Los manglares son fuente de diversidad de especies marinas y
protegen frente a la erosión. FOTO JUAN FELIPE BLANCO
78 % de los manglares del golfo están en el delta del
Atrato.
Si se quisieran estudiar efectos de la nueva era, el
antropoceno, sobre un lugar de nuestra geografía, el golfo de Urabá podría ser
un referente. ¿Pero sobre qué estudiar los efectos? Sobre el manglar.
La entresaca de árboles y la expansión de la frontera
agropecuaria ejercen una presión que amenaza su permanencia, agravándose por la
erosión costera y los sedimentos que llegan a los estuarios.
En una serie de artículos científicos, el profesor e investigador
de la Universidad de Antioquia Juan Felipe Blanco Libreros, quien
durante años ha estudiado estos ecosistemas, describe el estado en varios
puntos del litoral y lanza una voz de alerta sobre la necesidad de protegerlos.
En Actualidades Biológicas presentó una revisión de la
literatura sobre los manglares de Urabá, que “son principalmente de borde y
ribereños dominados porRhizophora mangle L. aunque hay pequeñas
áreas de manglares de cuencas en las partes internas dominadas por Avicennia
germinans L.”.
Y si bien el delta del río Atrato es el área de mayor
extensión de manglares, en la costa occidental del Golfo existen pequeñas áreas
y hasta en la ensenada de Rionegro, en el límite nororiental del Golfo, se
presenta la mayor área de manglar de la costa oriental, explicó el
investigador. Y en esta parte del litoral tienen más problemas.
Barreras
“... en la costa oriental la deforestación por entresaca y
por tala rasa de los manglares interiores es la amenaza de mayor magnitud. Ante
el ascenso del nivel del mar y la erosión episódica, las áreas de manglar más
pequeñas ubicadas en la costa oriental han sido y seguirán siendo las más
sensibles debido a la presencia de barreras antropogénicas que impiden su
migración tierra adentro, pero también debido a la tala selectiva, la
reclamación de tierras y la sedimentación producto de la deforestación de las
cuencas, las cuales deterioran su condición y su capacidad de respuesta natural
al aumento del nivel del mar”.
En el costado occidental del golfo muestran avance.
En otro estudio junto a Edgar Andrés Estrada Urrea,
publicado en Diversity, midió el índice de perturbación antropogénico,
encontrando mayor afectación de aquellos peri-urbanos, situación que disminuye
en los más alejados, siendo notoria la fragmentación de los parches.
En aquellas áreas la perturbación es casi el doble que la de
las zonas rurales o aquellos sitios protegidos por instalaciones militares,
como en Punta de Las Vacas (Turbo).
Cerca a la zona urbana, la construcción de casas e
infraestructura afecta más los parches de manglar, mientras en la rural es el
establecimiento de pastos.
Una de las novedades reportadas en los artículos es el
hallazgo de dos poblaciones no documentadas de la especie Pelliciera
rhizophorae hacia punta Coquito y punta Las Vacas, con alta
vulnerabilidad por su cercanía a Turbo o a la frontera agropecuaria.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARÉNTESISALGUNAS ACCIONES NECESARIAS
El autor propone conservar los manglares del delta del
Atrato y de la ensenada de Rionegro, las áreas más grandes y más estables, con
figuras legales de protección.
Controlar además la entresaca de árboles de la parte interna
de los manglares de la costa oriental, en particular en la periferia de Turbo.
Además, medidas de adaptación a inundaciones.
RAMIRO
VELÁSQUEZ GÓMEZ Los temas de la ciencia, la astronomía y el medio
ambiente con énfasis en cambio climático son mis campos de acción periodística.
Con vocación por el mundo de los pequeños felinos y la defensa animal. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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