Infolatam Madrid, Las claves
- Brasil,
México y Argentina han acudido a la cumbre del G-20 en China
(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Los tres países latinoamericanos en el G-20 (Brasil,
México y Argentina) siempre han acudido a esta cita desunidos y poco coordinados. Ahora
además llegan debilitados con dos presidentes recién llegados al cargo y con
muchos problemas internos (Mauricio Macri y Michel Temer) y con otro
encarando el tramo final de su mandato (Enrique Peña Nieto).
Latinoamérica cuenta desde 2008, cuando nació el G-20, con
tres representantes: los dos colosos regionales (México en América del Norte y
Brasil en Sudamérica) más Argentina. Ellos están presentes
en la XI Cumbre del G- 20 que está teniendo lugar en
Hangzhou, República Popular China, los días 4 y 5 de setiembre de 2016. La
cita es presidida por China país que tiene la Presidencia rotativa durante
éste año.
Hasta ahora, y la cita china no es una excepción, México,
Brasil y Argentina han visto el G-20 como una plataforma para el
relanzamiento de cada uno de estos países en solitario y nunca han una llevado
una propuesta o una visión latinoamericana a este tipo de reuniones. Sin duda
que juntos habrían tenido más peso y más incidencia pero ha tenido siempre más
fuerza la visión de un G-20 como una herramienta para que cada
dirigente y cada nación gane prestigio y eso redunde internamente.
A esta reunión llegan en momentos muy diferentes
tanto el brasileño Michel Temer, como el mexicano Enrique
Peña Nieto y el argentino Mauricio Macri aunque a los
tres los problemas internos les colocan en una posición de debilidad
para convertirse o cumplir el papel de líderes regionales o
mundiales.
El “pato cojo” Peña Nieto
Enrique Peña Nieto ha llegado a la Cumbre
del G-20 cuando le restan aún dos años, hasta 2018, de presidencia. Sin
embargo, ha acudido debilitado internamente y cuando su espíritu
reformista que le caracterizó entre 2012 y 2014 se ha agotado.
Los temas que México ha impulsado de manera prioritaria
en la Cumbre de Hangzhou han sido entre otros su deseo de “destacar la
importancia de las reformas estructurales como herramienta transformadora para
elevar la productividad, detonar las oportunidades de crecimiento y hacer
frente a los desafíos que presenta la economía mundial. Contribuir a la
reactivación del comercio internacional y reiterar el compromiso de los países
del G20 de no instrumentar medidas proteccionistas. Impulsar mecanismos
que faciliten los flujos de inversión en infraestructura de alta calidad para
mejorar la inclusión y la conectividad. Promover la inclusión financiera
como estrategia para una participación efectiva y responsable de toda la
sociedad en un sistema financiero sólido. Impulsar la contribución
colectiva del G20 a la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible”,
Sin embargo, Peña Nieto no es el dirigente
que asombraba por sus reformas y su valentía a la hora de impulsarlas en el
periodo 2012-2014. Ahora es un dirigente debilitado por los escándalos de
corrupción, con dificultades para imponer la reforma educativa, padeciendo
ralentización económica, su baja popularidad (en torno al 23%) y por decisiones
como la de recibir a Donald Trump que parte de la opinión pública no ha
entendido y critica.
El último caso que le ha golpeado ha sido el del plagio de
su tesis doctoral. Según un reportaje publicado por Aristegui Noticias, el
29% de la tesis presentada por Peña Nieto en 1991 para conseguir su título en
Derecho por la Universidad Panamericana proviene de textos de, al menos, una
decena de autores a los que no cita correctamente o ni siquiera menciona en la
bibliografía del trabajo.
Como señala el analista Ricardo Alemán, “en el informativo
“Despierta con Loret”, dijimos que desde hace años existe una campaña de
desprestigio contra Enrique Peña Nieto. La orquestan los mismos que
intentaron demoler los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón y que luego
de un ataque sistémico de odio, engaños y mentiras consiguieron que Peña Nieto
llegue al Cuarto Informe con los niveles más bajo de aceptación ciudadana”.
Michel Temer, el debutante
Tras la destitución de Dilma Rousseff, Michel Temer ha
debutado en una Cumbre del G-20 con el objetivo de reactivar la imagen internacional de Brasil muy golpeada por la crisis
económica y político-institucional por la que atraviesa el país.
Como apunta O Globo, Temer va a buscar en esta cita cuatro
objetivos: en primer lugar calmas a la comunidad internacional sobre la
situación brasileña; en segundo lugar, entablar puentes con los grandes líderes
internacionales ya que tiene concertadas reuniones con presidentes y dirigentes
de Italia, España, Japón, China y Aragia Saudí; en tercer lugar aspira a que
Brasil retome el liderazgo dentro de los BRICS; y en cuarto lugar quiere
que la cita sirva para ganar legitimidad internacional y que eso redunde en su
posición al interior.
La intención de Temer ha sido presentar a los líderes
de las mayores potencias del planeta sus planes para sacar a Brasil de la
crisis económica en que se ha sumergido en los últimos años. Esas medidas
incluyen desde un duro recorte del gasto público y plan de privatizaciones
aún no detallado oficialmente.
Temer ha tratado de presentar una imagen de calma recuperada
en su país tras los graves problemas por los que ha atravesado: “Hemos
padecido turbulencias políticas y económicas, recesión, pero ya se ha pasado
esta página… Brasil deja resueltamente atrás toda la inestabilidad
económica y política que padeció en los últimos años”.
Las entrevistas que ha mantenido, por ejemplo con el
presidente chino, Xi Jinping, han buscado reconocer a Brasil como
líder de las potencias emergentes: “La sabiduría confuciana nos ofrece la
mejor lección: «La gloria no está en nunca caer, sino en siempre levantarse»”.
Según confirmaron a Efe fuentes oficiales, tras su viaje a
China tiene diseñada ya un amplio programa exterior, que incluirá un viaje a
Estados Unidos en septiembre, donde inaugurará la Asamblea General de las
Naciones Unidas, como por tradición le corresponde al jefe de Estado de Brasil
desde 1947.
En octubre, tiene previsto viajar a la India, sede de la
cumbre anual del foro BRICS, que Brasil integra junto con ese país, China,
Rusia y Suráfrica, y también a Colombia, para asistir a la Cumbre Iberoamericana
que se celebrará en Cartagena de Indias a fin de ese mes.
En esa ofensiva internacional, que trata de contrarrestar
las críticas contra Temer proferidas por Bolivia, Venezuela y Ecuador tendrá un
papel importante el canciller José Serra quien ha anunciado
los próximos pasos en materia internacional: “La próxima semana viajará a China
para la cumbre del G-20, en Hangzhou. Después irá a Nueva York para participar
de la Asamblea General de la ONU. También ya está fijada la fecha para una
visita a la Argentina, el 3 de octubre”.
Macri, ¿un nuevo líder regional?
Mauricio Macri ha logrado resituar a Argentina
en el mundo como un país confiable y ahora aspira a ser el mismo un líder
regional pese a los problemas económicos (inflación), políticos y sociales que
padece su país.
Como apunta Martín Dinatale en el diario La
Nación, “una frase se reiteró ayer como latiguillo en toda la comitiva
presidencial que llegó a China. “Macri mostrará su rol de liderazgo regional”,
replicaron varios funcionarios del Gobierno en esta ciudad, sitiada por los
mecanismos de seguridad dispuestos para la cumbre del G-20 que comenzará
mañana. La alegoría del Gobierno a las muestras del liderazgo
de Mauricio Macri ante
el mundo será uno de los ejes centrales que el Gobierno buscará exponer
solapadamente en esta reunión de los 20 jefes de Estado de países más desarrollados
del mundo. Con un Michel Temer golpeado por
la crisis que se desató en Brasil, tras la salida de Dilma Rousseff , el
presidente argentino buscará potenciar su rol de líder de América del Sur”.
La política exterior macrista está signada por el
cambio. Macri ha dado un vuelco a la política exterior
argentina que tiene como consecuencia directa conseguir reinsertar al país en
la comunidad internacional y recuperar la imagen de Argentina como un país
normal y confiable.
Las primeras medidas fueron muy llamativas: ha logrado iniciar la reconciliación con Uruguay, país
con el que las relaciones se deterioraron profundamente en tiempos de los
Kirchner.
“Hay que entender que hay que complementarse con
flexibilidad”, dijo Macri cuando visitó a Tabaré Vázquez y señaló que ya tienen
“iniciativas muy valiosas que van a hacer que funcionen mejor nuestros puertos
y que ese complemento genere nuevas oportunidades”.
Mauricio Macri además se ha distanciado de la
administración de Cristina Fernández en los temas de Irán y
Venezuela.
Por una parte, el Ejecutivo no apeló la inconstitucionalidad
del Memorándum de Entendimiento argentino-iraní que de hecho nunca entró en
vigencia. Por otra parte, en la Cumbre de MERCOSUR realizada en Paraguay en
diciembre pasado, el presidente solicitó “la pronta liberación de los presos políticos” en
Venezuela.
También, el Presidente acató el fallo de la OMC que le
impidió a la Argentina continuar con la política de Guillermo Moreno del cierre
de importaciones.
Además, la apuesta de Macri es por tender puentes y
acercarse a EEUU y a la UE.
Macri destacó en la última cumbre de Mercosur la necesidad
de que los países miembros del Mercosur tengan “flexibilidad” y
“previsibilidad” en sus relaciones, y dijo que -entre las prioridades del
bloque- se encuentra avanzar en negociaciones con la Unión Europea (UE) y con
la Alianza del Pacífico.
Julio Cobos, exvicepresidente de Argentina, señalaba
en La Nación que “el actual giro de la política exterior del nuevo gobierno
busca un nuevo lugar para la Argentina en el mundo. Ya hay cambios y buenas
señales. La participación de Macri en la cumbre del Mercosur, la eliminación de
las declaraciones juradas de importación (fallo OMC), la cancelación del
memorándum con Irán, el inicio de las negociaciones con los fondos buitre, el
fin del cepo cambiario, la concurrencia al Foro Económico de Davos, el
acercamiento a Estados Unidos y la posible apertura a la Alianza del Pacífico
(Chile, Colombia y Perú) marcan el inicio de un nuevo rumbo”.
En esa política de abrirse al mundo y presentarse a la
comunidad internacional como un país confiable la cita en Davos en febrero y
ahora la del G-20 cumplen un papel muy importante.
Y en ese contexto se entiende que Macri haya destacado
en China que en Argentina “se ordenó la economía, se levantó el cepo, se
logró resolver los problemas de deuda, eliminar trabas a exportación y se lanzó
el plan de infraestructura más importante de la historia que incluye caminos,
puertos y energía… Queremos ser parte de las soluciones globales a los
conflictos que aparecieron en el mundo: el narcotráfico, la pobreza, el crimen organizado y la lucha contra el cambio
climático… invitamos a todo el mundo a invertir, participar de esta
transformación, ser un gran exportador de alimentos elaborados, no solo de
granos, a desarrollar la minería y la energía renovable”.
TOMADO DE ENVIO DE RED FOROBA
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