domingo, 18 de diciembre de 2016

DIVORSIO DE LA COMIDA ENTRE EL QUE LA HACE Y EL QUE LA CONSUME

Hay que achicar la brecha de conocimiento con lo urbano
Iván Ordóñez El año 2010 trajo una novedad para la humanidad: por primera vez la población en áreas urbanas superaba a la de áreas rurales y un fenómeno que no era sorprendente en Occidente (desarrollado y no tanto) se tornó global y se acentúa con el paso del tiempo. Una de las principales consecuencias de este fenómeno es que divorció el lugar donde se produce la comida de aquel en el que se consume. Esta distancia se consolidó con los años y generó un "trilema de perspectivas": cómo los "urbanos" creen que deben producirse los alimentos (una visión idílica optimista), cómo imaginan que se producen (idílica pesimista) y cómo los "rurales" saben que efectivamente se producen.
¿Qué es lo natural? Los romanos lo definían como "todo lo nacido" en oposición a lo creado por el hombre, que constituía la cultura. Esas categorías se transformaron: en el siglo XVII el hombre creo en Holanda la zanahoria naranja, crujiente y dulce que hoy consideramos natural. La vaca raza Holstein (conocida aquí como Holando-Argentino) que tiene ventajas a la hora de producir leche es otra innovación de los Países Bajos a fines del siglo XVIII. Se conforma así un nuevo eje que transforma la cosmovisión que tiene la humanidad sobre su entorno, a la separación entre lo nacido y lo creado puede agregársele un nuevo eje: lo que la humanidad logró controlar y lo incontrolable.
Los virus, el sol y las corrientes marinas son fenómenos de la naturaleza que el hombre no controla, mientras que todos los alimentos que consumismos tienen un origen salvaje, pero fueron domesticados para elevar su utilidad para la nombre. Ya nombramos dos ejemplos, pero otro fenómeno de la naturaleza dominado por la humanidad es el fuego, en nuestro nacimiento como especie.
El cambio climático afecta al agro. Foto: LA NACION / Diego Lima
Existen obviamente infinidad de elementos creados por nuestra especie que controlamos: los autos que vencen el tiempo-espacio, la luz eléctrica que controla la oscuridad o la píldora anticonceptiva, que le permita a la mujer regular el ciclo ovulatorio. Sin embargo existen fenómenos creados por el hombre cuya dinámica los torna incontrolables: el tráfico, las redes sociales y más preocupante aún, los mercados financieros. Todos ellos cumplen con la característica de ser procesos descentralizados "autorregulados" con distintos grados de intervención estatal.
Los desafíos que enfrenta la humanidad en torno a cómo alimentarse y producir fibras y energía devienen de esa nueva comprensión de su entorno: aquello que puede controlar y aquello que no. La nueva naturaleza. Las principales barreras son:
a) Mitigar el impacto del cambio climático requiere de la combinación de estrategias de cuidado del medio ambiente, obras de infraestructura y un sistema de seguros que preserve el capital de los involucrados en los agronegocios: si no, los productores agropecuarios van a la quiebra por el clima.
b) El desarrollo de mercados transparentes para que los productores eleven su ingreso e instrumentos financieros que minimicen la volatilidad de precios de lo que producen. El caso de Humber, un marketplace de servicios de logística que funciona acercando productores con camioneros es un claro ejemplo.
c) El uso de la biotecnología, como los genes resistentes a la sequía del girasol mapeados en la Universidad del Litoral y transformados en una realidad comercial por la local Bioceres.
d) Perfeccionar la conducción de cultivos a través del dominio de big data para delimitar ambientes cada vez más precisos. Auravant, por ejemplo, es un start-up de fertilización customizada que mide la necesidad de nitrógeno en áreas muy reducidas.
Es clave entonces reducir distancia que hay en el conocimiento de la producción de alimentos entre rurales y urbanos para que los segundos comprendan el beneficio del conocimiento aplicado a la producción de alimentos, fibras y energías.
Cómo la Argentina sea capaz de insertarse en esas zonas conocimiento-intensivas del sistema de agronegocios global determinará su posibilidad de desarrollo como país.

El autor es consultor – tomado de la nación de ar 

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