Urbanización: vecinos de las villas eligen diseños de
viviendas a medida
Mediante procesos participativos se definieron las
características del complejo Luzuriaga, en Barracas, y las nuevas viviendas
para la villa 20; el plan para integrar los barrios continúa con los
asentamientos Rodrigo Bueno, Fraga y 31
Múltiples reuniones con arquitectos, encuentros con
autoridades, reuniones entre los vecinos que se prolongan por horas. De esta
forma se encaran los procesos para la urbanización en villas de la ciudad, en
los que los habitantes acuerdan y diseñan sus propias viviendas, a las que
accederán mediante el pago en cuotas. Como cada asentamiento tiene una
identidad particular, no sorprende que los detalles cambien según el caso.
El proceso que avanzó con éxito en el complejo Luzuriaga,
para habitantes de la cuenca Matanza Riachuelo, y con el barrio Papa Francisco
en la villa 20 empieza ahora en la Rodrigo Bueno; en los próximos meses
alcanzará al asentamiento Fraga, en Chacarita. Ambos desarrollos se debatirán
hoy en la última sesión de la Legislatura porteña.
Los modelos de edificación serán iguales en toda la ciudad,
pero se adaptarán los espacios para cada vivienda, según las necesidades del
barrio y de las familias, así como los espacios comunes. En el gobierno porteño
están convencidos de que ésta es la forma de integrar a cientos de miles de
personas que viven en villas sin la infraestructura básica. También, de que así
se evitarán los problemas que surgen cuando se realizan mudanzas a complejos
preconstruidos sin consultas previas con los vecinos.
Foto: LA NACION
"El barrio tiene que quedar integrado a la ciudad y
sólo se puede conseguir con el acompañamiento social necesario, con la
diversidad morfológica necesaria y con la sustentabilidad económica y ambiental
de las soluciones habitacionales", explicó Juan Ignacio Maquieyra,
presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC).
Para dimensionar la importancia de estos programas, cabe
recordar que en los últimos tres años se sumaron 30 personas por día a las
villas porteñas, según el último relevamiento de la ONG Techo, lo que
significan 379.890 personas o un 12% de la población porteña. Casi la totalidad
de los habitantes -el 97,9%- no tiene conexión formal a la red pública de agua
corriente y el 85,4% no la tiene al sistema cloacal.
La Ciudad tiene un plan que en la primera etapa abarca a las
villas 31, 20, 15, Lamadrid, Rodrigo Bueno y Fraga. Este último asentamiento
requiere, para poder convertirse en un barrio, una rezonificación, ya que tiene
categoría de uso ferroviario: es una de las cuestiones que aborda el proyecto
que se tratará hoy en primera lectura.
La iniciativa, presentada por la bancada oficialista, crea
la Mesa de Gestión Participativa para la Reurbanización del Barrio Playón
Chacarita. Propone la división del predio en cuatro zonas con distintas
alturas; la máxima, de 38 metros. Establece la apertura de calles cuyo diseño
dentro de la urbanización definirán los vecinos. Las calles son la prolongación
de la avenida Triunvirato, entre Elcano y Federico Lacroze; Céspedes, entre
Fraga y Triunvirato; Teodoro García y Zabala, entre Guevara y Triunvirato.
"Nos interesa que este proceso tenga sanción definitiva
lo antes posible. Imaginamos que en febrero o marzo será la audiencia pública
y, ya en las primeras sesiones de 2017, contar con la sanción definitiva",
indicó Francisco Quintana, presidente del bloque Pro.
Transporte público
En la villa Rodrigo Bueno los vecinos ya empezaron a
reunirse con los arquitectos. Allí se evalúa por ejemplo, incluir tecnologías
de energías renovables para la alimentación energética; paneles solares sería
una opción. En este barrio, el gobierno prevé mejorar unas 500 casas y
construir 300 nuevas.
Dentro del barrio habrá un par de arterias vehiculares
principales, a las que se añadirán caminos con prioridad peatonal por los que
podrán transitar ambulancias, un viejo reclamo de los vecinos del lugar. También
se mejorará la llegada de transporte público hasta la entrada del asentamiento.
Hoy sólo pasa una línea de colectivo. La futura urbanización tendrá un vivero
social y un espacio gastronómico.
En el complejo Luzuriaga se levantaron 125 casas para familias
provenientes de la villa 26 a orillas del Riachuelo. La obra se construyó en
forma de L y cuenta con terrazas que forman un espacio común y accesible para
los vecinos. Uno de los mayores problemas que la Ciudad tuvo en las
relocalizaciones, incluidas en el plan de saneamiento del río ordenado por la
Corte, se produjo en el complejo Carlos Mugica, al que mudó habitantes de la
villa 21-24. Las falencias edilicias y las distintas procedencias de los
vecinos generaron conflictos de convivencia que la semana pasada terminaron con
una persona muerta.
En la villa 20, los vecinos también decidieron. Allí, por
ejemplo, la mitad de las casas de la planta
baja tendrá baños diseñados para
discapacitados. Y en un espacio central funcionarán las instalaciones comunes culturales
y comunitarias. POR LAURA ROCHA - TOMADO
DE LA NACION DE AR
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