de dialogo.
Vamos a ver algunos casos en Argentina, someramente, pueden
acceder a mas información en los enlaces, la mayoría de esta información ha
sido difundida desde el boletín.
En la Provincia de Buenos Aires, Municipio de Villa Gesell,
se intentó llevar un área municipal, el Faro Querandí, a parque nacional. En
este caso bloquearon la cesión de las tierras los consejales que
pertenecen al mismo partido del gobierno nacional, que apoyaba la iniciativa a
través de la Administración de Parques Nacionales, organismo que es parte de su
gestión. Es un municipio turístico de la costa bonaerense, que se vería
beneficiado con esta figura de parque nacional, el municipio llevó el caso
al Senado de la Nación sin lograr destrabar la situación.
En la Provincia de Corrientes, la fundación que hoy dirige
Kristine Tompkins -viuda de Douglas Tompkins-, donó (nuevamente) tierras con
destino a un parque nacional, el Parque
Nacional Iberá. La incorporación de tierras de la provincia determinada por
el Gobernador de la Provincia que apoya la iniciativa, el respaldo nacional y
hasta internacional de ONGs y sectores de la ciencia por la importancia para la
conservación de los ambientes de este espacio natural, el apoyo de sectores
políticos y económicos del sector turístico, tuvieron como contrapartida la
reacción contraria de diversos sectores en la provincia. Realizaron acciones
judiciales contra la entrega del Iberá a la Nación Argentina,
presentaron una cautelar para paralizar el proyecto, funcionarios
provinciales fueron denunciados penalmente. El argumento final es que los
correntinos pueden hacerse cargo de administrar ese espacio. Desde nuestro
punto de vista hay opciones desde lo que llamamos gobernanza que ni siquiera se
han analizado.
En Argentina, país federal, es necesario que las provincias
cedan jurisdicción a la nación (el dominio se los ceden los propietarios sea el
Estado o Privados), y luego debe ser aprobada
por el Congreso de la Nación mediante una ley. El Presidente de la Nación aceptó la cesión de tierras y Parques Nacionales tomó posesión, sin que esa ley fuera
sancionada.
El Parque
Nacional El Impenetrable es otro caso, aquí los intereses particulares
y el dinero dificultaron su creación sobre tierras privadas cuyo propietario
había fallecido. Este proceso fue muy particular: "Su creación fue posible
gracias a los aportes de empresas, organizaciones no gubernamentales (ONG) y
ciudadanos argentinos y extranjeros, por eso se considera que es el primer
parque nacional impulsado por la gente a través de un proceso
participativo." Esos aportes fueron de dinero para pagar las tierras.
Ultimo ejemplo. En la desembocadura del río Negro, el más
importante en la patagonia norte, desde hace décadas se intenta
crear un área natural protegida. Retomando lo expresado en el primer
renglón: los beneficios ambientales, sociales y económicos son tantos para los
habitantes locales, la provincia y el país, que solo enumerarlos seria extenso,
a pesar de eso aún no es posible concretarla. Sin embargo algunas personas y
sectores se sienten amenazados, y otros "hacen su juego" en ese
escenario.
El editor de este boletín co-redactó o redactó diversas
normas de creación de sistemas de áreas protegidas, áreas individuales y
también para el personal que en ellas trabaja, como los guardaparques; sin
embargo el ultimo ejemplo que les presento, que llevamos adelante desde un
equipo creado a los efectos de esta iniciativa, hasta ahora es un exitoso
fracaso... Del que intentamos aprender.
La experiencia personal mencionada, estos ejemplos y los de
otros países nos tiene pensando desde hace un tiempo. Llegamos a la conclusión
que en la actualidad y hacia el futuro, hay que establecer un mecanismo
replicable para la propuesta y creación exitosa de nuevas unidades de
conservación. Esto va a dar fortaleza al proceso y a las etapas posteriores de
planificación e implementación. Estamos sugiriendo comenzar ANTES lo que venia
ocurriendo luego de la creación de las unidades de conservación (las que no
terminaron en "áreas de papel). El marco institucional puede estar dado
por los organismos que administran áreas protegidas -si es de su interés la
iniciativa-, junto a las legislaturas locales, provinciales o nacionales en las
que está ocurriendo el proceso, u otras posibilidades: equipos de las
universidades con áreas académicas especificas de áreas naturales protegidas,
por ejemplo.
Procesos, equipos de trabajo, traducción eficiente de la
información científica que identifica los valores de conservación, el rol de
los pobladores locales en su conservación, transferencia efectiva de los
beneficios y servicios ambientales -sin traducir en valores monetarios, por favor-,
identificación de los sectores involucrados, sus intereses, supuestos
perjuicios. Mecanismo (método) adaptable que se pueda aplicar a la diversidad
de casos -innumerables-, y que tiene además otras ventajas que son de
aplicación en las etapas que vienen luego de la sanción de la norma de
creación. Que será abordada en otra editorial, o en las clases del año que
viene... Todo esto es una verdad de Perogrullo, y sin embargo necesaria, sino
lo creen vuelvan a los ejemplos de mas arriba.
Daniel Paz Barreto - TOMADO DE ENVIO EN RED FOROBA
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