La fachada de una casona en la avenida San Martín que
comenzó a demolerse, en 2014. | Carlos López
El tambo Tunari, en la calle Junín, se derrumbó, en 2014. |
José Rocha
La casa quinta “Chimba Chica”, en el puente Cobija,
deteriorada y sin un plan de recuperación y protección. | Carlos López
Violeta Soria
Cochabamba atraviesa un periodo crítico y casi irreversible
de pérdida de su patrimonio arquitectónico, afirmó el arquitecto y restaurador
Mario Moscoso, quien ha participado en la recuperación del templo de Santa Teresa
y otras edificaciones.
Una muestra de la destrucción es que en los últimos 40 años
al menos la mitad de los edificios y casonas han sido sustituidos por galerías
comerciales, condominios, institutos, universidades y otros espacios.
En opinión del presidente del Colegio de Arquitectos de
Cochabamba, Rafael Sainz, una de las principales razones de la destrucción es
la dinámica del mercado inmobiliario y la falta de regulación del municipio.
El director de Patrimonio Territorial de la Alcaldía de
Cercado, Gustavo Siles, justificó la pérdida porque las casonas están en un
estado “lamentable” y abandonadas. Sólo se mantienen las fachadas y tienen
problemas de derecho propietario.
Entretanto, las construcciones menores sufrieron
alteraciones arquitectónicas y las únicas que quedan son iglesias con algún
grado de conservación.
La arquitecta Patricia Dueri manifestó en su publicación “En
memoria de los demolidos- Crónicas del Patrimonio”, que Cochabamba le dio la
espalda a la protección de su patrimonio arquitectónico con una lógica de
convertir espacios “no rentables” en “rentables”.
Explicó: “Esto ha hecho que muchos propietarios aprovechen
la situación para demoler sus propiedades, según criterios particulares.
Además, afirman que no son rentables y que pueden pasar a ser rentables, sin
importar la identidad urbana y mucho menos la historia”.
Las investigaciones de la arquitecta Dueri revelan que entre
1969 y 2014 se demolieron 383 infraestructuras patrimoniales arquitectónicas en
Cochabamba. La mayor parte en 1988 y 1989 con la apertura de la avenida
Ayacucho, en la gestión del exalcalde Humberto Coronel Rivas. Se destruyeron
128 casas.
Otro periodo crítico fue entre 2010 y 2014, en la gestión de
Edwin Castellanos, con la afectación de 43 edificaciones.
El arquitecto Moscoso explicó que la lógica comercial se
impone con el argumento de que “todo lo viejo hay que botarlo”.
Añadió que en este periodo crítico se intenta olvidar el
pasado arquitectónico que dejaron los primeros habitantes.
Dueri añadió que “lo que para algunos es una vivienda vieja
resulta tener un valor patrimonial, arquitectónico y urbano que sumado a otras
le otorga a la ciudad y al centro histórico su verdadera identidad”.
Moscoso recordó que las casas coloniales en Cochabamba contaban con tres
patios. El primero para la familia; el segundo para la servidumbre y el tercero
para los animales. Hoy los valores
espaciales cambiaron. “Aparentemente se
tiene una corriente post modernista, pero nadie puede avasallar el futuro
rompiendo con el pasado”, reflexionó.
Lamentó que no se revitalice la infraestructura y añadió que
el peor error fue haber modificado los perfiles de las calles.
“Lo que se está haciendo es conservar la máscara”, señaló en
referencia al estado actual de las casonas.
El arquitecto Roberto Flores, dijo que la ciudad sufre “una
transformación urbana dramática”. Entre los ejemplos más negativos de pérdida y
abandono patrimonial está la casa quinta Bickenbach en la zona de Cala Cala y
la intervención de la plaza principal 14 de Septiembre.
Además de la demolición interna de las casonas en las calles
Sucre, frente a la unidad educativa Bolívar; Jordán frente al pasaje del mismo
nombre; Esteban Arze, lado Ucatec; Junín al lado de la Escuela de Música;
General Achá junto a la Caja Petrolera; la casona de la Junín esquina General
Achá y la casona en la acera este de la plaza.
A pesar de ver con “esperanza” la elaboración del catálogo
de edificaciones patrimoniales lamentó que sólo se conserva la crujía frontal o
la fachada.
Según el jefe de Patrimonio, la Alcaldía no realiza los
proyectos, sino “arquitectos privados”.
Añadió que esta unidad no es la única encargada de
resguardar los inmuebles, sino que depende del propietario y arquitectos. Pidió
al Colegio de Arquitectos coadyuvar en la conservación. Sin embargo, los
profesionales manifestaron que es el municipio aprueba los planos.
Concluyen
catalogación y plan de gestión patrimonial
El director de la Unidad de Patrimonio, Gustavo Siles,
manifestó que concluyeron el catálogo
patrimonial del municipio y ahora se encuentra en revisión en la Secretaría
General. Entrará en vigencia con un
decreto municipal.
El catálogo fue elaborado entre 2012 y 2013 y concluido
entre 2014 y 2015. Incluye tres catálogos: del centro histórico, anillo de
transición y áreas patrimoniales. Entretanto, el “plan de gestión patrimonial
2017-2025 del centro histórico, anillo de transición y Distrito 10”, que
comprende proyectos de “largo aliento” para la ciudad, fue concluido y
socializado ante varias instancias municipales y profesionales, y ajustado
luego de observaciones y recomendaciones. Esta semana será enviado a la misma
repartición para su aprobación municipal con un decreto.
El nuevo reglamento patrimonial tiene un avance del 80 por
ciento. Entretanto, Saiz indicó que el documento no fue socializado y “está mal
hecho”, por lo que considera que “no resolverá el problema”.
Concejo sugiere
incentivos y revisión de proyectos
El presidente del Colegio de Arquitectos, Rafael Sainz,
propuso a la Alcaldía colaborar con la emisión de una “sugerencia
arquitectónica y técnica” de todos los proyectos de construcción que lleguen al
municipio. El documento expresará la viabilidad o no del proyecto al igual que
la intervención que requiere cada obra.
Asimismo, instó a incentivar la conservación de casas
patrimoniales con la liberación de impuestos o incluso con la apertura de cafés
o museos para cuidar estas infraestructuras.
En la misma línea, el concejal Edwin Jiménez, informó el
Concejo Municipal envió notas a la Alcaldía para solicitar una normativa e
incentivos para que los propietarios cuidan las casonas con valor patrimonial e
histórico.
Sin embargo, el Concejo Municipal “no recibió respuesta”. A
pesar de ello, anunció que “ahora tomarán la iniciativa y trabajarán en una
normativa para enviarla en consulta al ejecutivo municipal”. Esperan
materializar el anuncio hasta los primeros meses de 2017.
La casa quinta Bickenbach, en Cala Cala, está apuntalada
desde 2014 para evitar que se desplome. Es la única de estilo árabe.
Carlos López
ALCALDÍA, CONCEJO Y
ARQUITECTOS
GUSTAVO SILES, DIR.PATRIMONIO TERRITORIAL
Cochabamba es un lugar de paso. Hemos sufrido muchas
migraciones. Si es que revisamos quienes están como nuevos propietarios de inmuebles del centro histórico, veremos que
no son cochabambinos. Los propietarios originales se han ido al exterior, han vendido
y obviamente ya no existe el arraigo del cochabambino de conservar lo suyo.
Ahora el que compró tiene una nueva visión comercial y sacar el mayor provecho,
porque la inversión en los inmuebles es alta.
MARIO MOSCOSO, ARQUITECTO
Lamentablemente es una cultura que hemos recibido desde colegio,
algún tipo de mala información de que todo lo viejo hay que botarlo. Es un
nivel que no respeta lo antiguo, que no valora nuestro pasado, no importa si es
colonial o republicano. Ahora ya no tenemos casi nada. Hoy aparentemente una
lógica post modernista, pero, lo que pasa es que nadie puede avasallar el
futuro pisando el pasado. Yo diría que estamos en una etapa de desconocimiento
y poca valoración de los valores antiguos.
EDWIN JIMÉNEZ, CONCEJAL
Hemos visto que no está bien sólo ser prohibitivos, también,
deberíamos trabajar en una normativa para que los propietarios de estos bienes
tengan algún incentivo o beneficio. Ejemplo, a aquellas edificaciones que
conserven sus características desde la fachada, interior y patio no se les
cobre impuestos (...) Que de alguna manera el municipio también se sienta
corresponsable de buscar la conservación del patrimonio arquitectónico. Hemos
enviado notas al ejecutivo solicitando trabajar en una normativa.
INVESTIGACIÓN Y CIFRAS
La Cámara de Senadores aprobó en 2013 la “Ley Patrimonio
Cultural” con el fin de que los municipios elaboren normativas de protección de
su patrimonio a través de registros, clasificación, protección, conservación,
restauración, difusión, defensa, gestión, custodia y procesos de declaratoria
de patrimonio.
En los últimos 45 años, Cochabamba ha perdido 110 casonas de
gran valor patrimonial por el deterioro y las demoliciones, según una
investigación de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor de San
Simón. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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