El café que crece en
medio de la coca y las minas antipersonal
En la vereda Orjeón son comunes los cultivos combinados de
café y coca. FOTO DONALDO ZULUAGA
En medio de los cultivos de coca, de tierras contaminadas
por las minas antipersonal y de una zona como la vereda Orejón del municipio de
Briceño que ha sido escenario de una lucha territorial por décadas entre el
Estado y las Farc, la familia Muñoz Mazo se las ha ingeniado para poder sacar y
comercializar su producto: el café Chirí.
Fabio Muñoz es un campesino de 55 años quien
llegó en el 2004 al sector Chirí, de la vereda Orejón del municipio de Briceño,
Norte de Antioquia, allí se estableció con su esposa y desde entonces trabaja
la tierra a pesar de los problemas de orden público que históricamente ha
tenido esa
zona.
“La familia de mi señora nos invitó a la vereda Orejón, y
decidimos quedarnos, llegamos desde el corregimiento de San Cristóbal en
Medellín, donde también trabajaba en agricultura; estos 12 años han sido muy
duros, nos ha tocado sufrir la guerra que ha sido bastante cruel, pero hemos
logrado salir adelante y ahora estamos sacando un café diferente, atractivo,
sin químicos, que logra llegar a Medellín, donde lo comercializa un nieto”,
cuenta Fabio, quien en sus predios también cultiva la hoja de coca, “pero la
vendemos deshidratada, como medicina, sin necesidad de mezclarle químicos, como
debe ser”.
Entre minas y el abandono
Aunque la familia Muñoz Mazo no ha sido víctima directa de
una mina antipersonal, pero sí ha sido testigo de cómo vecinos, soldados y
guerrilleros han caído en estos explosivos, Fabio confiesa que su café ha sido
cultivado rodeado de minas, “acá siempre ha estado la guerrilla y cuando
arremetía el Ejército todo se volvía muy difícil, se duplicaba el peligro; por
ejemplo donde yo vivo es el sector de Chirí, allí se encuentra uno de los
polígonos que están desminando las Farc y el Ejército como parte del proyecto
piloto”.
Eugenia Holguín, la presidenta de la Junta de Acción
Comunal de Briceño, reconoce el trabajo de los Muñoz Mazo, dice que “ellos son
los únicos en la vereda que logran sacar sus productos más allá del municipio,
a pesar de las dificultades de movilidad que tenemos, siempre se las arreglan,
son muy emprendedores”.
Fabio asegura que para sacar su producto a Medellín no
utiliza la única vía de acceso a Orejón, “yo prefiero sacar el café a lomo de
mula, nos demoramos dos horas por camino de arriero hasta el Valle de Toledo y
ahí salimos a Medellín. Es que acá la vía principal a Briceño, aparte de estar
en muy malas condiciones, tiene el riesgo de que los paramilitares no me dejen
sacar el producto, porque piensan que todos los de Orejón somos guerrilleros y
eso no es así”.
La familia Muñoz Mazo, cómo toda la población de esa zona de
Briceño, espera que el plan de sustitución de cultivos de uso ilícito que se
adelanta en ese municipio empiece a funcionar y poder tener mejores
herramientas para que sean más los campesinos que den a conocer sus productos
de una tierra que ofrece mucho más de coca y minas.
RADIOGRAFÍACONTINÚAN LOS PROYECTOS PILOTO
Sobre el desminado, las Farc y el Ejército han logrado
desactivar 43 minas antipersonal en los sectores Cerro el Capitán, Alto de
Guinea y Chirí 1 y 2. Por el lado del proyecto de sustitución de cultivos, que
se adelanta en 10 veredas de Briceño, la comunidad ya ha sostenido varias
reuniones con los integrantes de las Farc y el Gobierno, sin embargo aún está a
la espera de los avances.
RICARDO
MONSALVE GAVIRIA Periodista.
Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la
Universidad Complutense de Madrid TOMADO DE EL COLOMBIANO
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