Miles de corderos
recién nacidos y bajo porcentaje de ovinos adultos mueren por el fuerte
temporal
Sin ser similar al brutal impacto del temporal de setiembre
de 2013, la sucesión de días fríos, lluviosos y por momentos de fuerte viento
causó la muerte de miles de corderos recién nacidos, aunque un menor porcentaje
de ovinos adultos, de acuerdo con las primeras estimaciones recogidas
por EL
TELEGRAFO ayer.
“Lamentablemente, asistimos a otro temporal con condiciones
adversas de lluvias, frío y viento sostenido en los últimos cuatro días”,
manifestó a EL TELEGRAFO el doctor Adolfo Casaretto, jefe del Área de
Transferencia del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).
Además, reconoció que, en general, “y con respecto a la
mayoría de los corderos que han nacido en las últimas 96 horas, hay un
porcentaje de mortandad perinatal importante”.
De todas maneras, el profesional indicó que “no tenemos
sucesos importante de muertes de adultos, algún caso esporádico de menor
cuantía, pero en los casos que presentan parición en un pico están afectando
los porcentajes de procreos”.
El profesional explicó que un temporal de estas condiciones
“es muy difícil para el manejo de los ovinos en productores grandes o con
escalas extensivas”.
La institución “está trabajando mucho con el tema de
parideras para productores chicos e intensivos, o con alto valor genético, pero
igualmente, tras cuatro días de estas inclemencias, se hace difícil preverlos y
solucionarlos”.
Casaretto explicó que “el grueso de las esquilas preparto ya
habían sucedido hace algunos días y buena parte esquila con peines altos y deja
un remanente de lana en el lomo del animal, que ayuda en estas instancias de
temporal”.
Consideró que, en general, la majada “estaba en buen estado,
porque había venido un golpe de verde por las altas temperaturas de agosto y
eso determinó que no tengamos insucesos importantes en animales recientemente
esquilados”.
En la medida en que se restablezcan las condiciones normales
del clima, que se concretarían a partir de este miércoles, con temperaturas en
ascenso y algunos días soleados, “va a recuperar la vitalidad de muchos
corderos”, precisó el técnico del SUL.
Varios productores consultados no quisieron brindar cifras
exactas, pero coincidieron en manifestar que “la mortandad es grande de los
corderos que nacieron en los últimos días, porque en campos de mayores
extensiones lograron un mayor control en la parición”.
PASO DEL PARQUE
De acuerdo con el relevamiento efectuado ayer, una de las
zonas más afectadas del departamento fue Paso del Parque, al norte y limítrofe
con Salto, donde la majada de muchos productores estaba pariendo desde la
semana pasada.
De unos 3.500 vientres encarnerados, el establecimiento “Los
Manantiales” llevaba, hasta el lunes, algo más de 200 corderos cuereados,
muertos a causa de la inestabilidad climática.
“Venimos de soportar la muerte de más de 500 corderos y 70
ovejas durante el temporal de 2013 y ahora esto”, lamentó la familia Pérez
Jones. “Es otro golpe que debemos soportar a causa de los temporales que cada
vez son más fuertes”, indicaron.
En el caso de “Atalaya”, de Carlos Artía, hasta el sábado
llevaba más de 40 corderos muertos y un par de ovejas, “pero hasta que no
vuelva no llamo, porque no quiero amargarme más, pero sé cómo es la realidad”,
dijo a EL TELEGRAFO el productor.
“Los animales, cuando llueve muy fuerte, una noche la pasan,
pero cuando ya son más de tres días no aguantan, fundamentalmente los corderos
recién nacidos mueren”, dijo. “Hasta que esto no termine, no se sabe cuántos
animales han muerto”, apuntó.
Expresó que algunos productores “apuestan a la parición
temprana y entonces cuando llegue Santa Rosa, los corderos ya están más fuertes
y pasan el temporal. En cambio, hay otros productores que dicen 'vamos a
encarnerar después del temporal' y nunca se sabe cómo será de grande y cuándo
va a llegar”.
Pero subrayó que en estas condiciones “no hay vueltas. Si a
nosotros bien abrigados y bien comidos nos da frío, imaginate cómo pasan los
animales, con campos que no tienen mucho pasto y buscando el abrigo que los
puedo resguardar del frío”.
En su caso particular, explicó que a la esquila “ya la había
terminado hace varias semanas y la majada está fuera de peligro, pero sé que a
nosotros y a mucha gente les mató muchos corderos el temporal”.
“HACÉ VOS LA CUENTA”
Un productor de la zona de Andrés Pérez nos dijo: “Hacé vos
la cuenta, porque yo ni ganas tengo de hacerla, pero llevamos entre 40 y 50
corderos muertos por día desde el viernes. En donde tenemos algo de refugio se
murieron alrededor de 20 por día, pero en otro campo más llano son entre 40 y
50, y desde el viernes a hoy superamos los 30 corderos muertos al nacer”,
manifestó con gran desilusión.
EL TEMPORAL DE 2013
En oportunidad del gran temporal de setiembre de 2013,
superior al de estos días por la fuerza y mayor volumen de las precipitaciones,
el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, había estimado
en alrededor de 50.000 los ovinos muertos en el país. En ese momento, el
secretario de Estados había indicado que “es el 0,6% de mortandad de animales.
Si lo miramos en términos globales, eso está dentro de lo normal. El problema
es que afectó puntualmente a algunos productores”. El evento climático que
derivó en la mortandad de animales afectó a entre 250 y 300 productores.
Los departamentos que presentaron más denuncias fueron
Salto, Tacuarembó, Paysandú y Artigas. También sufrieron los efectos del clima
los productores de Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres.
En Paysandú, fueron más de 10.000 los lanares muertos a
causa del temporal. En la zona de Guichón, Piñera, Merinos y Tres Árboles,
fueron varios los productores con pérdidas que van desde los 200 y hasta los
700 animales.
Por su parte, el entonces presidente del SUL, el licenciado
Joaquín Martinicorena, había indicado que fue “un temporal histórico y único”,
con epicentro en los departamentos de Paysandú, Salto, Artigas y Tacuarembó. De
acuerdo con datos estimativos y primarios, causó pérdidas por encima de los U$S
2,5 millones.
Productores consultados por EL TELEGRAFO no podían creer, en
esa oportunidad, cómo animales con más de 30 días de esquila y bien
alimentados, incluso en algunos lugares con una lluvia arriba, morían
acalambrados a pesar de estar en lugares especialmente acondicionados en el
campo para afrontar este tipo de fenómenos.
La coincidencia es que fue un temporal que prácticamente
nadie ha visto, de cinco días muy fríos, con lluvias por momentos muy fuertes,
al igual que el viento, que imposibilitó comer a los animales en campo abierto
y que determinó que fundamentalmente los corderos con pocos días de nacidos no
tuvieran posibilidades de subsistir. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE UY
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