Sobrepeso afecta a casi la mitad de la población de todos
los países de América Latina y el Caribe salvo por Haití
La obesidad y el
sobrepeso han aumentado a lo largo de América Latina y el Caribe, con un
impacto mayor en las mujeres y una tendencia al alza en niños y niñas,
señalaron hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según su nuevo informe conjunto, el Panorama de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, cerca del 58 % de los
habitantes de la región vive con sobrepeso (360 millones de personas).
Salvo en Haití (38,5%), Paraguay (48,5%) y Nicaragua (49,4%)
el sobrepeso afecta a más de la mitad de la población de todos los países de la
región, siendo Chile (63%), México (64 %) y Bahamas (69%) los que presentan las
tasas más elevadas.
La obesidad afecta a 140 millones de personas, el 23% de la
población regional y las mayores prevalencias se pueden observar todas en
países del Caribe: Bahamas (36,2%) Barbados (31,3%), Trinidad y Tobago (31,1%)
y Antigua y Barbuda (30,9%).
El aumento de la obesidad ha impactado de manera
desproporcionada a las mujeres: en más de 20 países de América Latina y el
Caribe, la tasa de obesidad femenina es 10 puntos porcentuales mayor que la de
los hombres.
Según el Representante Regional a.i. de la FAO Eve Crowley,
"las tasas alarmantes de sobrepeso y obesidad en América Latina y el
Caribe deben ser un llamado de atención a los gobiernos de la región para
introducir políticas que aborden todas las formas del hambre y malnutrición,
vinculando seguridad alimentaria, sostenibilidad, agricultura, nutrición y
salud".
La Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, explicó que
"la región enfrenta una doble carga de la malnutrición que se combate con
una alimentación balanceada que incluya alimentos frescos, sanos, nutritivos y
producidos de manera sostenible, además de abordando los principales factores
sociales que determinan la malnutrición", por ejemplo la falta de acceso a
alimentos saludables, a agua y saneamiento, a servicios de educación y salud, y
programas de protección social, entre otros.
El Panorama señala que uno de los factores que explican el
alza de la obesidad y el sobrepeso ha sido el cambio en los patrones
alimentarios. El crecimiento económico, el aumento de la urbanización y los
ingresos medios de las personas y la integración de la región en los mercados
internacionales han reducido el consumo de preparaciones tradicionales y
aumentado el consumo de productos ultra procesados, un problema que afecta con
mayor fuerza a las zonas y países que son importadores netos de alimentos.
Para hacer frente a esta situación, la FAO y la OPS llaman a
promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles que liguen agricultura,
alimentación y nutrición y salud. Para ello, los Estados deben fomentar la
producción sostenible de alimentos frescos, seguros y nutritivos, asegurando su
oferta, diversidad y el acceso a los mismos, especialmente para los sectores
más vulnerables. Esto debe ser complementado con educación nutricional y
advertencias para los consumidores sobre la composición nutricional de
alimentos altos en azúcar, grasas y sal.
Según el Panorama, la región ha logrado reducir
considerablemente el hambre y hoy sólo un 5,5% de la población vive
subalimentada, siendo el Caribe la subregión con la mayor prevalencia (19,8 %),
en gran parte debido al hecho que Haití posee la prevalencia de subalimentación
más alta del planeta: 53,4%.
La desnutrición crónica infantil (baja talla para la edad)
en América Latina y el Caribe también ha presentado una evolución positiva:
cayó de 24,5 % en 1990 a 11,3% en 2015, una reducción de 7,8 millones de niños.
A pesar de este gran avance, actualmente 6,1 millones de
niños aún viven con desnutrición crónica: 3,3 millones en Sudamérica, 2,6
millones en Centroamérica y 200 mil del Caribe. 700 mil niños y niñas sufren
desnutrición aguda, el 1,3% de los menores de 5 años.
Prácticamente todos los países han logrado mejorar la
nutrición de sus niños, pero cabe destacar que la desnutrición afecta más a la
población más pobre y a las zonas rurales. "Ahí es donde los gobiernos
deben enfocar sus esfuerzos", dijo Crowley.
Las prevalencias más altas de desnutrición crónica infantil
en la región se pueden observar en Guatemala y Ecuador, mientras que Chile y
Santa Lucía tienen las menores tasas. La desnutrición crónica presenta niveles
superiores en las zonas rurales de todos los países analizados.
El Panorama señala que en América Latina y el Caribe el 7,2%
de los niños menores de 5 años vive con sobrepeso. Se trata de un total de 3,9
millones de niños, 2,5 millones de los cuales viven en Sudamérica, 1,1 millones
en Centroamérica y 200 000 en el Caribe.
Los mayores aumentos en el sobrepeso infantil entre 1990 y
2015 se vieron –en términos de números totales- en Mesoamérica (donde la tasa
creció de 5,1% a 7%), mientras que el mayor aumento en la prevalencia se dio en
Caribe (cuya tasa creció de 4,3% a 6,8%), mientras que en Sudamérica -la
subregión más afectada por el sobrepeso infantil- hubo una disminución
marginal, y su tasa pasó de 7,5% a 7,4%.
Según el Panorama, Barbados, Dominica y México han aprobado
impuestos a las bebidas azucaradas, y Bolivia, Chile, Perú y Ecuador cuentan
con leyes de alimentación saludable que regulan la publicidad y/o el etiquetado
de alimentos.
La Directora de la OPS resaltó que estas medidas deben ser
complementadas con políticas para aumentar la oferta y acceso a alimentos
frescos y agua segura, con el fortalecimiento de la agricultura familiar, la
implementación de circuitos cortos de producción y comercialización de
alimentos, sistemas de compras públicas y programas de educación alimentaria y
nutricional.
La trayectoria actual del crecimiento agrícola regional es
insostenible, debido, entre otros factores, a las graves consecuencias que está
teniendo en los ecosistemas y recursos naturales de la región.
"La sostenibilidad de la oferta alimentaria y su
diversidad futura se encuentran bajo amenaza, a menos que cambiemos la forma en
que hacemos las cosas", explicó Crowley, destacando que 127 millones de
toneladas de alimentos se pierden o desperdician anualmente en América Latina y
el Caribe.
Según la FAO y la OPS, hay que hacer más eficiente y
sostenible el uso de la tierra y de los recursos naturales, mejorar las
técnicas de producción, almacenamiento y transformación y procesamiento de los
alimentos, y reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos para asegurar el
acceso equitativo a los mismos. Tomado de envio de asi somos de cor ar
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