América Latina y el Caribe debe enfrentar las tensiones de
la globalización con mayor integración e
industrialización
Informe de la CEPAL resalta la insatisfacción con la
globalización y proyecta una contracción de 5% de las exportaciones regionales
en 2016, acumulando cuatro años consecutivos de caída.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, durante
la presentación del informe.
Foto: Carlos Vera/CEPAL
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) presentó hoy su informe anual Panorama de la Inserción Internacional de América Latina
y el Caribe 2016, en el que resalta la importancia de una respuesta
proactiva de la región a las tensiones de la globalización y la creciente
incertidumbre en el escenario económico mundial.
La combinación de un persistente sesgo recesivo y el proteccionismo
ha llevado a una coyuntura especialmente difícil para las economías de la
región, que deberán rediscutir su patrón de inserción internacional, el que
desde hace años se ha transformado en una restricción estructural al
crecimiento de largo plazo, con el riesgo de un retroceso que haga perder los
logros sociales de la década previa, señala el informe.
Este debate es particularmente relevante en un momento en el
que es manifiesta la ineficacia de la gobernanza global para enfrentar los
persistentes desequilibrios comerciales, financieros y regulatorios que ya
afectan fuertemente a los países desarrollados y comienzan a impactar a la
región, indica el organismo regional de las Naciones Unidas.
“Debemos diversificar la estructura productiva de
América Latina y el Caribe para impulsar la recuperación económica. Hay que
seguir apostando a la diversificación, a las cadenas de valor, a las cadenas
productivas como fundamento y a la integración intrarregional, que hoy son más
necesarias que nunca”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL
en Santiago, Chile, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el
documento.
Las nuevas estimaciones del informe de la CEPAL resaltan que
la dinámica del comercio exterior de América Latina y el Caribe tiene el peor
desempeño en ocho décadas. En 2016, el valor de las exportaciones de la región
caerá por cuarto año consecutivo y se contraerá 5% debido al menor dinamismo de
la demanda mundial por sus productos y la creciente incertidumbre. De todos
modos, esta caída es sustancialmente menor a la de 2015 (-15%). Por su parte,
sus importaciones se reducirán en 9,4%, cifra similar a la registrada en 2015
(-10%).
En este contexto, la reducción del comercio intrarregional,
estimada en -10%, implica una caída mucho mayor que la de las exportaciones al
resto del mundo, tal como ocurrió en el trienio previo, siendo la dinámica
especialmente negativa en el comercio entre las economías de América del Sur.
El informe resalta que la participación de la región en las
exportaciones mundiales de bienes y servicios se ha estancado en torno al 6% en
los últimos 15 años, y ha retrocedido en el caso de los bienes de alta
tecnología y los servicios empresariales, financieros y de telecomunicaciones
en comparación con Asia en desarrollo, especialmente China.
En el informe, por primera vez la CEPAL presenta
proyecciones del comercio exterior regional para el período 2017-2020, las que
indican una modesta recuperación: su valor crecerá a una tasa media anual
cercana al 3% tanto para las exportaciones (2,9%) como para las importaciones
(3,1%).
Para superar las tensiones de la globalización y la difícil
coyuntura del comercio de la región, el informe recomienda a los países de la
región avanzar en la diversificación y la integración; acelerar el avance
en la agenda de facilitación de comercio; impulsar la convergencia entre los
bloques de integración; avanzar hacia un mercado regional digital; implementar
un programa de infraestructura, e implementar políticas industriales y comerciales
consistentes con la revolución tecnológica y un gran impulso ambiental.
El Panorama de la Inserción Internacional 2016 también
analiza los efectos potenciales del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP,
por sus siglas en inglés), cuya aprobación enfrenta un escenario crecientemente
incierto. De materializarse, el mercado que cubriría este megaacuerdo
representaría 38% del producto interno bruto (PIB) global y 24% del comercio
mundial de bienes.
Tomado de cepal , enviado en red foroba por Jorge maya
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