Polémica por la poda
invernal de árboles en los barrios porteños
Fueron intervenidos 60.000 ejemplares; las tareas son
organizadas y controladas por las comunas; Fernando
J. de Aróstegui
expertos y vecinos cuestionan las
técnicas utilizadas, pero los responsables las justifican
Las tipas de Olleros y Villanueva, en su esplendor. Foto: A.
Suárez Lynch
Según los expertos, su poda exhibe irregularidades. Foto: R.
Pristupluk
Hace nueve años que Marcela Regueira reclama para que sean
podados los plátanos de la calle 12 de Octubre, en el barrio de La Paternal,
donde vive. "Causaron destrozos en las paredes, techos y pisos de mi
propiedad. Son árboles de más de 20 metros de altura y están
descontrolados", se indigna. Agrega que sólo logró que una cuadrilla
"embelleciera la base de los árboles con una especie de cantero".
María Angélica Di Giácomo, de Recoleta, junta firmas en el
sitio web Change.org para que "detengan ya mismo la mutilación de los
árboles de la ciudad autónoma". Dice que, en las podas, se cortan ramas
muy gruesas y que por los agujeros que quedan en los troncos entran agua y
plagas. "Tomé fotos de las mutilaciones y me dirigí a la sede comunal,
pero no tuve éxito con mi solicitud", se lamenta.
El contraste se repite. Aunque son muchos los vecinos que
insisten para que las comunas poden los árboles, también son numerosos los que
denuncian que la intensidad de muchas podas maltrata al arbolado.
Los árboles reducen la temperatura ambiental, aportan
oxígeno, secuestran dióxido de carbono, filtran los rayos ultravioletas y
retienen partículas, entre otras virtudes. Pero también rompen las ventanas de
los edificios, tapan carteles de señalización, interfieren con el alumbrado
público y, debido a la caída de sus ramas o troncos, constituyen un riesgo
potencial. Por estas razones, necesitan un servicio de mantenimiento, que
depende de las juntas comunales.
Del 12 de mayo al 31 de agosto se desarrolló en la ciudad la
"campaña de poda invernal", que incluyó la intervención de unos
60.000 árboles. Y, aunque la época adecuada para podarlos depende de cada
especie y de las necesidades particulares de cada árbol, durante el invierno se
practican la mayoría de los cortes.
Sin embargo, varios especialistas consultados por LA NACION
coincidieron en que con frecuencia se verifican podas inadecuadas, lo cual
redunda en un deterioro de la salud de los árboles.
Volumen
"En general, la poda no está bien hecha", alertó
el ingeniero agrónomo Carlos Anaya, miembro de la Sociedad Internacional de
Arboricultura. Precisó que no debería podarse más de un 25% del volumen total
de la copa, porcentaje que puede variar un poco en función a distintos
aspectos. "Esto definitivamente no se cumple", advirtió.
La ingeniera agrónoma Ana Beatriz Guarnaschelli, profesora
de la cátedra de dasonomía de la Facultad de Agronomía (UBA), indicó que tras
las podas a veces se observan acortamientos muy drásticos de las ramas que no
permiten una buena cicatrización, lo cual deja al árbol expuesto a hongos y
compromete sus tejidos leñosos. "Así, en las grandes tormentas se caen las
ramas más
comprometidas", añadió.
Las veredas de Buenos Aires cuentan con unos 360.000
ejemplares. El fresno americano (141.820 ejemplares), el plátano (35.000) y el
paraíso (26.000) encabezan el ranking, según datos del Ministerio de Ambiente y
Espacio Público porteño.
Hasta 2013, la atención de los árboles porteños dependía de
la Dirección General de Arbolado del gobierno central, pero desde entonces la
responsabilidad fue descentralizada y transferida a las 15 juntas comunales.
Ahora, cada una planifica la poda de su jurisdicción: en función a las
directrices impartidas por su personal especializado (ingenieros agrónomos,
técnicos en jardinería o en paisajismo), una empresa contratista ejecuta los
trabajos. Las ramas cortadas son luego recogidas por el Ministerio de Ambiente
y Espacio Público.
Las empresas que podan son: Urbaser (Comunas 1,8,9, 11 y
15), Mantelectric (Comunas 2, 12, 13 y 14), Ecología Urbana (Comunas 3, 4 y 5)
y Casa Macchi (6, 7 y 10).
En Olleros y Villanueva, Belgrano, la poda de las tipas
constituye "un caso perfecto de mala práctica", cuestionó Anaya.
"La época es totalmente inadecuada: las tipas deben podarse cuando caen
sus hojas, a principios de primavera", precisó. Sin embargo, esas tipas
fueron podadas en julio. "Además, se eliminó la totalidad del follaje sin
prácticamente bajar la altura, con lo cual no se entiende el objetivo de la
poda", agregó.
No corrieron mejor suerte los plátanos de la avenida Santa
Fe al 2400, esquina Pueyrredón, podados por Mantelectric. "Están
excesivamente mal podados", disparó Héctor Svartz, ingeniero agrónomo y
director de la carrera de Técnico en Jardinería en la Facultad de Agronomía
(UBA), y añadió que ese tipo de poda genera en los cortes una "múltiple
brotación", de modo que el año próximo se producirá "una especie de
plumero" en la punta de cada rama.
Mayor cuidado
En algunas zonas de la ciudad, sin embargo, los cortes se
ejecutan con mayor cuidado: "A las tipas de la Avenida Del Libertador se
las poda de un modo muy aconsejable: mediante cortes selectivos; se despejan
las ramas más bajas, que tapan las ventanas de los primeros pisos, y se deja
intacta la parte de arriba de las copas", explicó el arquitecto y paisajista
Jorge Bayá Casal. Y agregó que cada tres o cuatro años es necesario bajar la
altura de los árboles para evitar la caída de ramas, entre otros problemas.
Alejandro Pérez, presidente de la Comuna 14, explicó que el
barrio de Palermo se poda completo una vez cada cuatro años, y que a veces se
practican intervenciones "algo intensas" debido a que es complicado
hacerlo con más frecuencia por cuestiones presupuestarias y a dificultades
prácticas, como los autos estacionados en las calles o el tráfico.
En tanto que el presidente de la Comuna 2 (Recoleta),
Agustín Fox, dijo que aunque con frecuencia algunos vecinos expresan su
indignación por ciertas podas que consideran inadecuadas, "cuando les
explicamos las razones prácticas, en general comprenden", aclaró. Por
ejemplo, que el árbol podado tapaba luminarias o había ramas con riesgo de
caída.
Un representante de Mantelectric admitió la existencia de
críticas. "Un 50 % de los vecinos nos ruega que podemos los árboles porque
los perjudican; el otro 50 % denuncia que maltratamos a los árboles",
explicó Ezequiel Roldán, que hace 15 días dirigía una cuadrilla de la empresa
que, con motosierras, podaba plátanos y tipas en O'Higgings al 2800, Núñez
(Comuna 13).
Cuando esa cuadrilla debió podar la cuadra de O'Higgins al
3400, una vecina la obligó a interrumpir las tareas. "Se paró debajo de un
árbol y llamó a la policía. Además sacó fotos e hizo filmaciones para
presentarse en los medios y hacer una denuncia policial", recordó Roldán.
Reclamos
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad reclamó -por segundo
año consecutivo- para que los "planes de poda" de las comunas se
hagan públicos: cuántos árboles se podarán, qué tipos de podas se practicarán y
con qué criterio se los seleccionará, entre otros requerimientos.
El abogado Alejandro Suárez Lynch presentó hace dos meses un
recurso de amparo para exigir que las podas sean ejecutadas por personal idóneo
y siguiendo los usos adecuados. "No estoy en contra de la poda, sino de su
práctica indiscriminada", aclaró.
También, la Auditoría General de la Ciudad está evaluando en
estos momentos "la forma en que las juntas comunales, que son las que
ejercen el control a las empresas prestadoras del servicio de poda, llevan
adelante esta tarea . Las denuncias que ha habido están vinculadas con los
excesos cometidos por estos prestadores para conseguir mayor
rentabilidad", dijo Cecilia Segura, presidenta del organismo, a LA NACION.
Según Svartz, aunque los técnicos en jardinería que trabajan
como inspectores para las juntas comunales son buenos, "los cuadros
gerenciales desatienden los informes por ellos elevados".
Del editor: ¿por qué es importante? El patrimonio natural
de Buenos Aires necesita ser respetado. Toda intervención que lo afecte debe
estar bien estudiada. Tomadod e la nación de ar
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